Nos hemos hecho esta pregunta innumerables veces y me temo que seguimos con el candil buscando respuestas que, o bien no son correctas o quedan incompletas. Creo que la coincidencia es común a todas ellas. Nuestra derecha no es europea porque nació viciada. Sí, pero no solo…
Los fundadores del PP, fueron los que fueron y nadie puede negar el pecado original. Herederos directos de la dictadura, ministros de Franco durante más tiempo del necesario, pero ese pecado original no debería ser óbice para la realización de una evolución hacia la democracia y hacia la aceptación de normas básicas de convivencia de las que carecen. No todos pero sí muchos/as de las personas que pueblan el espectro derechista muestran formas y fondo autárquico. La mejor prueba de ello es la confusión entre los discursos de los dos partidos que conforman el espectro. Cada día resulta más difícil diferenciar si habla VOX o PP con un discurso que podría perfectamente suscribir Orban pero no Marie Le Pen.
A la memoria me llegan ilustres próceres que evolucionaron hasta convertirse en probos liberales de amplias miras. José María de Areilza, Torcuato Fernández Miranda, Joaquín Satrústegui, Salvador de Madariaga y otros que se han borrado de la memoria. Gente que en su origen eran franquistas (quizá porque en la España de postguerra no quedaba más remedio) pero supieron realizar los deberes a tiempo y se convirtieron, de corazón, en demócratas. O al menos parecerlo lo máximo posible. Algunos lo hicieron ¿por qué otros no? Quizá fuera porque los citados eran hombres de amplia cultura y permearon por el contacto europeo. O también es posible que su electorado no demande en demasía la conciencia democrática
La dura realidad que debemos de asumir las personas que tenemos conciencia republicana de izquierdas es que el franquismo no fue derrotado. El dictador murió en la cama y el desfile ante el catafalco de su cadáver resultó antológico. Había una aceptación popular hacia el régimen. Es innegable y debemos jugar a la verdad si queremos sacar conclusiones.
La dictadura hizo una ingente labor didáctica a lo largo de los cuarenta años que duró. Sesgó la historia, realizó un relato del que mamamos intelectualmente gran parte de la población que hoy estamos en edades productivas . Incluso en las familias diezmadas por la guerra, maltratadas por la represión, la labor de zapa intelectual que se hizo dio buenos frutos. Ese lastre cultural es algo que llevamos como una costra maloliente sobre la piel.
Ni se derrotó el ideario ni el pueblo convulsionó por la represión. Una dura realidad que asumir. El pueblo estuvo quieto en la dictadura. No todos, pero fueron honrosas y escasas excepciones los/as que se sublevaron contra la dictadura.
“El consenso fue una manera de imponer límites y silencios al debate nacional” dijo un ministro de Suárez, Rafael Arias Salgado. Y Raúl Morodo, político socialista confesó:
“Dentro de todo proceso de transición —si quiere ser pacífico— la simulación forma parte del consenso”.
El régimen nacido de la Transición hizo un encaje de bolillos lampedusiano para adaptarse a la demanda europea y de EEUU, a la muerte del dictador. Cambiar algo para que todo siguiera igual. O parecido. Quizá me entiendan bien si les proporcionó la lista del consejo de ministros posterior a las primeras elecciones democráticas del 15 de Junio de 1977
-Cultura: Pío Cabanillas Gallas, exministro de Información y Turismo en 1974: consejero de ENDASA y de Acerinox, empresa presidida por el también presidente de Agromán José María Aguirre Gonzalo.
-Asuntos Exteriores: Marcelino Oreja Aguirre, subsecretario de Información y Turismo; consejero de Agromán, de Iberia y de Unión Cerrajera.
-Justicia: Landelino Lavilla Alsina. Subsecretario de Industria; presidente de Editorial Católica —de la que Eduardo Carriles Galárraga era vicepresidente—; consejero de CAMPSA, de Acerinox y de Banesto.
-Industria y Energía: Alberto Oliart Saussol, presidente de Banif Sociedad Anónima de Inversiones y Finanzas, consejero del Banco Hispano Americano y de Cros. Obras Públicas y Urbanismo: Joaquín Garrigues Walker, consejero de Euroamericana de Financiaciones e Inversiones y representante en España de grandes empresas multinacionales norteamericanas.
-Relaciones con las Cortes: Ignacio Camuñas Solís, consejero de Promotora Castellana de Inversiones.
