
“Quienes negaron la libertad para defender sus privilegios no pueden reclamarla ahora para intentar recuperarlos” (José de San Martín)
«Los borbones en pelotas´´Maité Campillo
Los borbones tienen bufones, pero ninguno, como Hop-Frog y Trippetta
“Los españoles han echado al último Borbón, no por Rey sino
por ladrón”. (Ramón María Valle-Inclán). Alfonso XIII tenía depositados
el equivalente de unos 50 millones de euros en bancos de Londres y
París. La maldición de los dioses cayó por estas tierras con varios
siglos de monarquía gabacha de corte parásita, además de corrupta, de un
absolutismo feudal metástasis dentro del estrato social contra un
pueblo que solo dijo ¡¡BASTA!! Ubiquémonos en un periodo corto de años
donde nos encontremos con la I República, del 11 de febrero 1873 hasta
el 29 de diciembre del 1874. Y, II República, de 1931 al 1939, al que le
sucedieron 40 años de paréntesis macabra para volver tras la muerte del
General del esperpento español a un nuevo rebrote monárquico por
imposición a manos del yanqui y del dictador. Aunque la, “Paquita”,
antes se autoproclamó Caudillo por la gracia de Dios, y esperó cuarenta
años, justo hasta que estiró la pata sobre el escenario del crimen como
forma absolutista de poder. Tras los cortos periodos republicanos,
siempre hubo un general presto a restaurar la dinastía caduca de los
borbones. Recordemos el discurso de Castelar en las Cortes de la I
República: <<Señores, con Fernando VII murió la monarquía
tradicional; con la fuga de Isabel II, la monarquía parlamentaria; con
la renuncia de don Amadeo de Saboya, la monarquía democrática; nadie ha
acabado con ella, ha muerto por sí misma; nadie trae la República, la
traen todas las circunstancias, la trae una conjuración de la sociedad,
de la naturaleza y de la Historia. Señores, saludémosla como el sol que
se levanta por su propia fuerza en el cielo de nuestra Patria>>.
Y, ésto, dijo un periódico catalán: <<“¡Ya la tenemos! ¡Ya la
tenemos, ciudadanos! ¡El trono ha caído para siempre en España. Ya no
habrá otro Rey, que el pueblo, ni más forma de gobierno que la justa,
santa y noble República federal!>>. Pero un ejercito de casta no
es el pueblo y los generales de la unión de las “Españas” de Isabel II,
los militares, que no fueron Fermín Galán y Ángel García entre un puñado
de valientes tan desconocida por la Europa imperial su casta
revolucionaria y su intento de justicia sin flor sobre el cañón. Primero
el general Pavia, puso fin, tras once meses a la República Federal,
instaurando una República Unitaria bajo una dictadura dirigida por el
general Serrano. Y a final de 1874, otro general, esta vez Martínez
Campos, dio un golpe de estado instaurando una vez más a los felones
rechazados por el pueblo.
La reina y sus cojines
Tras la caída de Isabel II, llegó su exilio no su guillotina,
diferencia histórica visceral con La Comuna de París. Cuando los
hermanos Gustavo Adolfo Bécquer, poeta, y el pintor Valeriano Domínguez
Bécquer desnudaron a los borbones con la unión de las artes al alcance
del talento, aprovechando la oportunidad firman con el seudónimo SEM, la
obra “Los borbones en pelotas” (1868-1869). Serie de acuarelas de
amplio contenido sátiro-pornográfico que consta de 107 originales, las
cuales circularon deslizándose como la seda entre exposiciones
clandestinas; obra descubierta -al menos a la luz pública- en 1986, de
las que se salvan de la rapiña 89 ilustraciones. Cuentan que la mentada
reina dejaba olvidadas braguillas y refajos en lugares increíblemente
insospechados, así a la ligera condimentaba la chiquilla el mentado
pedernal. Que si caprichosilla, decían, en alta fiebre bubónica liberada
de las garras de la guillotina ¡¡Fiebre parisina en nebulosa de paz,
atrevido reposo, sin mediar la faena final sobre el ruedo de la
Bastilla!! De ahí que su estela portara tanto cofre pesado a la España
feudal que ni la “transición” ha podido deshacerse de ella, y mucho
menos en “democracia” ¡¡El peso es insostenible!! Y el contador de
sacas, arcas, cajas fuertes, reliquias y ornamentas sigue sin dar abasto
en sacar la cuenta, pues la ley no suelta prenda por no imperar la
justicia. Ahorita son espantosas cajas fuertes, debe ser cosa del siglo
donde abundan los apagones entre voluminosos caudales a toda costa;
cajas fuertes sobre economía de guerra, venta de armas por aquí, allí y
mas allá; paraísos fiscales a servicio de “la moneda internacional”
estela sobre el cuño imprimido de la especulación puagggg ¡Demasiado
peso sujetar la doble función cabeza e imposición real en este su reino
de aprendices del amo!!! Y entre tanto de tanto llega el rescate del
“campechano”; FMI, FME, CIA y Pentágono se ofrecen voluntarios, la Santa
Sede y la OTAN “sólo obedece órdenes”; es cuando el cuento se hace mago
y procrea en expansión.
