El sábado 13 de febrero se celebró en el cementerio de la Almudena un acto homenaje en honor a la División Azul, nombre dado a la división de infantería de soldados españoles que se prestaron voluntarios para ser reclutados por el dictador Francisco Franco bajo petición de la Alemania Nazi y que fueron a combatir a la URSS desde 1941 hasta prácticamente su disolución en 1943 en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
Este homenaje genuinamente fascista convocado por la Juventud Patriota en Madrid estuvo plagado de toda la clásica simbología de la extrema derecha con banderas con la cruz celta, falangistas, nacionales y propias de las distintas organizaciones, esgrimiendo lemas en referencia al honor, la patria y demás retórica fascista. La pancarta principal que encabezaba la comitiva con la iconografía de la División Azul portaba el lema “Honor y Gloria a los caídos”.
En el acto en cuestión participaron unas 300 personas, que desfilaron desde Madrid hasta llegar al citado cementerio. Este acto conmemorativo coincide con la Batalla de Krasny Bor, de la que se acaba de cumplir el 78 aniversario. Además, este acto no es un hecho aislado, sino que se repite año tras año sin ningún tipo de consecuencia.
Lo llamativo del acto en cuestión fue la proclamación sin ambages de consignas fascistas antisemitas y supremacistas que recordaban a la Europa de los años 30, tal y como informaba el periódico La Marea: “El enemigo siempre va a ser el mismo, aunque con distintas máscaras: el judío”, “El marxismo, igual que ayer […] sigue intentando turbar la paz de nuestra sociedad” o “Porque el fascismo es alegría”.
Así como uno de los grandes éxitos de la actual extrema derecha europea o de la moderna alt-right estadounidense en la que se inspira ha sido librarse de la mayoría de símbolos fascistas, los participantes del de la Almudena exhiben estos símbolos en franco desuso, además de reivindicar la historia de la extrema derecha española y mostrarlo como algo deseable, lo moralmente correcto y el fin último.
Pero, exactamente, ¿quiénes participaron en este acto?
Los oradores
Varios oradores y una oradora protagonizaron el vídeo del acto y la celebración en cuestión, vídeo que, en diferentes versiones y montajes, ha corrido como la pólvora por las redes sociales desde entonces. Aunque la información sobre muchos de ellos es escasa, esto es lo que se sabe a día de hoy:
Ignacio Menéndez: “el fascismo es alegría”
Ignacio Menéndez fue uno de los principales protagonistas del acto en homenaje a la División Azul. Según su perfil en Lexgo, se anuncia como “Abogado especializado en litigios de Derecho bancario, siempre CONTRA la Banca”, anunciándose en Guadalajara.
Es más conocido por su defensa de ciertos criminales, como el ultraderechista Carlos García Juliá, coautor de la matanza de Atocha de 1977 o Sergio Sáez, el asesino de Miriam Vallejo al que Menéndez defendió repetidas veces en televisión.
Aunque si por algo se hizo famoso Sergio Menéndez, aunque no ha tenido demasiada repercusión, es por su participación en las protestas por la exhumación de Franco del Valle de los Caídos, que se hicieron famosas por el cantico coreado “queremos ir a misa” donde vestido de soldado y con un altavoz en la mano hizo continuas proclamas fascistas: “¡Lo más horrible mi general, es vivir siendo un cobarde. Viva Franco, viva la Legión!”. También se encaró con la Guardia Civil, que le expulsó del recinto del Valle.
Isabel Medina Peralta: “El judío es el culpable. El enemigo siempre va a ser el mismo”
Isabel Medina es una joven uniformada con la camisa azul característica de la Falange, con el logo bordado y convertida en la indudable protagonista del acto por la rotundidad y antisemitismo nazi de sus declaraciones, bastante explícitas, firmes y tajantes, sin titubeos.
A pesar de que destaca de entre el resto de protagonistas por ser claramente muy joven, muestra una ideología fascista que no deja ningún lugar a dudas y que puede verse reflejada en su perfil de Twitter abierto en 2019 y donde, publicación tras publicación, deja en evidencia sus postulados neonazis.
Lo primero que destaca es el constante ultranacionalismo, el contenido falangista, el ataque a las fuerzas de izquierda y el los postulados socialmente conservadores.
El contenido netamente fascista usa siempre el tono recargado, heroico y nacionalista que suele caracterizar a este movimiento, repleto de cierto misticismo y romanticismo idealizado sobre la patria. O, más bien, su idea de patria.
El contenido conspiracionista con las clásicas teorías ultraderechistas sobre el Nuevo Orden Mundial, Soros o la Plandemia también son algo habitual, como se desprende de este otro tuit:
El contenido profundamente conservador también es numeroso, tachando a la actual sociedad de degenerada y siendo especialmente crítica y homófoba con las personas LGTBI. “Nuestra civilización se hunde en el ocaso de un arcoíris nauseabundo”, ha llegado a escribir en uno de sus tuits.
