Vox y su derecha contra la memoria democrática

Vox y su derecha contra la memoria democrática
Félix Población

Después del primer y gran atentado contra la memoria democrática de España, perpetrado por el gobierno municipal del Ayuntamiento de Madrid al destruir los casi 3000 nombres de los republicanos fusilados en las tapias del Cementerio del Este por la dictadura franquista, la extrema derecha -que hizo posible ese gobierno y también el de la Comunidad de Madrid- ha logrado destruir la lápida en homenaje a Largo Caballero que estaba ubicada en la plaza de Chamberí desde 1981.

En una y otra ocasión es de recordar, con motivo del mezquino resentimiento guerracivilista que conllevan estas acciones, que si un partido como Vox asomó a la vida política española lo fue, principalmente, como respuesta a un nacionalismo catalán asilvestrado que hizo posible el procés, con la colaboración del Gobierno de Mariano Rajoy, y una ridícula proclamación unilateral de independencia hace tres años.

También, como consecuencia de la incapacidad de la izquierda para unirse -sobre todo por parte del PSOE- después de las elecciones de abril de 2019, en las que Vox obtuvo 24 escaños y se sentó por primera vez en el Congreso. Llegado noviembre, la convocatoria de unos nuevos y evitables comicios dio lugar a que la extrema derecha obtuviera 52 diputados.

Fue igualmente el rompimiento de Podemos, con la deplorable actitud de la alcaldesa Manuela Carmena y su ahijado Íñigo Errejón haciendo partido aparte poco antes de las elecciones autonómica y municipales, lo que también contribuyó a dejar Madrid en bandeja para que la ultraderecha naciente decidiera los gobiernos municipal y regional que soporta.

Todo ello, sumado, trajo consigo ese afán de demolición de la memoria democrática puesto en marcha en la ciudad de Madrid y ejecutado contra la simbología que recuerda a las víctimas republicanas de la dictadura franquista, entre las que figura un presidente del Gobierno de la segunda República, víctima a su vez de los campos de exterminio nazis.

Más de doscientos especialistas en Historia Contemporánea de universidades españolas y extranjeras han desmontado cada una de las falacias en las que se basó Vox para perpetrar tamaña vileza contra la memoria de Largo Caballero e Indalecio Prieto. Gracias a muchos de ellos y a quienes les precedieron tuvimos la historia que merece un país democrático y que nos había silenciado, tergiversado o manipulado la dictadura.

Atentar contra esa historia y su memoria, según hace Vox y su derecha, es equiparable en intención al ánimo totalitario que llevó a los predecesores de ese mismo ideario a desencadenar una guerra y encadenarnos al régimen franquista durante casi cuarenta años. Es así de grave.


Fuente → laultimahora.es

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