Pablo 'Pampa' Sainz
Otra vez el esfuerzo vecinal ha posibilitado poner en la
alambrada perimetral de los antiguos terrenos de la cárcel de
Carabanchel, sobre la Avenida de los Poblados, paneles con el nombre de
más de 2.000 personas que en algún momento de sus vidas estuvieron
presas en la vieja cárcel franquista.
Se trata del memorial alternativo, una obra pensada, realizada y financiada por la propia ciudadanía, en especial por quienes integran la Plataforma Ciudadana por el Centro de Memoria de Carabanchel, cuyo objetivo es que en esos terrenos se instale “un espacio museístico que además de honrar la memoria de todos los que injustamente sufrieron y sufren represión allí, sirva de divulgación y reflexión sobre la historia”.
Es la tercera instalación de paneles de este
tipo, ya que en oportunidades anteriores los mismos fueron arrancados y
destruidos en actos vandálicos. “Con la reposición del Memorial la
plataforma quiere mostrar su firme determinación de mantener viva la
memoria de la cárcel”, aseguran.
El
pasado 19 de enero, miembros de la Plataforma se reunieron con algunos
representantes del Gobierno, entre ellos el secretario general de
Instituciones Penitenciarias, Angel Luis Ortíz González, y el
secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez Escobar,
una apertura a la interlocución que ha sido bien recibida tras una
década de puertas cerradas.
“Es un avance”,
define Luis Suárez, expreso e integrante de la Plataforma, aunque
remarca la diferencia entre lo que el Gobierno denomina “memorial” y la
Plataforma demanda: un Centro de Memoria.
“Nosotros no queremos un recuerdo simbólico de la cárcel, lo que queremos es que aquí haya un lugar donde se explique, se investigue y se hable de lo que fue el franquismo y de lo que fue la resistencia del pueblo español y especialmente madrileño frente al franquismo. Cuarenta años de historia que creemos no se pueden echar al olvido y que es necesario conocer para las nuevas generaciones. Ese Centro de Memoria también tiene que ser un centro que proclame y promocione los derechos humanos, algo que está absolutamente olvidado”, considera Suárez.
En ese sentido, recuerda que existe un plan parcial urbanístico aprobado que incluye diferentes edificios como un gran hospital y viviendas, pero que “en ningún caso, hasta ahora, se ha previsto nada que explique y testimonie que aquí hubo una gran cárcel, que fue la principal cárcel del franquismo en términos de presos políticos”, cuestiona.
La Plataforma Ciudadana por el Centro de Memoria de la Cárcel de Carabanchel ha recibido respuesta a su petición de crear un espacio para recuperar y proteger la historia de la prisión construida por presos durante el franquismo. El Ministerio del Interior ha denegado la petición alegando “planeamiento urbanístico sobre esos terrenos”
La reivindicación de un Centro de la Memoria se remonta a más
de una década atrás. Mucho antes de la demolición de la cárcel,
ocurrida en octubre de 2008, las asociaciones vecinales y entidades
barriales ya pedían que se dejara en pie la cúpula central del complejo
carcelario y allí se instalara el espacio memorialista.
Inaugurada
en 1944, la cúpula central de la cárcel con 25 metros de altura y 32
metros de diámetro era todo un símbolo en el imaginario barrial. “En
aquellos años de casas bajas y muchos terrenos descampados se veía de
todos lados”, según cuentan los viejos vecinos. Por su modelo panóptico
permitía que desde ella se pudieran vigilar todas las galerías que en
forma de estrella confluían en ese único punto central.
Tal
era la relevancia de la misma que, en los meses previos a su derribo,
el Defensor del pueblo apoyó la reivindicación vecinal. También lo hizo
el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) que consideraba que
aquella cúpula con estilo “neoherreriano” tenía una tipología
arquitectónica “singular” en España.
Sin embargo, las máquinas destinadas a la demolición rápidamente se encaminaron hacia la parte central y en la noche del 25 de octubre de 2008, el brazo mecánico de una excavadora agujereaba el techo de la cúpula y comenzaba su destrucción.
A partir de allí y hasta ahora, la reivindicación vecinal
apunta a que se cierre el Centro de Internamiento de Extranjeros de
Aluche y en sus instalaciones comience a funcionar el Centro de
Memoria. La petición no es casual, ya que en ese edificio funcionó el
antiguo Hospital Penitenciario de la cárcel.
La petición une las voces de las entidades vecinales, organismos defensores de derechos humanos y colectivos memorialistas, pero a día de hoy es una alternativa que se asume como irreal frente a un Ministerio de Interior que tiene en los CIE uno de los dispositivos represivos centrales de su política contra la población migrante en situación irregular.
Fuente → elsaltodiario.com
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