¿Qué nos queda por saber de la Guerra Civil y cómo nos la han contado con el paso del tiempo?

 

Ocho expertos se han unido para repasar la historiografía en torno al mayor conflicto bélico que se produjo en España durante el siglo XX. Un análisis de las cientos de publicaciones que vertebran qué nos contaron sobre la Guerra Civil y qué nos queda por descubrir sobre ella.

¿Qué nos queda por saber de la Guerra Civil y cómo nos la han contado con el paso del tiempo? / Guillermo Martínez:

Ángel Bahamonde acababa de terminar su clase telemática de Historia en la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) cuando sonó su móvil. Pasó de estar debatiendo hasta qué punto la dictadura de Primo de Rivera se podría considerar el primer fascismo español con su alumnado a charlar unos minutos sobre la última obra que ha editado junto a Rosario Ruiz: Los libros sobre la Guerra Civil (Cátedra, 2021). Un libro de libros, casi 300 páginas en las que se huyen de recomendaciones bibliográficas y análisis someros para introducirse, capítulo tras capítulo, en un ámbito concerniente a uno de los conflictos armados más internacionalizados junto a la Revolución Francesa, la Revolución Rusa y la Segunda Guerra Mundial.

Cátedra ha apostado por un volumen fruto de un corolario de voces expertas en cuya prosa se puede desgranar cómo han ido cambiando la información aportada por los libros acerca de la Guerra Civil española. El relato, que dirían algunos. La monografía, lejos de ser un simple inventario, catálogo o lista de títulos, confecciona la perfecta simbiosis entre análisis bibliográfico e historiográfico.

Bahamonde, catedrático de Historia Contemporánea en la UC3M, entra de lleno en la obra diciendo que es evidente que hay dos momentos decisivos en la historia contada de la Guerra Civil: "Primero en los años 60, cuando gracias a la aportación de importantes hispanistas extranjeros la historiografía de la contienda deja de ser un instrumento de combate para caer en manos de los historiadores. Es un salto cualitativo muy importante. Eso obliga a los franquistas a que tengan que olvidarse de sus discursos simplones, pues las nuevas publicaciones, muchas de ellas con el sello de Ruedo Ibérico, hacen que la cuestión pase de la simplicidad a la complejidad, pues hasta esa década quiénes habían escrito sobre el asunto solían ser políticos o personas relacionadas con ellos, tanto los republicanos en el exilio como los golpistas en el interior. El otro momento es el cincuentenario de la Guerra Civil, en 1986. Eso sí que significa la irrupción masiva de estudios sobre la contienda".

Ocho capítulos para una guerra

Portada de 'Los libros sobre la Guerra Civil'. (Cátedra, 2021)

Varios autores, todos ellos especialistas en la materia que abordan en la publicación, no solo permiten al público acercarse a los títulos que mejor recogen la parcela de historia que tratan sino que les proporcionan un nexo, una continuidad en la explicación y sus propios postulados. Así, Eduardo González, en el primer capítulo, habla del alzamiento nacional y los diferentes usos públicos del 18 de julio de 1936; después Francisco Sánchez estudia los textos que existen acerca de las milicias y el voluntariado; y tras él, Matilde Eiroa completa uno de los capítulos que dan razón de ser a la publicación al tratar la historiografía y los debates que se han dado en torno al conflicto desde una perspectiva internacional.

En el cuarto capítulo, Arturo García habla sobre los ejércitos y, en el quinto, Javier Cervera aborda la cuestión de la violencia política, el orden público y la represión. Cultura, prensa y propaganda: guerra escrita, guerra total. Balance de nuestra década es el título del capítulo que escribe Manuela Aroca. La propia Rosario Ruiz, editora de la obra, trata la participación de las mujeres en el conflicto armado y, por último, el mismo Bahamonde cierra el índice aproximándose al final de la guerra y el golpe de Estado del coronel Casado.

Rosario Ruiz: "Para este libro, hemos contado con eminentes profesionales y especialistas"

Al fin y al cabo, la idea de la publicación surgió tras la conmemoración del 80 aniversario del final de la Guerra Civil española, allá por 2019. La inclemencia editorial provocada por la crisis sanitaria ha hecho que el libro finalmente acabe publicado a principios del 2021, algo que hubiera sido imposible sin la confianza que desde Cátedra han mostrado en todo momento, según afirma Rosario Ruiz. Ella también es profesora de Historia Contemporánea en la UC3M y como tal admite que la obligación de estar al tanto todos los días de lo que se escribe e investiga en cada campo particular de conocimiento exige una actualización constante: "Para este libro, hemos contado con eminentes profesionales y especialistas que conocen muy bien la bibliografía sobre su ámbito, pero no solo eso, sino que la hemos leído y sabido extraer de cada libro su aportación".

Cuando las fuentes primarias se mueren

Ruiz remarca que se ha llevado alguna que otra sorpresa al ver terminada la publicación. "He comprobado cómo hay algunos aspectos en los que se ha ahondado muchísimo, que se han trabajado por encima de otros, pero sin embargo siguen existiendo ciertas parcelas de la historia con lagunas por parte de la Historia. En mi capítulo, el papel jugado por las mujeres, dejo entrever la descompensación absoluta que existe sobre las investigaciones en torno a la mujer del bando republicano en comparación con las del bando franquista, pues casi no hay obras sobre las segundas", en sus propios términos.