A pesar de que varios tuits sobre este asunto han sido recientemente borrados por Isabel, se ha dejado varios donde muestra su LGTBIfobia, vinculando incluso la homosexualidad con la pedofilia, algo tristemente habitual en la ultraderecha.
Isabel Peralta está relacionada con distintas organizaciones fascistas como la Sección Nacional Femenina, de la que parece ser la promotora, el semanario político La Conquista del Estado y presumiblemente, La Falange (FE-La Falange).
Además, también suele hacer retuit a proclamas de las Juventudes Falangistas de España y ha llegado a criticar los cánones de belleza alternativos diciendo que Mussolini “enseñó a las féminas el valor del deporte”.
El cura desconocido: “El marxismo, igual que ayer […] sigue intentando turbar la paz de nuestra sociedad, turbar la paz de los espíritus y, sobre todo, quitar al que es el príncipe de la paz, nuestro señor Jesucristo”
Otro de los personajes más llamativos fue un sacerdote que ofició la ceremonia con el hábito propio, ante una corona de flores con la esvástica nazi. Su identidad es desconocida. De él solo se sabe que es un hombre joven con un tradición fuertemente conservadora, incluso para los estándares actuales de la Iglesia Católica.
Como informa el medio Religión Digital, el hombre no es un sacerdote diocesano, es decir, no tiene una Iglesia asignada. Tampoco pertenece al Arzobispado de Madrid.
Por todo esto, los datos más específicos sobre su identidad están por descubrir.
Benigno Antonio Maujo Iglesias: “No tenemos nada que temer, como los mejores (la División Azul) nuestro honor es vitalidad”
Y, para acabar, otro de los personajes que tuvo un puesto destacado es Benigno Antonio Maujo Iglesias, en representación de la franquista Hermandad de los Defensores de Oviedo, tal y como afirma el medio RT.
Benigno Antonio tiene una profusa actividad en medios asturianos y redes sociales. Atendiendo a esta información de la red, que no se puede confirmar con rotundidad pero que es sumamente específica, sería oriundo de Oviedo, habiendo estudiado derecho con los posteriores cursos de especialización y obteniendo el doctorado.
Empezó su labor como abogado privado en 1987, pasando posteriormente a trabajar para el Principado de Asturias como letrado. En el año 1994 alcanza el puesto de Gerente de los Servicios Sociales de la Consejería de Sanidad. Y, posteriormente, como Director Gerente del organismo autonómico.
Años después daría el salto a la empresa privada, gestionando su empresa SISTEMAS INTEGRALES PARA LA DEPENDENCIA SL.
Fuera de su actividad profesional, es el delegado de Asociación de Reservistas Españoles en Asturias. Posee múltiples fotos con altos cargos vistiendo el uniforme militar.
En los escritos por el señor Maujo que hay por la red puede verse un fervor patriótico y ultranacionalista.
Organizaciones fascistas
Como resulta lógico, las organizaciones fascistas fueron las que acudieron mayoritariamente al acto en homenaje a la División Azul. Hay que destacar que son colectivos con un número de miembros bajo pero muy diversificado en decenas de partidos, asociaciones y colectivos que, si bien no llegan a unificarse por ciertas diferencias ideológicas y viejas e históricas rencillas, mantienen una actitud de colaboración ante un panorama que consideran hostil para su forma de ver y entender el mundo.
Eso sí, todos ellos comparten un ideario ultranacionalista, el anticomunismo, un rechazo a la izquierda y las ideas de corte progresista y, en muchos casos, comparten las teorías de la conspiración popularizadas por la nueva derecha radical, ya sea sobre el supuesto Nuevo Orden Mundial dirigido por élites progresistas, ya sea por el negacionismo hacia la crisis sanitaria por coronavirus.
Juventud Patriota de Madrid
Este grupo fue el organizador del evento. Posiblemente no sea un grupo independiente, sino una de las caras de La Falange, la principal organización de la que comparte contenido, llevando la dirección de su web a la Coalición ADÑ Identidad Española, la coalición neofascista integrada por La Falange, Falange Española de la JONS, Alternativa Española (AES) y España 2000 y que se presentó a las elecciones europeas de 2019, con escaso éxito.
Como es habitual, en su página se puede ver un contenido ultranacionalista regado con tintes de conspiración. Actúa como página difusora de contenido, aunque el partido La Falange representa una muy buena parte de su difusión y, por tanto, de su protagonismo.
La Sección Nacional Femenina
Es la organización a la que representaba Isabel Medina y de la cual, al tenor de lo publicado en sus redes sociales, parece ser la creadora y líder. Apenas existe información sobre ella puesto que es de reciente creación.
