¿Víctimas sin derechos?

¿Víctimas sin derechos?

La próxima entrada en Cortes de la falsa ley de “Memoria Democrática” concita nuestra atención, debiendo preparar la más amplia movilización

Titulares de prensa como el de la pág. 2 del diario EL País del día 9 llaman nuestra atención: “El Tribunal Internacional rechaza la apelación del exgeneral serbobosnio, condenado en 2017 por orquestar la mayor matanza cometida en Europa desde la II Guerra Mundial”. Efectivamente, el general serbobosnio, Ratko Mladic, condenado a cadena perpetua por genocidio, sigue la suerte de su jefe, Karadzic, confirmándose su sentencia por la justicia universal. Ambos están encarcelados por haber sido condenados por crímenes de unos 14.000 hombres de Bosnia, cometidos hace ahora 26 años. La confirmación de la sentencia hace justicia a las víctimas, que fueron amontonadas en fosas comunes. La ministra bosnia de Exteriores declaró al respecto que “solo sobre la verdad y la justicia pueden edificar la paz duradera y estabilidad”, mostrándose partidaria de que se prohíba por ley negar los crímenes cometidos.

La condena de los responsables serbobosnios y sus consecuencias nos ponen en la vía de entender la situación de impunidad de los crímenes del franquismo, donde el gobierno de coalición de Sánchez pretende impedir por ley la apología del franquismo, manteniendo la impunidad de sus crímenes, ante la oposición del Consejo General del Poder Judicial, que establece en un informe publicado al efecto que si el franquismo es legal su apología no puede ser ilegal.

Como prueba evidente de que hablar de Memoria no es solo hablar del pasado sino actualizar el presente, el día 9 se dio a conocer los honores del gobierno francés a una española, Ramona Domínguez Gil, asesinada en 1944. Ramona se encontraba exiliada en la localidad francesa de Oradour-Sur-Glane, donde había huido de la represión franquista, cuando las tropas nazis hicieron una matanza masiva de 642 civiles, en la que perdieron la vida 19 españoles, 11 de ellos niños. Tropas alemanas invadieron el pueblo y, mientras fusilaban a los hombres, encerraron a mujeres y niños en la iglesia de la localidad y la incendiaron, disparando a quemarropa a todos cuantos trataban de escapar de la quema.

Las autoridades francesas realizaron este homenaje al exilo español en la persona de Ramona, (“tengan la procedencia que tengan”), homenaje que las autoridades españolas niegan a las víctimas del franquismo, sin haber aún reconocido su irrenunciable condición de víctimas, con sus derechos consiguientes, establecidos por el derecho internacional vigente.

Noticias ambas, que nos ponen en primer plano ante la verdad de la Memoria Histórica y Democrática de los represaliados por crímenes de lesa humanidad y de genocidio en Europa y España.

La “Associació Pro-Memória als Inmolats per la Llibertat a Catalunya”, acaba de realizar un llamamiento al respecto, denunciando que “los represaliados del franquismo nos encontramos totalmente desamparados por los sucesivos Gobiernos de España, desde la instauración de la supuesta democracia. Una democracia que fue el resultado de los vergonzosos pactos habidos durante la Transición, por parte de las fuerzas políticas que intervinieron en la negociación”…/…”Actualmente, el pasado 15 de septiembre, el Gobierno socialista que preside el Sr. Sánchez aprobó el anteproyecto de ley de la Memoria Democrática y, a día de hoy, está pendiente de ser aprobada por las Cortes Españolas, pero continúa siendo insuficiente para las familias represaliadas puesto que, incomprensiblemente, continúa declarando a los tribunales y sus sentencias como ilegítimas, definición que no tiene validad jurídica, Y NO COMO ILEGALES”.

El llamamiento de la Asociación catalana de víctimas termina dirigiéndose a los representantes en Cortes de la forma siguiente: “Diputadas y diputados, miembros del Gobierno de España, ¿creen ustedes que todavía no ha llegado la hora de reconocer el olvido imperdonable al que han estado sometidas miles de familias españolas, que fueron represaliadas durante el franquismo”.

Testimonios y llamamiento que nos ponen ante la realidad de la impunidad establecida por consenso político contra las víctimas del franquismo. Impunidad, que conlleva la discriminación respecto a otras víctimas que sí gozan, por ley, de todos los derechos, y que son objeto de constantes honores por la Monarquía y sus gobiernos, como acaba de suceder en Vitoria en la inauguración del Memorial de las víctimas del terrorismo.

Todo parece indicar que la engañosa ley de “Memoria Democrática”, una vez que se ha dado a conocer el informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), se va a discutir próximamente en Cortes. La apología del terrorismo es castigada severamente en España para proteger la dignidad de las víctimas, mientras que la apología del franquismo es legal. Y para el CGPJ debe seguir siendo legal, en oposición a la letra de dicho anteproyecto de ley, que pretende que los crímenes, las leyes y las sentencias del franquismo sean legales, pero que la apología, es decir, el discurso de palabra o por escrito, en aprobación o alabanza de hechos criminales no lo sea. Contradicción que debe ser resuelta en beneficio de los derechos de las víctimas del franquismo, como las demás víctimas, a la Verdad, la Justicia y a la Reparación judicial.

El CGPJ argumenta, además, ante la ley del Gobierno que la creación de una Fiscalía de Sala para investigar los crímenes del franquismo es contraria a la legislación vigente y a la misma doctrina del Tribunal Supremo, que considera que los crímenes del franquismo han prescrito y están cubiertos por la Ley de Amnistía.

Hace ocho meses que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, presentó dicho anteproyecto de ley, manifestando que no se podía perder ni un segundo más para que la ley se hiciese realidad. Ocho meses después, la cuestión a resolver es la siguiente: si el franquismo, sus leyes y actos gozan de total legalidad política y jurídica, y el Gobierno se niega a declarar la necesaria ilegalidad de sus crímenes en democracia y justicia, de sus leyes y condenas…, la nueva Ley de Memoria no será sino una nueva trampa, una nueva ley de punto final contra los derechos y aspiraciones de las víctimas.

Urge la movilización de las víctimas y de sus asociaciones sobre las Cortes Generales y sobre el mismo Gobierno, exigiendo que no se apruebe dicha farsa de ley y que, por el contrario, se establezca la condena de los crímenes del franquismo como crímenes contra la humanidad. Condena que, con la derogación de la Ley de Amnistía y de la Memoria Histórica de Zapatero, debe acabar con la impunidad y posibilitar una justa ley de víctimas. Y esta se constituye en la tarea principal de las próximas semanas.


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