Vida y obra de la represión en el gobierno más progresista de la historia

EDITORIAL. Vida y obra de la represión en el gobierno más progresista de la historia

Los sucesos represivos de las últimas semanas (Linares, Madrid, Barcelona, Bilbao…) intentan ser tapados por los cristales de alguna tienda o la destrucción de algún cajero y varios contenedores. Los programas de TV con sus bienpagados presentadores enseñan y repiten unas imágenes pero -curiosamente- ignoran otras.

Al gobierno «más progresista de la historia» le encantaría que estas acciones (como la quita de un ojo a una manifestante con una bala de goma de los Mossos o el aporreo indiscriminado de manifestantes) hubieran sido con un ministro del Interior del PP/Vox. Eso hubiera supuesto una pregunta en el Congreso de los Diputados, se hubiera pedido la dimisión del Ministro del Interior, ruedas de prensa, manifestaciones indignadas, mensajes por Telegram, Facebook y Whatsapp. Nada de eso ha ocurrido. Grande-Marlaska, pese a su infame curriculum represivo, es de los nuestros, del Consejo de ministros progre, y aquí toca silencio y apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a los vigilantes y protectores del sistema.

Ni la negativa a una ley de vivienda que regule los precios de los alquileres, ni los acuerdos con el PP en instituciones claves, ni la continuidad de la ley mordaza y de la última reforma laboral, ni el apoyo explícito a los Borbones, ni los atentados contra la libertad de expresión, ni la burla al cierre de las Casas de Apuestas, abren la posibilidad de que UP abandone el ejecutivo. Ya no se trata ni de afinidades socialdemócratas con el tufo incluido de que «las cosas se cambian desde dentro», sino de tener que defender el salario de mucha gente colocada.


Fuente → insurgente.org

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