El saludo fascista, por decreto
 
El saludo fascista, por decreto
María Torres

El saludo fascista obligatorio se aprobó por decreto de 24 de abril de 1937 y estuvo en vigor hasta el 11 de septiembre de 1945, en que se derogó también por decreto. La derrota del nazismo y el fascismo que hicieron pasar a mejor vida a los dos principales aliados de Franco, condujo al régimen franquista rebajar la simbología fascista para no dar mala impresión a los vencedores de la II Guerra Mundial, llegando incluso a eliminar de la película Raza, todas las escenas de militares rebeldes con el brazo en alto.

El que antes apoyaba sin reservas a las potencias del Eje, ahora tenía que congraciarse con británicos y norteamericanos. Así que igual que impuso el saludo fascista obligatorio, lo derogó. Eso sí, en las multitudinarias concentraciones convocadas por el régimen en honor a su caudillo, no había un solo asistente que dejara el brazo sin levantar al entonar el Cara al Sol. 

El saludo fascista fue adoptado en España inicialmente por Falange Española, partido fundado por José Antonio Primo de Rivera en 1933, y se denominaba Saludo Íbero. Si los nazis lo acompañaban con la frase Heil Hitler!, aquí se gritaba ¡Arriba España!. Dos palabras también de uso obligatorio como entrada de cualquier comunicación escrita. (1)

El saludo fascista fue prohibido en Alemania y Austria desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En España se siguió usando y aún en algunos sectores de la sociedad española sigue estando vigente.

Decreto número 263, de 24 de abril de 1937, estableciendo el saludo nacional.

(Boletín Oficial del Estado núm. 187, de 25 de abril, pág. 1106)

En los albores del Movimiento Nacional, cuando los patriotas perseguidos caían víctimas de los enemigos de España, el cortejo de los mártires saludaba precursoramente con el brazo en alto en señal de homenaje.

Falange Española adoptó como símbolo lo que era exponente del sentir popular, y al producirse la gesta se generalizaron aquellas demostraciones de respeto como manifestaciones de hermandad, de disciplina y de justicia social que conducen al engrandecimiento de la Patria.

Al fundirse en el estado aquella organización, la savia de sus aspiraciones toma los caracteres de norma y el saludo, que constituye en las costumbres de los pueblos el testimonio más elevado de la reciprocidad y mutuo auxilio, será forma generosa que patentice el holocausto al más sublime de los ideales y el destierro de una época de positivismo materialista.

En su consecuencia,

DISPONGO:

Artículo primero.- Se establece como saludo nacional el constituido por el brazo en alto, con la mano abierta y extendida, y formando con la vertical del cuerpo un ángulo de cuarenta y cinco grados.

Artículo segundo.- Al paso de la enseña de la Patria y al entonarse el Himno y Cantos nacionales en los casos previstos en el Decreto número 226, se permanecerá en posición de saludo.

Artículo tercero.- El personal del Ejército y de la Armada conservará su saludo reglamentario en los actos militares.

Dado en Salamanca a veinticuatro de abril de mil novecientos treinta y siete. (2)

Francisco Franco.

Decreto de 11 de septiembre de 1945 por el que se deroga el número 263, de 24 de abril de 1937, disposiciones complementarias y varios artículos del texto refundido por Decreto de 17 de julio de 1943.

(Boletín Oficial del Estado núm. 257 de 14 de septiembre,  pág. 1726)

«Al iniciarse en 18 de Julio de 1936 el Movimiento Nacional, como exaltación espiritual de nuestra Patria ante el materialismo comunista, que amenazaba destruirla, entre las formas de expresión de vibrante entusiasmo de aquellos días, surgió, frente al puño cerrado, símbolo de odio y de violencia que el comunismo levantaba, el saludo brazo en alto y con la palma de la mano abierta, de rancio abolengo ibérico, espontáneamente adoptado en pueblos y lugares; saludo que ya en los albores de nuestra historia constituyó símbolo de paz y de amistad entre sus hombres.

Más circunstancias derivadas de la gran contienda han hecho que lo que es signo de amistad y de cordialidad venga siendo interpretado torcidamente, asignándole un carácter y un valor completamente distintos de los que representa. Esto aconseja el que en servicio de la Nación, deban abandonarse en nuestra vida de relaciones aquellas formas de saludo que, mal interpretadas, han llegado a privar a las mismas en muchos casos de su auténtica expresión de amabilidad y cortesía.

En su consecuencia, y previa deliberación del Consejo de Ministros, dispongo:

Artículo único.- Quedan derogados el decreto número 263 de 24 de abril de 1937 que reglamentó el saludo nacional, las órdenes complementarias dictadas para su aplicación y los artículos 3º, 4º, 6º, 8º, 9º y 10º del texto refundido por decreto de 17 de julio de 1942.

Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a once de septiembre de mil novecientos cuarenta y cinco.

Francisco Franco.


Fuente →  nuevarevolucion.es

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