La Sección Nacional Femenina principalmente es, como su nombre indica, una organización femenina para organizar a las mujeres fascistas.
De este modo, usa la clásica retorica fascista y neofascista del retorno al pasado glorioso, el ultranacionalismo, y la idea del llamado “tercerposicionismo“, una forma de autodenominarse el fascismo clásico en contraposición al capitalismo y al comunismo (el ya tan manido “ni de izquierdas ni de derechas”), pese a que todo su ideario es profundamente conservador, defendiendo la familia tradicional y los roles de género, atacando al feminismo y a las personas LGTB.
La Falange (FE-La Falange)
La Falange es un partido de corte nacionalsindicalista o falangista, heredero de la tradición de inspiración fascista iniciada por José Antonio Primo de Rivera durante los años 30 y que constituyó una de las bases ideológicas de la dictadura de Francisco Franco.
Fue fundado en 1999 tras una crisis de liderazgo entre Gustavo Morales y Diego Márquez, entonces Jefe Nacional del partido. La candidatura de Morales para el Congreso donde se iba a elegir una nueva presidencia no fue aceptada y esto provocó un juicio que les dio la razón, por lo que los tribunales ordenaron la repetición del Congreso.
Como esto no sucedió nunca, Morales y los suyos se separaron y crearon La Falange (FE/La Falange) en 1999, con quien estuvo en disputa por el uso del nombre hasta 2009.
A partir de 2011, con un cambio de liderazgo, se alejaron de las posiciones franquistas y del falangismo clásico y se fueron asemejando cada vez más a los movimientos neofascistas europeos.
Desde entonces y de la mano de sus máximos líderes, el partido ha ido afianzando una estrategia de confrontación con el Estado autonómico y los Estatutos de Autonomía de las distintas comunidades autónomas que según la opinión del partido han llevado al Estado a una situación insostenible desde el punto de vista social, moral y económico.
También ha destacado por su enfrentamiento a los nacionalismos periféricos de Cataluña y el País Vasco y contra los movimientos independentistas.
En 2013 perteneció a la coalición La España en Marcha y, en 2019, a ADÑ Identidad Española, con las que se presentó a las elecciones europeas, sin obtener representación.
Su líder actual es Manuel Andrino Lobo.
España 2000 (E-2000)
España 2000 también participó en la concentración, tanto la organización principal valenciana como la filial madrileña. España 2000 una formación política fundada en 2002 y que tiene su origen en la coalición Plataforma España 2000, de la cual formaban parte cuatro partidos: Democracia Nacional (DN), Movimiento Social Republicano (MSR), Partido Nacional del Trabajo (PNT) y Vértice Español (VE). Esta plataforma estuvo apoyada por el Frente Nacional de Francia (hoy Agrupación Nacional) y buscaba “reunificar el patriotismo en España”.
Su principal fundador y líder fue José Luis Roberto Navarro, apodado “El Cojo”, empresario valenciano dueño de la Levantina de Seguridad que ha sido acusado de participar, apoyar y financiar en los años 90 a diferentes grupos ultraderechistas como Acción Radical o el Frente Antisistema, además de utilizar su empresa de seguridad para amedrentar a negocios, a activistas de izquierdas, homosexuales y negros.
También ha sido denunciado en numerosas ocasiones por sus declaraciones racistas, xenófobas y por apología a la violencia y al nazismo. Escribió durante años artículos de opinión en Las Provincias, Diario de Valencia y Levante. Por ejemplo, en sus escritos se sumó a la criminalización del activista Guillem Agulló i Salvador, asesinado en 1993 por un grupo de neonazis.
España 2000 se define como “patriota, social y democrático”, si bien es definido como de extrema derecha por sus postulados ultranacionalistas, xenófobos y abiertamente racistas, afín a la derecha radical populista europea. Hizo popular en el país el lema “Los españoles primero”.
No obstante, España 2000 es uno de los pocos partidos ultraderechistas que apuesta por un modelo republicano, rechazando la monarquía.
En Valencia, es un firme defensor del blaverismo, corriente que rechaza la unidad cultural y política de Valencia con Cataluña y que se caracteriza por un discurso populista reaccionario con elementos fascistas.
E-2000 ha colaborado estrechamente con el Frente Nacional (FrN, no confundir con el FN de Blas Piñar) y el Movimiento Social Republicano (MSR), pero estos dos partidos ya no existen. Además, el hecho de que José Luis Roberto sea presidente de la Asociación Nacional de Locales de Clubes de Alterne, ha hecho que E-2000 se haya distanciado progresivamente de otros partidos ultraderechistas.
