Comunicado del Encuentro Republicano de Madrid (ERM) EL RÉGIMEN DEL 78 ES UNA CONDENA PARA LA CLASE OBRERA

Comunicado del Encuentro Republicano de Madrid (ERM) EL RÉGIMEN DEL 78 ES UNA CONDENA PARA LA CLASE OBRERA

Que la constitución de 1978 es papel mojado para la clase trabajadora no es algo nuevo. Llevamos más de 40 años señalando sus carencias, sus falsos derechos y sus lastres antidemocráticos. Pero es ahora, en mitad de una crisis absoluta (económica, sanitaria, política y social), cuando la decadencia del Régimen del 78 ha quedado expuesta sin que ningún maquillaje político sea capaz de tapar la realidad: el modelo de estado actualmente vigente es un grave problema y no una solución para los trabajadores y las trabajadoras.

Estamos viendo cómo los políticos a todos los niveles (estatal, autonómico o local) se limitan a imponer medidas enfocadas a proteger el beneficio económico de las grandes empresas, empujándonos al círculo vicioso de producción-consumo del capitalismo, mientras dejan de lado la necesaria ampliación y mejora de los servicios públicos básicos que garanticen no solo la contención de la pandemia, sino también unas condiciones de vida digna para la clase trabajadora en estos dramáticos momentos. Sanidad, educación, transporte, alimentación, vivienda, residencias, pensiones… hoy son mucho más que reivindicaciones para una sociedad más equitativa. Hoy se han convertido en condiciones necesarias para la supervivencia de millones de personas.

Otro factor fundamental es la estabilidad en el ámbito laboral. La clase obrera, motor de la economía, ha sido abandonada a su suerte dejando a muchos trabajadores y trabajadoras en el limbo de los ERTEs. Las grandes empresas han sido las mayores beneficiarias de estas medidas, aun cuando ya cuentan con la ventaja de una mejor adaptabilidad y acceso a la digitalización del trabajo, mientras que el pequeño tejido productivo de nuestros pueblos y barrios, representado por los pequeños negocios y autónomos, se ve más amenazado que nunca.

Este dramático cuadro de situación no es caprichoso. Responde a un proyecto económico, político y social cuidadosamente modelado a lo largo de los últimos 42 años gracias a la constitución vigente, verdadero armazón que sostiene y protege la explotación y miseria sistemáticas que sufre la mayoría social a manos de una minoría parasitaria encabezada por la familia Borbón, siempre fuera de la ley y siempre impune.

Por todo ello es que este 6 de diciembre no solo está más justificado que nunca mostrar rechazo frontal al Régimen del 78, sino que debe servir de detonante para constituir una verdadera resistencia popular organizada en los centros de trabajo, en los centros de estudio, en los barrios, en los pueblos, en las ciudades, etc… contra quienes sacrifican (literalmente) a la clase obrera para mantener los beneficios millonarios de los grandes empresarios. Ya no se trata de mejorar nuestras condiciones de vida, sino de defender directamente nuestras vidas, amenazadas por un modelo económico, político y social inhumano.

Desde el Espacio Republicano de Madrid hacemos un llamamiento a la unidad de todos los republicanos y republicanas desde la responsabilidad que estos críticos momentos nos imponen. Convocamos a todas las Agrupaciones, Asambleas, Ateneos, Coordinadoras, Colectivos, Espacios, Partidos, etc… que comparten el objetivo republicano a iniciar las conversaciones y desarrollar las experiencias necesarias para convertir a la Tercera República en la solución colectiva a la crisis permanente que vivimos como sociedad, empezando por mostrar un contundente y profundo rechazo unitario al marco legal de la monarquía y sus secuaces este 6 de diciembre. El momento es ahora y no tenemos excusas.

Pero más allá de esta simbólica fecha, la Tercera República debe ser construida por los hombres y las mujeres que día a día, con su trabajo, crean la riqueza de un país permanentemente saqueado y empobrecido. Hombres y mujeres que en muchos casos nunca han pisado una manifestación republicana o jamás han enarbolado la bandera tricolor, pero que sin embargo aspiran a vivir en paz en una sociedad más justa, equitativa y democrática. Junto a esas personas sentaremos los cimientos de la Tercera República, defendiendo con ellas sus derechos, sus libertades y sus reivindicaciones de unas condiciones dignas de vida y trabajo.

Los republicanos y las republicanas tenemos la responsabilidad de ser impulsores del necesario movimiento popular capaz de girar definitivamente la pesada y podrida página de la monarquía, siempre vinculada a lo más reaccionario, rancio y corrupto de nuestra historia, para dar paso a un modelo de estado plenamente democrático y al servicio de la clase trabajadora que lo sostiene.

Por eso este año más que nunca:

POR LA TERCERA REPÚBLICA

CONTRA LA CONSTITUCIÓN Y LA MONARQUÍA CORRUPTAS

POR UNA VIDA DIGNA PARA LA CLASE TRABAJADORA

ABAJO EL RÉGIMEN DEL 78


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