En este sentido, las fuentes primarias son sinónimo de personas que presenciaron lo ocurrido en España durante aquellos tres años que marcaron en el país la mayor parte de los años posteriores. Personas que, naturalmente, por su edad están desapareciendo. Cada vez quedan menos y cada vez se van más. Por eso los dos editores de la obra invitan a los jóvenes investigadores a no dejar pasar las oportunidades que se les presenten de escuchar y documentar testimonios que, en el mayor de los casos, son únicos. A su vez, la informatización de los archivos también es una gran aliada de los historiadores: "Hemos tardado un año y algo en terminar el libro, algo que hubiera sido imposible sin Internet", dice al respecto Ruiz al mismo tiempo que Bahamonde incide en que "la documentación que necesitamos puede estar en las cartas viejas de la abuela que sus nietos tiran sin darle importancia, porque un historiador avezado sabría sacar el jugo de esos telegramas".

Un libro de libros académicos

Al igual que su compañero, Ruiz destaca la renovación historiográfica producida en España que contempló los estudios previos a los años 90, cuando se introdujeron nuevos enfoques y perspectivas que han contribuido a que la historia sea más completa, parafraseando a la profesora. "Con el paso del tiempo se ha podido hablar de la historia más reciente con mayor libertad además de introducirse temas que o no se trataban o bien no parecían interesar", agrega Ruiz en referencia al papel de las mujeres durante la Guerra Civil española.

Ángel Bahamonde sobre el libro: "Principalmente hemos intentado escarbar en el mundo académico"

Bahamonde, por su parte, define a la obra como "un inventario técnico con análisis de contenidos interpretativos e ideológicos" sobre la contienda para lograr "establecer los patrones dominantes en cada momento y los grandes temas que dominan en cada uno de ellos". Y advierte: "La selección que hemos hecho es correcta, aunque siempre habrá críticas. Principalmente hemos intentado escarbar en el mundo académico, así que, determinados libros que pueden ser muy populares pero realizados fuera de la Academia quizá no aparezcan. La historia la hace el historiador, y los libros de éxito suelen ser resúmenes y copias en base a los libros de los historiadores".

En cuanto a la composición de los capítulos anteriormente enunciados, Bahamonde afirma que son los necesarios para entender estructuralmente el alcance de la Guerra Civil, aunque también han elegido esos por la acumulación de trabajos al respecto y "para llamar la atención de historiadores que en un futuro puedan trabajar más en alguno de los temas", puntualiza. "Yo parto de una base, y no puedo remediarlo: cada generación tiene derecho a interpelar y preguntar al pasado en función de sus inquietudes del presente. Hoy en día, los jóvenes historiadores, los que salen de las facultades, entremezclan el conjunto de las ciencias sociales entre economía, antropología o sociología. Tienen unas bases interpretativas muy superiores a los anteriores historiadores", comenta el catedrático de Historia.

Lo que queda por descubrir

Desde su punto de vista, aún quedan muchos aspectos de la Guerra Civil, internacionalizada como Guerra de España, por descubrir. Sobre todo, la cotidianeidad en la retaguardia, la vida más allá del frente y las trincheras. Cómo entendían el conflicto en ambos bandos y de qué forma sobrevivían los republicanos en las zonas conquistadas por los franquistas son algunos aspectos en los que a Bahamonde le gustaría que se indagara, pero no los únicos: "La economía tendría que hablar mucho. Aunque ya existen algunas cosas, me gustaría que existiera una buena historia económica de la Guerra Civil. Yo estoy deseando que los compañeros de Economía lo hagan, porque la tienen que escribir los expertos".

El catedrático de la UC3M también incide en la necesidad de parcelar los estudios, ir al detalle, al fenómeno particular. "Me gustaría analizar el tema de las deserciones. Hay fuentes que todavía no hemos investigado. Tengo ganas de investigar en unos legajos llamados averiguaciones de conducta donde están los expedientes de aquellos que se pasaban de un bando a otro, tanto soldados rasos como militares profesionales, y en los que repasaban el pasado de cada uno de estos desertores", arguye el historiador. Del mismo modo, también echa de menos un libro que trate en profundidad los ateneos libertarios ligados a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) que enriquecían cada una de las poblaciones en las que estaban ubicados.

Bahamonde: "Necesitamos más biografías, en plural, para poder contrastar diversas interpretaciones de los personajes"

"Y necesitamos más biografías, en plural, para poder contrastar diversas interpretaciones de los personajes. Largo Caballero, aunque bien trabajado, solo tiene una biografía, pero muchos de los grandes conductores militares de la Guerra carecen de ella. Pero no solo en términos militares, sino de los cuadros intermedios de organizaciones políticas y sociales, los ideólogos populares, que aunque seguro que no fueron figuras tan relevantes como otras, también se convirtieron en protagonistas de aquellas zonas en las que estaban y en las que apenas hemos puesto el foco", continúa relatando el mismo Bahamonde.

Según su opinión, el gran error de la Historia en cuanto a la Guerra Civil ha sido dividirla en "grandes temas" y "temas menores", "porque aquí solo hay temas", en sus propios términos. A este profesor de Historia le ronda una pregunta la cabeza, y es que no sabe si la Guerra Civil interesa más por el morbo de lo que ocurrió o porque realmente se quiere conocer lo sucedido. Sea como fuera, sí que afirma que con una memoria histórica de calidad la sociedad estaría mucho más cerca de llegar a esas sombras que aún perduran en la historiografía en torno a la cuarta guerra civil española en menos de 100 años y que marcó el futuro más inmediato del país, y lo sigue haciendo. Este libro, en ese sentido, aporta una luz que no se apagará sino con el paso de muchos años.

Fuente → publico.es

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