Los asesinatos de republicanos en Miajadas (Cáceres) por elementos franquistas

Bartolomé Aví Sánchez, natural de Miajadas, de 44 años, casado, con 5 hijos, miembro de la Gestora Republicana del Ayuntamiento de Miajadas y vocal del Comité de Izquierda Republicana de dicho pueblo, se presentó en Don Benito el 28 de Agosto de 1936, manifestando que el 26, por la noche, fueron fusilados en el Cementerio de Escurial 24 personas, entre los cuales figuraban vecinos de Escurial y de Miajadas.

Los asesinatos de republicanos en Miajadas (Cáceres) por elementos franquistas

De los fusilados conocía a Matea Bravo, hortelana de Miajadas, casada, que fue detenida el 14 de agosto; Francisca, «la del Rogelio», también casada y detenida el día 18; Gregorio, alias Goro el Escurialego, y su mujer llamada “la Manchega” y Jerónimo Calvo, éste de Escurial. Todos fusilados por ser Republicanos entusiastas. Aunque Bartolomé afirmaba que los hechos ocurrieron en el pueblo de Escurial y en su cementerio, pueblo vecino de Miajadas, en verdad ocurrieron en Almoharín y su cementerio.

Bartolomé también manifestó que el 27 por la noche fueron detenidos 12 personas, entre ellos el declarante y los que después se relacionan. Los transportaron en camión hacia Almoharín para ser fusilados. Al llegar cerca del cementerio del Escurial, Bartolomé consiguió romper la cuerda que le unía al Maestro Nacional Antonio Fernández, y se lanzó a tierra desde el camión que le llevaba; en la caída se rompió todos los dientes.

Durante su huida y antes de llegar a su destino, se pasó en plena noche por una finca de Las Huertas del río Burdalo, en las cercanías del Puente Romero, para despedirse de sus hijos antes de irse a la guerra. Hijos que fueron llevados allí para que no vieran la más que previsible detención de su padre. Bartolomé siguió el cauce del río Búrdalo hasta llegar al Frente Republicano en Santa Amalia, Badajoz.

En cambio, el Maestro Antonio Fernández, El Gordo, al no conocer la zona, huyó en sentido contrario, hacia Sopetrán (zona del Santo de Almoharín) y allí, en una majada, pidió auxilio a un pastor, quien le dio cobijo pero a su vez se montó en un burro y fue a denunciarle ante los falangistas, los cuales le apresaron y le asesinaron allí mismo. Otros 10 detenidos en compañía del declarante y fusilados a noche del 27, alrededor de la una, en el cementerio de Escurial eran los siguientes:

Antonio Fernández Martín, Maestro Nacional, con destino en Miajadas, natural de Malpartida de Plasencia, de 33 años, casado y con hijos; Máximo Acero Caro, de unos 50 años, labrador acomodado, casado, con hijos y fiel cumplidor de las bases de trabajo; Alfonso Aví Sánchez, de 50 años, casado, con 2 hijos y como el anterior cumplidor fiel de sus deberes y obligaciones de patrono; Aurelio Ruiz Nieto, yerno de Alfonso Aví Sánchez, de 30 años, viudo y sin hijos y de profesión corredor de cereales; Tomás Sánchez Vivo, de 45 años, casado, con hijos, comerciante; Bartolomé Sánchez, de 45 años, casado, con 4 hijos y Julián López Sánchez, de 30 años, soltero, ambos labradores acomodados; Andrés Arcos, obrero de 55 años, casado, sin hijos y otro obrero llamado “el Cestero”, de 54 años, casado, con hijos; Vicente Llano Nieto, de 50 años, casado, con 2 hijos, de profesión labrador que también estaba en buena posición .

Bartolomé también contó que desde que los facciosos comenzaron con los fusilamientos, han asesinado a muchísimos en los pueblos del Distrito. Entre los asesinados recuerda a José Casco Arias, a su madre Josefa, a su hermana María y a los obreros que tenía.

José Casco Arias era vecino de Villamesías (Cáceres). Propietario de 32 años, soltero, afiliado a Izquierda Republicana y alcalde de esta localidad. María era hermana de José, también vecina de Villamesías, viuda. José y María vivían con una adolescente, Isabel Ramos Broncano, de 16 años, a la que habían adoptado. Los 3 fueron fusilados en Agosto por los sublevados junto a otros vecinos de la localidad y numerosos milicianos. Los restos de las víctimas fueron arrojados a una fosa común que alberga al menos a cien personas, en las tapias del cementerio. La fosa permanece intacta hasta hoy.

Fuente: documentalismomemorialistayrepublicano


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