Centenario del asesinato de tres cenetistas en aplicación de la Ley de Fugas

 

Nadie denunció que esas muertes eran la respuesta de la patronal y del ejército al atentado contra el alcalde de Barcelona.

Centenario del asesinato de tres cenetistas en aplicación de la Ley de Fugas / Agustín Guillamón:

Madrugada del 18 de junio de 1921

Evelio Boal López (1884-1921). Nacido el 11 de mayo de 1884 en Valladolid. Emigró muy joven a Barcelona. Tipógrafo anarcosindicalista. En 1908 se afilió al Sindicato de Artes Gráficas de Barcelona y fue nombrado miembro de la Junta del Sindicato del Arte de Imprimir. Impulsó la huelga contra El Progreso, órgano del Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux.

Aficionado al teatro, dirigió el grupo artístico del Centro Obrero de la calle de Mercaders, donde se representaron obras de Guimerà, Rusiñol e Ibsen.

Después de la huelga general revolucionaria de agosto de 1917, fue secretario de actas en el CN de Manuel Buenacasa, realizando tareas propagandísticas y de organización en todo Castilla.

Desde el 28 de junio al 1 de julio de 1918 fue delegado del Sindicato de Artes Gráficas de Barcelona al Congreso de Sants, que le eligió miembro del Comité Nacional (CN) de la CNT. Formó parte de la comisión que redactó la memoria del congreso, que había decidido organizarse en sindicatos únicos.

En enero de 1919 fue detenido con otros miembros del CN, pero pronto fue liberado sorprendentemente, debido a su tuberculosis y a una carta firmado por 500 presos solicitando su libertad, porque su vida corría peligro. En febrero de 1919 sustituyó provisionalmente a Buenacasa en la secretaría del CN.

Entre febrero y marzo de 1919 formó parte del Comité de Huelga de la Canadiense en representación del CN de la CNT. El 23 de mayo fue detenido por difusión de propaganda anarquista. En el verano de 1919 viajó a Portugal para buscar aliados sindicales y sugirió la creación de una federación anarquista ibérica.

Fue uno de los más destacados organizadores del Segundo Congreso de la CNT en el Teatro de la Comedia de Madrid, reunido entre el 10 y el 17 de diciembre de 1919. Ese congreso confirmó su cargo de secretario del CN de la CNT. Fue uno de los 24 firmantes del dictamen sobre la definición ideológica de la CNT, que declaraba como finalidad de la organización el Comunismo Libertario.

El 12 de enero de 1920 fue detenido en una reunión del CN. En setiembre de 1920 acompañó a Salvador Quemades y Salvador Seguí en el viaje a Madrid para formalizar un pacto con la UGT, contra la represión y en pro de futuras movilizaciones, pese a que había manifestado su desconfianza hacia los ugetistas..

Entre 1920 y 1921 fue corresponsal en Barcelona de Solidaridad Obrera de Gijón. En el Pleno de Tarragona defendió el apoyo a la huelga de Riotinto y el pacto con UGT. Colaboró ​​en la prensa libertaria (Fuerza Consciente de Los Ángeles, El Rayo, Solidaridad Obrera, Tierra y Libertad, etc.). Solía usar el seudónimo “Chispazos”.

En noviembre de 1920, a raíz de la represión gubernamental desatada contra el movimiento anarcosindicalista, pasó a la clandestinidad. El 3 de marzo de 1921 fue nuevamente detenido en el domicilio de Ángel Fernández Castaño en la calle de Marina, donde vivía secretamente, y fue encerrado en la barcelonesa cárcel Modelo, donde fue apaleado y torturado.

El 8 de marzo de 1921, Eduardo Dato, presidente del Gobierno, había sido asesinado por grupos de acción confederal.

El 17 de junio de 1921 el alcalde de Barcelona, Antonio Martínez Domingo, había sido herido de bala, muy levemente, en un atentado. Ese mismo día, 18 cenetistas encarcelados como presos gubernativos, muchos de ellos desde el 1 de marzo de 1921 en una reunión del secretariado de la CNT, fueron trasladados de la Cárcel Modelo a Jefatura de Policía, y tras las oportunas diligencias fueron liberados a las doce de la noche.

En la madrugada del 18 de junio de 1921, en aplicación de la llamada “ley de fugas”, ley no escrita pero muy real y efectiva, creada por el terrorismo conjunto y complementario de la gran patronal catalana y del Estado, fueron asesinados tres sindicalistas afiliados a la Confederación, que habían sido trasladados desde la Modelo a la Jefatura de Policía, con otros 15 compañeros, y luego puestos en libertad a medianoche.

Esos tres militantes eran los siguientes:

  1. Evelio Boal López, secretario nacional desde marzo de 1921, de 30 años de edad, fue asesinado el 18 de junio de 1921 a las dos y media de la madrugada en las cercanías de Santa María del Mar. Recibió varios disparos de pistola en la cabeza. Víctima de la ley de fugas sin más delito que su militancia sindical
  2. Pocos minutos después, José Domínguez Rodríguez era asesinado de un disparo en la cabeza a la puerta de su domicilio, en la calle Mirallers 12, tercero, primera. Había nacido en Barcelona el 18 de marzo de 1897. En 1920 había sido vicesecretario del sindicato único del vidrio de la CNT. Se le suponía “complicado en varios atentados ocurrido en la fábrica del señor Lligé”. Había regresado hacia poco a Barcelona, después de un largo periodo oculto, al parecer, en Málaga. Víctima de la ley de fugas, culpable de militar en CNT,
  3. A las tres de la madrugada, Antonio Feliu Oriol fue asesinado a tiros en la Sala de San Juan, frente al Palacio de Justicia. Había nacido en Barcelona el 2 de enero de 1897, soltero, tonelero, domiciliado en la calle Borrell 158, bajos. Era miembro del secretariado del sindicato de la madera y tesorero de la CNT. Había sido detenido el 1 de marzo de 1921 en una reunión del secretariado de la CNT, junto a otros nueve militantes. Otra víctima de la ley de fugas, sin más delito que el de ser un sindicalista de CNT.

Nadie denunció que esas muertes eran la respuesta de la patronal y del ejército al atentado contra el alcalde de Barcelona. Ninguna nota de prensa. Nada, ni nadie, absolutamente nadie, relacionaba explícitamente la muerte de esos tres cenetistas con el atentado al alcalde de Barcelona, ni tampoco con la muerte de Dato el 8 de marzo de 1921, en un atentado. No era necesario decirlo o escribirlo, porque todo el mundo lo sabía. El asesinato de esos tres cenetistas era la respuesta del terrorismo estatal y patronal al asesinato de Dato y el atentado al alcalde de Barcelona..

Evelio Boal, partidario del amor libre, dejó compañera, con quien no se había casado, y dos niños.

Algunos analistas afirman que los asesinatos de Evelio Boal y Salvador Seguí truncaron una vía sindicalista pura en la CNT, favoreciendo su radicalización y abriendo paso a un anarcosindicalismo radical e insurreccionalista.

Durante la Segunda República, la calle de Sant Pere Més Alt de Barcelona llevó el nombre de Evelio Boal.

Agustín Guillamón

Barcelona, junio de 2021

Fuentes:

BUENACASA, Manuel: El movimiento obrero español (1886-1926).Historia y crítica. Júcar, Madrid-Gijón, 1977

ÍÑIGUEZ, Miguel: Enciclopedia del anarquismo ibérico. Asociación Isaac Puente, Vitoria, 2018

La Vanguardia (19-6-1921)


Fuente → kaosenlared.net

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