Los Monge, la familia aniquilada por franco
«Ni siquiera eran correctos la fecha y el lugar de nacimiento. Por primera vez se dirá que nació en León en 1913, y no en Monforte de Lemos en 1914 como hasta ahora se ha publicado, errónea y repetidamente», destaca Del Reguero. De sus pasos se conoce muy poco. Entre 1924 y 1927, fue alumna de la Escuela de Sierra Pambley. Siguiendo la estela de su padre, y en tónica general con sus hermanos y primos, participó en las organizaciones socialistas. Durante 1935, cuando su padre estaba preso por los sucesos de octubre, fue una de las impulsoras de la Asociación Pro-Infancia, creada para atender a los huérfanos e hijos de presos por los sucesos revolucionarios, y organizó también junto a otros compañeros la recogida y distribución de ropas para los presos.
En abril de 1936, fue decisivo su empuje para la conformación de la sección femenina de las Juventudes Socialistas, de la cual fue presidenta. Sus textos fueron habituales en el semanario Iskra, órgano de las Juventudes, que se publicaba entonces en León. Detenida y presa en San Marcos, en octubre de 1936 fue torturada y paseada en el campo de Fresno, uno de los lugares habituales de las sacas, ubicado entre Valverde y La Virgen del Camino. Su asesinato conmocionó a la ciudad, convirtiéndose desde entonces en un símbolo.
Sus familiares corrieron un destino mucho más feliz. Ignacio Monge, fusilado al principio de la guerra, fue detenido el 21 de julio por la guardia cvil, un día después de la sublevación. Durante los interrogatorios, le obligaron a tragarse el carnet de la Corporación de Antiguos Alumnos de la Escuela de Sierra Pambley, como recoge el atestado de su detención.
Su hermano Juan Monge y su primo, Eliseo Monge Antón, murieron como consecuencia de las torturas que recibieron en San Marcos. Afiliado al sindicato de la Madera de la CNT y a las Juventudes Socialistas, Juan fue detenido el 20 de julio de 1936 en Puente Castro, a donde había ido para refugiarse en casa de unos primos. Según el testimonio del también preso Ricardo Presa, varios falangistas obligaron en San Marcos a Juan Monge a «comer una vela de espelma y también a tomar medio litro de aceite de ricino y limpiar con la lengua las tablas del piso», prolongándose las torturas y malos tratos hasta que fue paseado el 17 de diciembre de 1936. «En medio de este drama, dos de los hermanos, Ángel Monge –nacido en 1913, y que había estudiado delineación en Gijón– y Justo, el menor, fueron internados en batallones de trabajadores para prestar trabajos forzados durante la guerra», añade el historiador.
Juan Monge, padre de Teresa, apareció una década después de terminada la guerra. Se encontraba en casa de Matea Moro Martínez, que le había escondido por indicación de su hermano León y había estado en varias casas más, incluido el caserío de Marzanas, en el que su propietaria, María Sánchez Miñambres, le dio cobijo una noche. «Llegó en estado bastante deplorable, muy viejecito, demostrando ser un mendigo que imploraba la caridad». El consejo de guerra, celebrado el 22 de marzo de 1949, terminó en absolución, y en los años sucesivos Juan Monge intentó sin éxito recuperar su casa, su carpintería y sus bienes, que habían sido embargados y subastados, cayendo en manos del comerciante Cesáreo Lobato y de algunos militares.
No hay comentarios
Publicar un comentario