Conmemorar el Día del Holocausto sin mencionar a Francisco Franco es falsificar la Historia e insultar a las víctimas

Conmemorar el Día del Holocausto sin mencionar a Francisco Franco es falsificar la Historia e insultar a las víctimas / Carlos Hernández

Conmemorar el Día del Holocausto sin mencionar a Francisco Franco es falsificar la Historia e insultar a las víctimas. El dictador español llegó al poder gracias a Hitler, fue aliado de Alemania durante la II Guerra Mundial y ¡sí! fue cómplice del Holocausto.
 
 
 
Empecemos por el principio. En los años 30 buena parte de la derecha española era antisemita y filonazi. Solo hay que ver los carteles y los panfletos electorales de Acción Popular (embrión de la CEDA). Los judíos eran tan enemigos como los marxistas. 
 
 
Me salto las referencias al apoyo de Hitler a Franco durante la sublevación contra la República. Quedémonos con el clima ideológico que había entre los franquistas. Un clima antisemita idéntico (salvo por el catolicismo imperante aquí) al de la Alemania nazi. Un ejemplo 
 
 
Los líderes de la sublevación insultaban y criminalizaban a los judíos en todos sus discursos. Ya acabada la guerra, Franco no solo justificó la persecución de judíos emprendida por Hitler, sino que explicó por qué él en España no tenía que hacer lo mismo con "tan pesada carga".
 
 
Franco cerró las sinagogas y prohibió el culto judío. En ciudades como Ceuta y Melilla, donde sí había pequeñas comunidades hebreas, los falangistas les humillaban cortándoles el pelo y obligándoles a desfilar defecando, tras ingerir aceite de ricino. Escenas parecidas a estas
 
 
Los líderes de la dictadura y sus periódicos jaleaban la persecución de judíos que Hitler desarrollaba en Europa. No solo eran conscientes de que los nazis los mataban y los enviaban a campos de concentración... es que lo aplaudían. Un ejemplo: ABC y la "fumigación" de París
 
 
Franco provocó la muerte de miles de judíos, impidiéndoles cruzar la frontera desde Francia. En general, la dictadura solo permitió pasar a los judíos que tenían un visado de tránsito hacia Portugal. El resto quedaron en manos de sus verdugos nazis y colaboracionistas franceses.
 
 
Hubo diplomáticos franquistas que desobedecieron a sus superiores y trataron de salvar vidas. Al ser descubiertos fueron cesados. Es el caso del cónsul en Burdeos Propper de Callejón. Fue castigado con un traslado al norte de África y nunca pudo ascender al cargo de embajador.
 
 
Los diplomáticos españoles tenían órdenes claras. No tenían que inmiscuirse en la política antisemita de los dirigentes nazis, pero sí debían intentar hacerse cargo de las propiedades y de los bienes que abandonaban los judíos de origen español tras ser deportados o asesinados. 
 
 
Franco fue el responsable directo de la deportación y muerte de miles de españoles en campos de concentración nazis. En agosto de 1940 el gobierno alemán preguntó al dictador si se haría cargo de un grupo de civiles españoles exiliados en Angulema. 
 
 
No se conserva la respuesta. O bien se destruyó el documento para borrar la prueba o bien se dio una contestación verbal. Lo que sí sabemos es que el grupo de civiles acabó en Mauthausen. Ingresaron en el campo los varones mayores de 13 años. El 83% fueron asesinados.
 
 
En agosto del 40 había más de 7.000 españoles confinados en campos de prisioneros de guerra donde se respetaban sus derechos. Serrano Suñer visitó Berlín un mes después y el resultado fue esta orden. En ella se ordenó que los españoles fueran enviados a un campo de concentración
 
 
5500 españoles fueron asesinados en los campos "gracias" a esa orden. Entre esa fecha y 1945 el gobierno franquista recibió información de lo que estaba ocurriendo. El consulado en Austria estaba en contacto con el comandante de Mauthausen. Madrid recibía documentos como este 
 
 
Y llegamos a la solución final. En enero del 43 Berlín dio 3 meses a Franco para repatriar a "sus judíos". España pudo haber salvado a miles de sefardíes de origen español. No lo hizo. Ordenó a sus diplomáticos que solo atendieran a los de "indiscutible nacionalidad española"
 
 
El destino de los judíos abandonados por Franco era las cámaras de gas. Los diplomáticos españoles lo sabían y se lo hacían ver a sus superiores. Para mí, los puntos suspensivos de este telegrama son uno de los símbolos más escalofriantes de lo ocurrido
 
 
Un mínimo de 50.000 judíos de origen sefardí acabaron por esta inacción en la cámara de gas de Birkenau. Unos pocos diplomáticos franquistas desobedecieron a sus jefes y salvaron la vida de miles de judíos. En Budapest, Miguel A de Muguiro fue cesado por ayudar a niños judíos.
 
 
 
Su sustituto, Ángel Sanz Briz tampoco pudo permanecer indiferente ante la masacre y siguió incumpliendo las órdenes que llegaban desde Madrid. Así pudo salvar cerca de 5.000 vidas.
 
 
Solo cuando Hitler empezó a perder la guerra el régimen franquista se maquilló. Para congraciarse con los Aliados gestionó la repatriación de dos convoyes con sefardíes. Aún así, su falta de interés fue tal que uno de los trenes casi acaba en Auschwitz. LEAN E IMAGINEN
 
 
En fin, pregunten a sus mayores qué les enseñaban en el colegio sobre los judíos: "Mataron a Cristo", "avariciosos", "ruínes", "sacrifican niños", "ladrones", "sucios"... Así que ¡sí! homenajeemos a TODAS las víctimas del Holocausto y condenemos a TODOS sus responsables. 
 


Fuente → threadreaderapp.com

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