Su mayor implantación ha sido en Madrid y en Valencia, si bien en las elecciones municipales de 2019 perdieron toda su representación local fuera de la capital. Actualmente, tienen 6 concejales: 3 en Santos de la Humosa, 2 en Velilla de San Antonio y 1 en San Fernando. En Santos de la Humosa, E-2000 llegó a un pacto con Vox y PP para obtener la alcaldía.
Desde 2015, su líder es Rafael Ripoll, antiguo militante de Democracia Nacional (DN) y quien guarda estrechas relaciones con el Partido Liberal-Demócrata de Rusia, de corte ultraderechista.
Mascarillas Rojigualdas
Esta movimiento neofascista surgió durante el confinamiento y las posteriores protestas ciudadanas movidas por la extrema derecha, principalmente las de abril y mayo de 2020.
La iniciativa, a su vez, proviene de la fusión de distintos grupúsculos y asociaciones neofascistas tal y como se desvela en el informe para la Fundación Rosa Luxemburgo coordinado por el periodista especializado en extrema derecha Miquel Ramos que se publicará próximamente y cuyo contenido fue adelantado por el periódico InfoLibre.
En su momento, esta iniciativa surgió como una forma de aglutinar a ciertos grupos y protestar contras las medidas del confinamiento y sus consecuencias económicas, arremetiendo contra el Gobierno de España y denunciando las condiciones de las personas autónomas, todo trufado de lenguaje ultranacionalista y el típico de la extrema derecha. Como lema escogieron: “Frente a su impostura nuestra voz”
Con la llegada del verano y el fin de la primera ola de contagios del coronavirus, empezó a mostrar su lado más reaccionario, atacando a la izquierda en su conjunto y a cualquier vestigio de modernidad y progresismo, como al feminismo, los derechos LGTB, etc..
Actualmente, la iniciativa se encuentra inactiva, pero en el homenaje a la División Azul se pudieron ver banderas con el citado lema.
Aunque más evidente, la extrema derecha ya está en las instituciones
Indudablemente, el acto del sábado hizo sonar todas las alarmas por la apelación directa a la Europa de los años 30 y al fascismo. Y desde luego es lamentable que discursos puramente de odio como estos sigan teniendo cabida e incluso se permitan y se difundan como si de un hecho normalizado se tratase.
Pese a todo, en estos momentos, tanto los oradores como los promotores del evento se encuentran bajo la mirada de la Fiscalía y organizaciones de la sociedad civil para saber si pueden representar un discurso de odio y, por ende, un delito.
Pero esto no debe hacer olvidar que la extrema derecha ya está en los parlamentos. Librándose de la vieja simbología y usando complejas estrategias de comunicación han conseguido evitar el rechazo que la ultraderecha clásica causaba y que ha supuesto un techo para los partidos netamente neofascistas en casi toda Europa, con pocas excepciones, como Amanecer Dorado en Grecia
Pero las ideologías siguen unidas bajo los mismos elementos esenciales: ultranacionalismo, protección de la raza blanca y la cultura occidental frente a los inmigrantes, raíces cristianas de Europa, conservadurismo social, etc.. En todo caso, sus principales diferencias programáticas son en el plano de la economía (terreno que está transformándose tras el giro social de Vox) y en el rechazo al parlamentarismo y al Estado de Derecho, entre alguna que otra cuestión menor.
Y este punto último no queda muy claro que vaya a ser respetado por la nueva derecha radical, ya que allí donde han tocado poder el tiempo suficiente el estado se ha transformado, reduciendo su calidad democrática y limitando seriamente derechos y libertades.
Los dos grandes referentes de la extrema derecha europea y muy especial de la española, Hungría y Polonia, ya están abandonando la democracia representativa que había estado caracterizando a los modernos estados europeos para seguir el modelo de “democracia iliberal”, una especie de régimen híbrido que aúna un sistema autoritario con algunos mecanismos y elementos democráticos.
En Estados Unidos muchos autores consideran que Trump intentaba hacer lo mismo, y que quizás lo hubiera conseguido de no ser por su pronta derrota, precipitada por su nefasta gestión de la pandemia. Y esa derrota no evitó, pese a todo, que intentara forzar todos los mecanismo legales (y no tan legales) para mantenerse en el cargo, incluso alentando la violencia como se vio en el asalto al Capitolio.
Indudablemente, la extrema derecha que se concentró el pasado sábado en homenaje a la División Azul llama la atención y despierta más miedo y rechazo porque no esconden lo que buscan ni se andan con subterfugios de ningún tipo. Sin embargo, la nueva derecha radical se reviste de múltiples capas para, con un discurso y una imagen más aceptables, implantar, como mínimo, similares valores, principios y formas de entender el mundo y la organización del país.
Y quizá, por eso esta nueva derecha radical debería dar más miedo.
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