Esta izquierda loquita loca y la necesidad urgente de República


Los grandes aciertos que está teniendo la parte izquierda de la coalición de Gobierno siguen empañados por un desnorte descomunal que puede fagocitar su sentido de ser en las horas que más se les necesita.

Esta izquierda loquita loca y la necesidad urgente de República
Enriqueta de la Cruz

Vayamos por partes. Podemos, con Pablo Iglesias al frente, está clarificando con argumentación sólida en qué mundo estamos, qué es esto de la Monarquía y por qué esta democracia no es la democracia lisa, pura y llana que a estas alturas deberíamos haber alcanzado. En primer lugar, cualquier ser sensato puede entender que una monarquía impuesta por un dictador y una democracia, no son sino dos polos opuestos. Ha sido el invento del pacto del 78 el que con gran cantidad de dinero en publicidad y en tejer una red espesa de intereses, lo que nos lo ha hecho ver así, condenándonos a un trágala en que se intentó silencio y olvido, para más inri. El rey no es ni ha sido un elemento decorativo para nada. Para empezar manda en el Ejército y tiene la última palabra, además de ser impune, inmune y por tanto, vacunado contra cualquier David que osara atacar a semejante Goliat.

El último capítulo aberrante, servido por los voceros del poder y tiralevitas del rey, ha sido la noticia de la salida de la aspirante al trono a un colegio para millonarios con el añadido de que lo van a pagar de su bolsillo, como si los ciudadanos españoles les hubieran contratado para algo a tanto el mes. No, ellos se lo guisan y se lo comen y sus asignaciones no son más que las del parásito por hacer menos que nada, porque hoy en día la monarquía representa problemas, no es necesaria, no es deseada: sobra completamente. Es un nido de gasto inútil.

Para imponerse y seguir se tiene que valer de represión como la que lleva al rapero Hasél a la cárcel, destrozando su vida desde mucho antes de esto (multas, acoso, etc.) y la de su entorno. Destrozándola a todos pues como él avisó y antes tantos otros, si no seguimos reaccionando hasta que el problema se solucione, irán “aleccionando” con otros artistas. Y menos mal que Serra pudo quemar su ninot del VI, sin ser llevado a la hoguera inquisitorial.

La pretendiente aprenderá allí, entre esos muros enmohecidos del Medievo de que ella misma es modelo, a seguir el cuento de estar preparada, como papá, si es que puede seguirlo; como el abuelo, este a resguardo donde no pueden extraditarle a Suiza en caso de que el fiscal siga adelante con el asunto que ha desvelado y que también salpica completamente al rey hijo. Y si antes no se remedia, sí, y se pone coto a tanta barbaridad, la pretendiente va a aprender muy bien allí o donde sea, a representar a los compi yoguis de mamá y a nadie más, porque es mentira que sean los reyes de todos, ni estén en los problemas de la mayoría inmensa del país sobre los que cabalgan con caballos de acero, sin que tiemblen al pisar y machacar, nunca, sin que la sensibilidad social les lleve, jamás en la historia, a reparar daños, a preocuparse lo más mínimo por la gente que está viviendo la mayor crisis y que se prepara para que aumente esta a una escala similar, si no superior, a la del crack del 29, a las puertas de nuevos paradigmas en todo. Pero sigue el medievalismo en esto, claro. Eso pretenden, que siga…

El rótulo

En TVE (pagada con el bolsillo de todos), que anunció la noticia como si los más importante del país fuera un bachillerato, apareció un rótulo donde ponía que Leonor se iba, como su abuelo. Este rótulo ha provocado de nuevo represión y ha tenido consecuencias laborales, ceses, etc. La otrora musa de la libertad, Rosa María Mateo, que tiene la tele que vemos, más rancia y más la de siempre que no puede ser más, y con la saga de eternos y nuevos fichajes que no se sabe ni de donde han salido, que son un desastre a la hora de elevar el nivel cultural y para el avance social, que es lo que tenía que hacerse, se ha puesto dura.

Todas esas cuestiones no se pasan por alto, ni se les da poca importancia. No. Se investigan de inmediato. Y se toman decisiones. No así las ganas de fusilar de los hasta hace poco militares con mando. Tampoco otras cosas relevantes: al rey, a los reyes, el rastro del dinero…

De vez en cuando hay otros políticos de IU, también, que se posicionan republicanos para no se sabe cuándo porque la ruptura imprescindible con el 78 es un enunciado que nunca realizan (ni tiene fecha). Del mismo modo, en las filas del PSOE hay distintas “sensibilidades”. La militancia de todos ellos es otra cosa, hasta el punto que muchos no se sienten ya representados. Aparte de los votantes, claro. Otra cuestión son los proyectos rupturistas de los partidos nacionalistas con los que habría que buscar soluciones federativas o confederativas y, en todo caso, hablar muy seriamente en vez de lanzarse a esas campañas rampantes del 155 y de las comparaciones odiosas y amenazas latentes… Lo que vemos estos días de campaña en Catalunya.

Aparte partidos, algunos medios alternativos están dando la batalla por la República muy honorablemente, único modo de que este país salga adelante entrando en razón.

La república dicen algunas voces no es la panacea. Claro, la panacea es el rey, ¿no?

Las instituciones no pueden ser criticadas, hay que taparse la nariz, sugieren algunos otros intelectuales calentitos en su prebenda. En vez de sugerir que las instituciones no deben ser ni hacer golfadas, que es lo que no dicen.

