El exilio republicano español ha sido uno de los temas más abordados por historiadores de ambos lados del Atlántico, se puede decir que se comenzó a escribir al respecto desde los primeros años del gran éxodo.
En breves palabras cabe recordar que nos referimos a exilio republicano como la acogida de simpatizantes del bando republicano (en general, del abanico de la izquierda política) tras el fatídico final de la Guerra Civil Española (1936-1939), cuando el bando sublevado –comandado por Francisco Franco- tomó el control del país y marcó el inicio de la larga dictadura nacional-católica.
La mayoría de los exiliados llegaron a tierras francesas y mexicanas, desde las cuales reintegraron sus vidas, pero también sus partidos y formas de militancia. La Ciudad de México fue el epicentro para estas expresiones políticas, pues desde allí se publicaron un sinfín de periódicos, boletines, pasquines y libros ligados a partidos políticos como el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Partido Comunista de España (PCE), Confederación Nacional del Trabajo (CNT), entre otros.
Como había mencionado antes, la historiografía del exilio en México tiene una larga historia, que incluso podríamos considerar como toda una escuela historiográfica, en la cual se considera que el fenómeno del exilio fue un evento totalmente positivo y que atrajo a muchos intelectuales que impulsaron la investigación científica-humanística en nuestro país. Sin embargo, esta visión del exilio ha estado quedando un tanto rezagada ante el revisionismo y el nuevo uso de fuentes, como la prensa.
De manera típica se había usado la prensa del exilio como una fuente secundaria para sostener los grandes discursos sobre este evento histórico. No obstante, hoy los historiadores han estado retomando a la prensa como un actor dentro del mismo fenómeno, desde la cual podemos descubrir las formas en las que vivieron y discutieron la política española desde un espacio totalmente ajeno a la Península, ahora en la Ciudad de México. Ejemplos de estos periódicos son El Socialista (1942-1953) y Adelante (1942-1959) del PSOE; Nuestra Bandera (1940-1944) y España Popular (1940-1972) del PCE; Izquierda Republicana (1944-) del partido homónimo. Estos son apenas algunos ejemplos de la prolífica línea editorial de los españoles militantes de México. En ellos podemos encontrar esbozos de sus culturas políticas, sus pugnas heredas de la Guerra Civil, así como también sus formas de resistencia al franquismo desde un espacio no fascista.
En síntesis, podemos decir que el exilio republicano dista mucho de ser un tema en el que casi todo se ha dicho, como afirman una gran cantidad de historiadores. Más bien, nos encontramos con un fenómeno del cual los investigadores no han podido revisar todas sus complejas aristas, y en el desde la prensa podemos incursionar hacia una búsqueda de fuentes floridas para el estudio del exilio desde una perspectiva cultural, novedosa y centrada en la contemporaneidad.
Fuente → noticiasdequeretaro.com.mx
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