Ximo Estal Lizondo
Esto es un relato ficticio, pero real, de lo que muchos asesinados por el genocidio fascista de los “golpistas vencedores” dirían gritando desde sus fosas donde fueron de manera barbaria tirados y que continúan allí por la impunidad de algunos jueces y políticos. Por todo esto, es triste observar cómo determinados partidos políticos, herederos del régimen franquista con la complicidad de la impunidad judicial, pretenden reescribir la historia y no ser fieles a la verdad, a la justicia y con ello a la reparación que cientos de miles de ciudadanos, por dignidad, deben tener.
Recientemente, tuve el honor, en el cementerio de Paterna (Valencia), de poder asistir a un acto donde se entregaron, después de 80 años, los restos de 13 víctimas de la represión franquista a sus familiares. Fueron 13 personas, cuyo único delito fue mantenerse fieles a sus principios éticos, morales y políticos y les costo la vida , mediante fusilamiento en el año 1940 a manos de un régimen dictatorial y genocida, que tenía como principio eel de “no habrá paz para el vencido”. La Guerra Civil acabó en 1939, después del golpe de estado ilegal de 1936. Por ello, el que estas personas fueran leales a un gobierno legítimo, salido de la voluntad popular de 1931 y refrendado en el 36, les sirvió a los genocidas dictatoriales y traidores para que se ensañaran con ellos, persiguiéndoles, encarcelándolos, torturándolos y asesinándolos, incluso con juicios ilegales. Injusta fue su muerte e indigno ha sido, y es, el destino que los asesinos dieron a sus cadáveres al arrojarlos al oscuro y anónimo fondo de una fosa común. En este caso la 128 de Paterna donde todavía hay más de 100 personas, sin identificar. 13 personas y con ellos 13 familias podrán cerrar sus heridas, tras la identificación antropológica y genética de los huesos. Heridas que llevaban demasiado tiempo abiertas y sangrando.
Pero todos los que estábamos en ese acto e incluso muchos cientos de miles y yo diría que millones, de ciudadanas y ciudadanos españoles, no tendremos una felicidad completa mientras quede una sola victima del genocidio franquista –ahora hay más de 114.000– escondidas en fosas y cunetas por todo el territorio del Estado español, con la impunidad de algunos jueces y con el visto bueno de algunos partidos y dirigentes políticos, que pretenden reescribir la historia de una manera falaz, con el objetivo final de continuar con su idea de quitar la dignidad a lo que ellos consideran perdedores, cuando, en realidad, fueron los verdaderos defensores de la libertad y con ello vencedores. Por ello, estos partidos quieren olvidar.
Por tanto, mientras exista una sola victima en las cunetas: ni olvido ni perdón. No a la impunidad judicial. Verdad, Justicia y reparación.
Fuente → infolibre.es
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