La república, sí, hay que construirla, eso sí.

Construir república

El régimen del 78 ha logrado con éxito situar la para ellos “marca República” asociada a la represión y el miedo, al guerracivilismo, pretendiendo que nunca se pueda soñar cambiar el mundo, este país, aquello que creen exterminaron las tropas de Franco, la oligarquía, la Iglesia y la propia Monarquía que encontró en Franco al killer perfecto. El régimen ha vigilado la Memoria Histórica, tutelado cuanto ha podido y manipulado siempre que ha podido la acción; mandado en la imagen y su propaganda, que es la imperante, posicionando sus deseos, con sus grandes muñidores y altavoces, sin comprometerse nunca a la justicia, verdad y reparación y mucho menos, a una construcción de futuro. No. Precisamente está empeñado en otro periodo transitorio hacia el abismo.

Y ahora mismo, las organizaciones y partidos sensibles a la situación que atravesamos, también territorialmente, y las dificultades por llegar, a la brecha social que ya es realidad, a las necesidades del país que habitamos, deberían estar embarcados en esa construcción, pisando tierra sobre temas reales, abriendo a la sociedad esperanza y dejando de desbarrar en otras tantas locuras que enturbian el panorama y la credibilidad en que sean una alternativa sólida, una salida. Y si no, pronto habrá que conformar un partido ad hoc republicano y empezar a olvidarnos de más tacticismos partidistas, más maniobras de distracción, más multipropuestas y más dislates. La presión fascista que es alta y se asienta no solo en la formación extrema cuyo nombre no voy a publicitar, debiera hacernos recapacitar.

El desparrame

Y para ser sólidos no se puede desbarrar. Pablo Iglesias debe creerse que está en el poder, ¡es vicepresidente!, no es ya un profesor hablándoles a sus alumnos o un entrevistador de televisión. Está muy bien que a donde no se llegue se informe a la ciudadanía, que nos expliquen claramente qué ocurre allá donde se pisa moqueta, por qué no puede hacerse nada.
A ver si nos enteramos. Pero con todo detalle. Pero además de eso, es él quien tiene que resolver la patata caliente, para eso está ahí gestionando.

El último patinazo importante, con todo, es la pretendida ley trans, una monstruosidad. Pues claro que los derechos de las personas trans hay que respetarlos y profundizar para que las discriminaciones de que son objeto en el mundo laboral y socialmente desaparezcan. Pero esto ni es que cada ministra saque lo que desee, ni es una broma. Nadie tiene cheque en blanco para facilitar que los adolescentes sean sometidos en su minoría de edad a bloqueadores de pubertad, de pasar de los padres a cualquier enterado la tutela de un menor, de quizá convertir a sanos en enfermos, a niños en dependientes de las industrias psiquiátrica y farmacéutica y hacerlo de por vida.

Poderoso caballero es don dinero y ese instituto especializado en ingeniería social que quizá el gobierno y la ministra de igualdad (que menuda igualdad es esta) y el rey, tan empeñados en empoderamiento, deberían estudiar… El Tavistock.

¿Qué pasaría si afectara a sus propios hijos?

Esto que quieren colarnos en la ley no es izquierda, es intereses de los capitalistas, de los centros internacionales de ingeniería social utilizando la psiquiatría para cambiar tantas cosas como requieran para una globalización con sujetos títeres…

Sentimientos y metafísica, en vez de ciencia, identidades que no están claras pasando a ser prisioneras de averigua quiénes. Y venga de acusaciones de odio y caza de brujas para los que osen criticar. Nuevas mordazas. Lo que le está pasando a Lidia Falcón, una mujer de trayectoria intachable en la lucha por el feminismo y pionera en la defensa de los homosexuales y la diferencia, no es ni mínimamente de recibo. Primero expulsada de IU y luego acosada completamente por tierra, mar y aire.

¿IU aún se debate en esto que tiene el rechazo mayoritario, además, de las asociaciones feministas? ¿O es que tampoco tiene duda alguna?

La República necesita gente sólida y es proyectos y es construcción sólida, no locuras. Y es soberanía popular y no intervenciones exteriores a las que abramos completamente las piernas, ya que a lo que no se mete mano es al abolicionismo de la prostitución.

Otro desbarre importante en aras a defender nuestro futuro, que son los jóvenes, es no liquidar completamente los centros de apuesta a las puertas de centros educativos, regulando absolutamente y ya este asunto, pero completamente, dotando de asistencia médica a los dependientes, recuperando chavales, propiciando programas desde Sanidad y no solo reduciendo desde la publicidad esta peste que es la nueva droga del siglo, destructora tanto como lo fueran otras sustancias de dependencia y muerte en los años 80. Propiciando alternativas de reinserción laboral, creando empleos para que nadie caiga en el gran Casino que ya es el mundo. Formando a nuestros jóvenes sólidamente, sin que nadie quede atrás por analfabetismo tecnológico, para que no crean que todo es un juego de rol, unas cuestiones de tragaperras y traga identidades a las que haya que resignarse. Dar seguridades, esas cosas lindas que garantiza la Constitución tan cacareada para según y cómo, solo cuando interesa. Y comprometerse en la superación posible.

Eso es, creo, gobernar para el futuro. Aclarémonos.


Fuente → loquesomos.org

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