-Transportes y Comunicaciones: José Lladó Fernández-Urrutia. Hijo del que fuera presidente del Banco de Vizcaya, consejero de ENSIDESA.
-Economía: Enrique Fuentes Quintana. Consejero ejecutivo del Banco de España. Educación y Ciencia: Íñigo Cavero Lataillade, vicepresidente de Robert Bosch Española y consejero de Sociedad Anónima de Tractores Españoles.
Observarán que poder y dinero se dieron la mano en ese primer “aggiornamiento” que pulió Suárez con la aquiescencia de la CIA y de las potencias europeas que se quitaron la fea pústula franquista sin mover demasiado el tablero político internacional. Todo en orden, pactado en despachos lejanos y votados como cerriles corderillos por el pueblo español en aquella supuesta fiesta democrática que supusieron las primeras elecciones ¿libres?
Libres de elegir lo que estaba dispuesto y elegible. Libres para elegir lo que dijeron que debíamos elegir. Esa libertad…
¿Se pudo hacer labor didáctica nada más cambiar el régimen? Se pudo pero no se hizo. Primero, porque no creo que entre esos nombres y los que poblaron el parlamento hubiera apenas cultura democrática y ganas de revisar la historia para escardar todo ideario franquista. Segundo, es cierto que el franquismo latía con fuerza entonces con un ejército ultramontano, un terrorismo de ETA que confirmaba con cada atentado el axioma de la dictadura: los/as españolas solo entendemos la mano dura. Y por último, un poder económico que amarraba con los dientes las prebendas logradas en el franquismo y que tenía muchos cadáveres ocultos bajo las lujosas alfombras de los despachos. Aprovechamiento de obreros esclavos, incautaciones de patrimonios de republicanos y complicidades con el poder. Repugnantes complicidades que el poder económico realizó con el franquismo para incrementar patrimonio de forma exponencial.
Convenía el silencio. Convenía la “concordia” la política de “reconciliación nacional” tan chupi que aceptaron sin rechistar los partidos de izquierda. Aquí paz, luego gloria y a seguir que no ha pasado nada. Obviando la realidad del golpe de estado que se frustró propiciando una guerra fratricida que se ganó gracias al apoyo de Hitler y Mussolini, mientras las democracias occidentales abandonaban a la República a la que solo le quedó la URSS, como apoyo que pagó a precio de oro. Y no es un símil.
Por España, se extendió un velo de moho y cenizas cubriendo la guerra civil y los cuarenta años de oprobios. El punto final.
¿En 1982 con la mayoría socialista se pudo hacer más? Estoy segura de que sí, pero no olvidemos que transitábamos por el trauma del 23F con el corazón encogido y el esfínter en franca cerrazón. Se pudo cribar al ejército en esos momentos, introduciendo en la formación militar la crítica al fascismo realizando un relato histórico de acuerdo a la verdad. Observen que no digo, NUESTRA verdad, sino LA verdad. Historiadores había, hasta militares que servían de ejemplo a seguir. De haber restituido el honor y el puesto a los integrantes de la UMD, otro gallo nos hubiera cantado. Por cierto, que no ha llegado aún la hora del homenaje amplio y merecido a los hombres uniformados que lucharon por democratizar el ejército. En 2010, la ministra Chacón les concedió una medalla y una liviana restitución poco o nada significativa. Lo que esta gente se jugó en su momento, sí merece estar en los libros de historia común.
Se les concedió la medalla al mérito militar
- Luis Otero Fernández, coronel de Ingenieros (retirado).
- Enrique López Amor Ayensa, coronel de Artillería (retirado).
- Restituto Valero Ramos, coronel de Infantería (retirado).
- Jesús Martín-Consuegra y López de la Nieta, coronel de Infantería (retirado).
- José Fortes Bouzan, coronel de Infantería (retirado).
- Manuel Fernández Lago, coronel de Caballería (retirado).
- Arturo Luis Gurriarán Granados, coronel de Caballería (retirado).
- Juan Diego García, teniente coronel de Infantería (retirado).
- José Fernando Reinlein García-Miranda, teniente coronel de Infantería (reserva).
- Fermín Ibarra Renes, teniente coronel de Artillería (a título póstumo).
- Antonio García Márquez, teniente coronel de Artillería (a título póstumo).
- Antonio Herreros Robles, teniente coronel de Ingenieros (a título póstumo).
