Unidas Podemos centra su propuesta política en la República

Unidas Podemos defiende avanzar hacia una nueva Constitución republicana, feminista y que blinde derechos sociales.

Unidas Podemos centra su propuesta política en la República
Julio Cáceres Rondó

Unidas Podemos (UP) ha entrado a una etapa de reorganización donde la nueva correlación de fuerzas definirá su futuro. Sin embargo, esta nueva etapa puede significar una oportunidad para posicionar la militancia en el centro de la dinámica de la coalición.

Dicho lo cual, se hace menester prescindir de los problemas internos y centrarse en la movilización popular, tan limitada durante el contexto pandémico, pero necesaria para motivar al ciudadano que quiere ver materializado en acciones su poder para transformar las viejas estructuras del actual Estado español.

Todo ello estará determinado por la disposición dentro de UP de traducir las auténticas necesidades para reencontrarse con su audiencia, prescindiendo de su posición institucional. En este sentido, la actualidad ha demostrado que la institucionalización partidista en el gobierno no puede ser siempre considerada condición suficiente para elevar la calidad de la democracia.

Pero algo es fundamental, y es el contacto UP con aquella audiencia que logró posicionarlo en el poder. Es a esta colectividad a la que se debe dicha organización, dado que desempeñan un importante papel como estructuras de intermediación funcional y territorial.

En el marco de los ajustes que debe experimentar Unidas Podemos en cuanto a la movilización de su militancia, también cabe destacar la necesidad de reafirmar las alianzas con las izquierdas regionales históricamente consolidadas, y actuar mancomunadamente en función de objetivos políticos conducentes a la conformación de la República como forma de gobierno más cónsono con la democracia, y el desmontaje del viejo Régimen político impuesto.

Este acercamiento con las izquierdas regionales, debe determinar los parámetros fundamentales para el reconocimiento de la igualdad entre todas las nacionalidades que hacen vida en España, gestando un proyecto político comparable a la conformación de una República Plurinacional.

En ese sentido, Unidas Podemos defiende avanzar hacia una nueva Constitución republicana, feminista y que blinde derechos sociales. En el espacio confederal recogen con cierto escepticismo la reforma constitucional planteada por Sánchez.

Desde la facción más rupturista de la coalición aseguran que para avanzar hacia una nueva Constitución hay que implicar “al conjunto de la ciudadanía a través de un proceso democrático“, y en apuesta por un proceso constituyente que tiene que ir más allá de “poner parches” a la Carta Magna.

En los últimos años, la reforma de la Carta Magna ha sido un tema recurrente en diferentes momentos, incluso se han llegado a crear comisiones y órganos institucionales para abordar este cometido.

Sin embargo, dicha reforma suele ser promovida por aquellos elementos afines a los intereses hegemónicos que estuvieron detrás de la conformación del Régimen del 78. Es decir, no nace de la sincera espontaneidad política de la auténtica izquierda española.

Desde Unidas Podemos se precisa que “estamos ante un anuncio en el marco del Congreso del PSOE, y solo la vía de los hechos nos demostrará hasta qué punto la reforma constitucional es un plan real de Pedro Sánchez o un anuncio que sirve para agitar el panorama político y mediático, pero que no se va a abordar realmente“.

El auténtico rupturismo en España, al cual pertenece Unidas Podemos, propone una constituyente en todo sus sentido político y jurídico. Las principales formaciones que sostienen al espacio confederal, ven con buenos ojos una eventual una reforma siempre y cuando esté provista de contenidos reales y que el nuevo texto sirva para blindar derechos ya recogidos, a la vez que se reconocen e incorporan nuevos derechos.

En este sentido, defienden que la Carta Magna del futuro debería ser “una Constitución feminista (que reconoce el derecho al cuidado, el derecho al aborto, los derechos LGTBI), una Constitución que respeta y cuida el planeta, una Constitución que blinda derechos sociales, que protege y blinda servicios públicos, bienes comunes y sectores estratégicos, que aborda la democratización de los poderes del Estado, que respeta y cuida a sus pueblos y, por supuesto, una Constitución republicana. Una Constitución basada en la igualdad de todos y todas como pilar fundamental para garantizar la democracia“.

En 1978 los españoles decidieron dar un giro histórico hacia la democracia tras el ocaso del Régimen franquista en el poder. Se trata de una transición política donde se instituyó una “democracia” fuertemente bipartidista, limitada en lo relativo a los derechos civiles y sociales, constituyéndose sobre las ideas del “consenso”.

Ante los momentos de tribulación política de las últimas décadas, se renueva con frecuencia el debate sobre la necesidad de impulsar un proceso constituyente conducente a la transformación del Estado español bajo un esquema republicano.

En este sentido, cada generación aporta especiales fundamentos a la visión económica, política y social de un eventual proceso refundacional del Estado español. En la actualidad, se han acumulado voces jóvenes con criterio republicano, que no formaron parte en los momentos de concertación política en el año 1978.

Toda una generación se ha desarrollado a la luz de la necesidad de un cambio de sistema, por ende, el juego democrático debe escuchar aquellas nuevas voluntades que tienen algo que decir. En este sentido, la juventud española en edad de votar se muestra claramente favorable a la república en el caso de que se celebrara un referéndum que defina el cambio del modelo de Estado.

En este sentido, el pasado 12 de octubre se constató que la legitimidad de la monarquía continúa erosionándose, un año después de que se publicara el primer estudio de la consultora 40dB, el cual ha sido impulsado por la Plataforma de Medios Independientes.

Con base al estudio estadístico, se determinó que el 43,8% de los encuestados defiende la necesidad de celebrar un referéndum sobre la forma de Estado, frente a un 36,1% que lo rechaza. Si hoy se celebrase dicho referéndum sobre el modelo de Estado en España, ganaría la República con un 39,4% de apoyos frente a la monarquía, con un 31%.

Es decir, la distancia entre quienes apoyan la República frente a quienes optan por la monarquía se agrandó durante el último año: de un 6% de diferencia en 2020 a un 8,4% en 2021.

Son dos de los principales resultados obtenidos en la segunda encuesta sobre la monarquía, lo más concluyente de este sondeo, es el continuo y progresivo deterioro de la monarquía a ojos de la población española.

Dicho contexto impulsa a los factores rupturistas a aglutinar toda la izquierda antineoliberal establecida en las diferentes regiones de España, en procura de una agenda común encaminada a la recuperación de la lucha por la República.

De esta forma Unidas podemos, más allá de su rol institucional, debe responder a la solución a las problemáticas más urgentes de España, la inoperancia en este sentido los convertirá en cómplices de un sistema lleno de contradicciones.


Fuente →  elestado.net

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