Los jóvenes y el fascismo: así los capta la extrema derecha
 
Los jóvenes y el fascismo: así los capta la extrema derecha
Luis Jiménez Navarrete

En España, el fascismo más rancio ha llegado a los oídos de los más jóvenes y en la mayoría de casos, a sus imberbes corazones. El partido ultraderechista VOX triunfa entre las nuevas generaciones, eso es un hecho; pero ¿cómo es posible que un partido homófobo, xenófobo y radical consiga convencer a generaciones que, supuestamente, son más “abiertas de mente” que sus predecesores?

Desde mi punto de vista hay varios motivos, todos ellos muy preocupantes y algunos enlazados con otros.

El eco mediático: Como de forma acertada le dijo el vicepresidente Iglesias a un diputado del PP -“Los dueños de los medios de comunicación tienen más poder que usted, que ha sido elegido por los ciudadanos; y tienen más poder que yo, que soy vicepresidente del gobierno” hoy los medios de comunicación influyen notablemente en el pensamiento general; lo que se acentúa en el caso de los jóvenes puesto que estos no gozan de una ideología definida en la mayoría de los casos. Periodistas como Alfonso Rojo, Ana Rosa Quintana e imbéciles como Federico Jiménez Losantos y Hermann Tertsch son los protagonistas del primer punto. Todos ellos son responsables de darle a la ultraderecha un escaparate a millones de casas de nuestro país para que sus mentiras y difamaciones se escuchen en cada rincón. A la televisión y a los periódicos hay que pedirle, exigirle o imponerle que cesen en el blanqueamiento de ideas fascistas porque solo contaminan la democracia y llenan de la más absoluta crispación desde Galicia hasta Andalucía.

La moda: Factor importantísimo en el auge de Vox, que está de moda. Consecuencia directa de lo anterior. Puede resultar incluso cómico que en la política existan las modas, puesto que su definición es – "Gusto, costumbre o uso, o conjunto de ellos, propios de un grupo, un período de tiempo o un lugar determinados.” Nada que ver con la ideología particular ¿verdad?, pues por desgracia sí. Entre la gente joven Vox es “muy guay”, ninguno de ellos se ha leído ni la mitad de su programa electoral y aunque a duras penas lo hubieran hecho, no han entendido nada o no han sabido leer entre líneas el trasfondo real de esa propuesta. El problema viene cuando ves jóvenes de 16 años con pulseras de Vox y una sonrisa pícara en la cara que transmite lo siguiente: “Mirarme todos, soy de Vox, como todos mis amigos, el partido ese de la tele que es muy guay; no sé qué puñetas proponen en la mitad de los temas pero con el VIVA ESPAÑA me conformo. Háblame despacito por favor.” Yo al menos siempre me lo he imaginado así. Las modas políticas no es nada originario de Vox, ya que en 2015 pasaba en menor medida lo mismo con Podemos. Esperemos que tomen el mismo camino, o bueno, quizás podemos permitirnos que Vox tenga un poco menos de recorrido para salvaguardar nuestra democracia y tal.

Desconocimiento e ignorancia: Que no tenemos la juventud mejor formada no lo digo yo, lo dicen los datos. Pero en cuanto a conocimiento político se refiere, a ojo calculo que tendremos niveles parecidos al de Uganda, o por ahí andará. Hoy, si entras en una clase de 24 alumnos de 4º de la ESO (15-16 años; sí, los de la pulserita.) y preguntas los 7 presidentes del gobierno que ha tenido España desde la transición, me juego el cuello y las dos manos que NADIE o como mucho uno o dos te los sabrán decir. Pero tampoco hace falta irnos a menores sin derecho a sufragio; internet está lleno de videos de carácter humorístico que muestran a jóvenes que afirman ir a votar solo si “se animan los amigos” o dicen de votar a Mariano Rajoy en pleno Abril del 2019, o similares, toma ya. Así caen muchos en las garras del aguilucho verde.

Abascal, un tipo duro: Él no es tonto, es plenamente consciente del punto 2 y del punto 3; y por eso, su puesta en escena es la de un tipo duro que fuma puros delante de hippies melenudos y no duda en procurar mantener siempre la ofensiva en todo diálogo, por eso ataca a todo dios menos a los valores de todo buen carli-fascista –Dios, Patria y Rey-. Le hace parecer el azotador y el que domina en cada momento del debate, aunque sus argumentos se construyan a base de mentiras e insensateces. Son la viva imagen de que en política actual no importa lo que digas sino como lo digas.

Populismo: Una clara seña de identidad de la ultraderecha a nivel mundial. El populismo se basa en decirle a la gente lo que quiere oír, lo que les suena bien, hacerle promesas que sabes que no podrás cumplir y demás para conseguir su voto. Los camaradas internacionales de Abascal le sacan años de ventaja; Jair Bolsonaro, Donald Trump, Matteo Salvini etc… ya practican el populismo de forma habitual. Juntas esto con el punto 3, y ala, más votos a la extrema derecha.

Hay más motivos, el adoctrinamiento que sufren los menores cuyos padres son de VOX (ya que un votante voxero no va a permitir que su hijo salga “progre” o “chavista”) todo esto claro, en la mayoría de los casos. La apropiación de símbolos nacionales a sus ideas y partido etc… Podría seguir así horas, pero el artículo no puede ser tan largo.

Me concedo el lujo de alargarme para pedirte, que si eres joven de los anteriormente descritos y estás leyendo esto, reflexiones, te informes y después, votes.


Fuente → lavozdelsur.es 

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