Es lógico que un dictador fascista como Francisco Franco pensara en ellos para continua su legado. El historia de la dinastía, de corruptelas, enjuagues, y prostitución avalaba los deseos del Caudillo (o por la gracia de Dios).
Un día como hoy, donde la palabra Reyes va a estar en boca de todos, es otro buen momento para recordarnos que no hay democracia sino se puede elegir al Jefe de Estado. La necesidad de la III república no es solo una aspiración de las personas de izquierdas, sino de todos aquellos que entiendan que ni campechanos ni preparados, que toca votar, y que la monarquía por su naturaleza es profundamente antidemocrática.
Hasta la niña Leonor lo sabe.
Fuente → insurgente.org
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