La ley es moneda nacional
No hay más que observar como se animan y reaniman a su estela
pedernaria con pasión -¿atracones a lo Isabelica?-. Para qué visitar
tabernas de tres al cuarto teniendo yates con estrellas en bandera
gringa de categoría; para qué compartir penalidades, es poco
democrático, además, el populacho andaría merodeando limosna con las
velas colgando y los bolsillos de extrarradio infestos, poco grato para
un “campechano”-¿o no ven que ahorita estamos en democracia? ¿Cómo
sustentan los hilos del capote de la marioneta sobre ruedo rojigualda
las nuevas generaciones del ‘todo por la patria’ eh?. Qué vulgar la
prensa de entonces dios, qué mal pagada la Isabelica, qué ordinariez
sacar sus braguillas a airear a la vía pública ¿qué es eso de ir de
cuartel en cuartel pidiendo reproducción además de satisfacción? ¡Pero
qué vicio más bajo señor, qué vulgar y villano, qué bajeza real pudiendo
hacerlo esquiando en el Mont Blanc con nevada incluida sobre la cima
bajo las estrellas al servicio del confort!! Claro que ahorita ahora son
otro tipo de burdeles vernáculas, publicidad oficial en pantalla USA:
pastillas para el cansancio, platillos y volantes del fortín USA,
explosivo, para nada de alubias, lentejas ni siquiera balaceras de
garbanzos de los campos de Castilla sino, USA, salvavidas anti-gas sin
tanga a la vista de Dios, USA la luz de la atracción sobre el atracón
donde se reparte el mundo, USA, lo que la OTAN se disputa; USA flotador
USA y hallarás la solución sobre balas del cañón ¡¡USA, USA, USA,
blanqueo de capital!! Nada que ver con los atracones de Isabel, pues
mucho más bourbon toma el “campechano” Borbón que vino entre saltos de
cama la chatica; en casa de la Isabelica, el aroma a café era más
silvestre un espectáculo más de pecado original que terrenal colado con
los calcetines de la soldada real, no se puede comparar que va, ahorita
son angelitos sin rabo de nube puaggg (arcones de “joyas” vía Colón),
hoy vía Palestina, Iraq, Siria, Corea del Norte y otras vías. De ésto
sabe mucho Aznar y sus chicos de Fraga, Arias Navarro, Martín Villa…
claro que aniquilar pueblos ofrece un tipo de espectáculo -a lo romano-
muy ajeno al covid 19. Nada como destetar escamando al sol y son del
FMI; que se lo pregunten a GAL González “el socialista”.
