Gracias caudillo, mi papá me ha dicho que por su gracia a futuro seré rey

“A Felipe VI le votó un español, Franco”

Bronca en el Congreso a cuenta de la Casa Real. Los ánimos en el hemiciclo se han caldeado después de que el portavoz de ERC en la Cámara baja, Gabriel Rufián, haya dado la “razón” a los partidos de la derecha en que al rey Felipe VI le votaron los españoles. En concreto, uno solo: Francisco Franco. Afirmación que ha desatado una gran protesta desde la bancada azul con varias llamadas al orden, entre otros, a Teodoro García Egea. “Señores de la derecha, de la extrema derecha, tienen razón”, ha afirmado el diputado de Esquerra, que ha admitido que a Felipe VI “le votó un español: es este, Francisco Franco”. “Tenía unos 10 años él, un poco joven”, ha apuntado mostrando una fotografía del dictador junto al actual monarca.

Los gritos se sucedían desde los sillones de las formaciones de la derecha ante los intentos de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, de calmar los ánimos. “Señor García Egea no tiene usted la palabra, silencio”, le pedía la socialista al secretario general del PP, que estaba visiblemente molesto con lo dicho por Rufián.

Previamente, el portavoz de ERC ha asegurado que Vox cuenta con 52 diputados en el Congreso, “pero en total tiene 53, porque tiene uno en la Zarzuela, he aquí lo dramático”.

Minutos después, tras varias preguntas a los ministros en la sesión de control, el líder del PP, Pablo Casado, ha pedido la palabra para solicitar a Batet que se retire del diario de sesiones las palabras de Rufián sobre el monarca. “No se puede agredir así a las instituciones con la complicidad de este Gobierno, no todo vale”, ha defendido el popular ante los aplausos de su grupo parlamentario.

Ante esto, la presidenta de la Cámara ha recordado que existe libertad de expresión. “Muchas veces en esta cámara hay que escuchar cosas que se rechazan, que no se comparte, incluso pueden ofender, pero creo que mi papel como presidenta es respetar la libertad de expresión”, ha asegurado Batet. En su opinión, “no se han vertido insultos ni atribuido insultos directos” y ha pedido a los diputados que, “por el bien de la convivencia, por el bien de la imagen de esta cámara, por la ejemplaridad que debemos a la sociedad”, haya “respeto”.

“Les pido contención, saber escuchar al discrepante. En definitiva, educación”. Algo que, según la socialista, no se ha dado esta mañana en el hemiciclo.