A estos otros se les concedió la medalla al mérito aeronáutico
- José Ignacio Domínguez Martín-Sánchez, teniente coronel de Aviación (reserva).
- Abel Jesús Ruiz Cillero, capitán de Aviación (retirado).
Todos estos hombre pudieron haber estado al frente de una democratización y desfranquización del ejército. Ni estuvieron ni se les honró debidamente por su valentía e ideario. La tarea, como tantas, quedó relegada y no solo en el ejército sino en toda la sociedad.
Las personas que trabajamos en la Memoria labramos un duro tránsito de información sobre la historia que no cala lo suficiente. Lo sabemos y lo sufrimos. El motivo, a mi criterio, es la falta de base. Lo repetimos hasta cansarnos, no se estudia historia reciente en los colegios e institutos de nuestro país. Se pasa de puntillas sobre la segunda mitad del siglo XX español. Los/as estudiantes españolas conocen al nazismo, los pormenores de la II Guerra Mundial (quiero ser positiva, no me ironicen con los conocimientos de los chicos/as, por favor) lo ocurrido en los campos de exterminio nazis pero no tienen ni idea de los campos españoles, de lo ocurrido en las cárceles y reformatorios franquistas donde la tortura , las vejaciones y las humillaciones eran la norma. No se ha invertido tiempo en realizar una desfranquización de la historia. Y por eso no nos sorprende encontrar al jefe de la oposición en una misa por el dictador, cosa totalmente inconcebible en otras latitudes.
No se si nuestra derecha cuando sale por Europa es tan cavernaria. Es más, estoy convencida (hablo con gente de derechas continuamente) que no son lo que parecen. Que saben que ETA dejó de matar, que este gobierno no es comunista, que ni llega a socialdemócrata, que las personas que clamamos por la Memoria ni somos rencorosas ni buscamos venganza, es más, en las distancias cortas están de acuerdo con nosotras…Las derechas se divorcian (mucho) follan a discreción(más que las izquierdas) usan anticonceptivos y abortan (mucho)Del catolicismo usan lo que les conviene, el folklore y poco más y se abstraen de casi todo. Se casan por la iglesia, como las izquierdas y se divorcian en los tribunales ordinarios, jamás van a la Rota. No les sale a cuenta, que no son tontos/as.
Si muestran la cara de atávicos cavernarios, además de por haber adoptado el discurso trumpista/bolsonariano/salviniano, es de cara a la galería. Y la triste galería de la sociedad española está yerma de historia, de cultura y de sentido crítico. Las boutades cotizan en la bolsa de los votos. El trazo grueso del discurso político puntúa ante el electorado. Cruel conclusión a la que hemos de llegar si queremos obtener respuestasdeterminantes.
No me tomen ustedes a mal las preguntas, pero tengo bastantes dudas ¿Tenemos la derecha que nos merecemos? ¿Es la derecha española fiel reflejo del pueblo español? Créanme, estoy a punto de creer que sí. Pero no porque los/as votantes de derechas sean peores que los/as europeos, sino porque están malformados intelectualmente. La dictadura hizo bien su trabajo contando un relato sesgado y mentiroso, quienes no han hecho los deberes han sido los sucesivos gobiernos democráticos, algunos de ellos, de izquierdas. Se sigue identificando patriotismo con la idea franquista/fascista de la patria. Como se mantienen las esencias nacionales que nada tienen que ver con la realidad que vivimos identificando a la iglesia Católica con el españolismo más rancio, demonizando ideologías de las que sentirse orgullosas como puedan ser el anarquismo o el comunismo. Y por el contrario, sublimando el ideario nazi fascista como algo genuino y digno de destacar. La historia reciente o no se ha contado o se contó muy mal.
Las personas de izquierdas seguimos bajando la voz cuando nos encontramos y hablamos de política mientras que los/as “otros/as” la levantan bien para dictar cátedra y aleccionarnos de su condición de verdaderos españoles/as.
Es absolutamente imprescindible, pasados 85 años del golpe de estado, que se conozca la verdad histórica. No “nuestra verdad” con la común sería suficiente. Quizá en ese momento dejemos de sentir vergüenza por esa caterva de parlamentarios energúmenos y ultras que nos adornan. No solo la sociedad que cree que los postulados de derechas son los más útiles merecen otro discurso, sino que el total del país merece otra derecha. La que tenemos es de vergüenza.
Fuente → eldiariocantabria.publico.es
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