Pollo real, Pollo Arana y General Bonito
Fueron algunos de los favoritos de la chatica, personajes más
de corral y andar por casa que las “adineradas del campechano”. Caspa
corpórea de la involuta mortal, poliedro romboedro rojigualda feudal,
nubarrón de patéticas tormentas sin rabo de nube a la vista arma que
permite aflorar sus emociones por imposición, escudo de democracia con
el que goza el clan de la institución “campechana” y “plebeya”, por
derecho, sobre el sudor y habilidades de los antagónicos por eso es que
viven a destajo y recreo entre ajardinadas mansiones, caseríos, chaletes
y cortijos en potencia expansiva CIA entre bases estratégicas y
territoriales en imposición de bozal. Ejércitos por constituciones y
tropa por lanza misiles desde la comisura de su sien hasta sus plantas
donde anida la bota de la Casa Blanca. Cremallera del silencio que
fomenta la degradación como exponente de nieve en copos rumbo al
cascabel inquisidor, enchufe córneo al extremo de la cola de sus gases
que permite camuflar la cría de proyectos de expansión millonaria.
Armas. Pase de toreros sobre vía parlamentaria taurina. Pueblo en ruedo y
circo en las gradas. Campaña electoral y Parlamento sobre la ciudad de
la trampa. Carnaval bélico. Investidas sin escrúpulos como trasfondo del
telón sobre ruedo, Corpus Domini, a favor del ultraje de la corona.
Cono ario para más señas acredita la feudal tiranía a lo clan del
Kus-Kus-Klan. Vía satélite imperial ‘nuevas alternativas’ a los que
acompaña un infecto tejido social maniatan tendones y músculos, atrofian
la circulación imponiendo ocupaciones sobre otras culturas hasta la
exterminación palestina, libanesa, iraqí, siria… miles de mexican@s son
violadas y asesinados en busca de una salida laboral sobre su propia
tierra usurpada por el amo del norte: todo está mejor visto que la
pandemia, algo así como el mejor tejido exponente en mordida
aniquiladora.
Más que un sainete por capítulos la institución de los borbones
(Reyes, príncipes y princesas de la cópula sin salida del clan
de los anillos salvo en las asomadas nocturnas para limpiar polvo al
linaje). Desde el reinado del felón Fernando VII, traidor además de
cobarde absolutista y asesino, los borbonxs se han dedicado toda su vida
a hacerse el “sonso a lo campechano”. Las guerras de imposición son su
mejor aliado. Además de tocarse el tambor y clarinete, fomentan
exterminios de clase, apaleando estela para mejor asegurar su
degradación expandiendo linaje y cancan a lo burdel de Pigalle. Sobre
laberintos subterráneos pasan marquesxs entre dulces sobados de
alcoholemia y bufonadas papanatas en las cortes lóbregas del alcanfor
(bufones asqueados de las viles bufonadas hartos de la peste de palacio a
lo Hop-frog se rebelan en el cuento d` Edgar Allan Poe). Pues el rey
felón que no daba una o no atinaba en la resolución del caso (y tener
los tenia como hay dios fuera del ámbito del clan) a pesar de que casar
se casasen a destajo, de ahí viene la unión con la iglesia, gracias al
tentáculo potente en madriguera entre sobrinas, primas para el riesgo y
sábanas de almidón. El caso es que antiguamente los reyes y emperadores
morían de gota (que no de chirigota) que encaprichada hinchaba sus
vientres como el del aborigen alemán Noel, que llaman papá, que de un
constipado pegó un estornudo y se procreo entre el mundo de “los
pobres”. Pues eso, de tuberculosis perdidos, sífilis apostillado,
Absenta en grados convulsivos, los menos decapitados; no eran tan
longevos como el del porrazo sobre cristal de las verónicas hoy
desaparecido con el botín.
María Cristina de Borbón-Dos Sicilias
No tardó ni la mitad de un estornudo en olvidar al finado rey y
esposo pues sin guardar luto más de tres días se impuso a la muerte
eterna, con lingotes de oro a la iglesia voluntaria, de Palacio y las
Cortes. Descerrajó cerraduras y abrigó mancebos a tutiplé la damisela
con gran desparpajo, haciendo de algunos de los sargentos condición
pretoriana particular y encajonó entre armarios a educandos para copular
a gusto a escondidas de las brujas de Palacio. Varias andanzas tuvo la
regenta. No cesó de parir vástagos por doquier en replique de campanas
generosas y sumisas al olfato del doblón. Hasta las tabernas copleras de
vida-burlona desgañitaron con los caprichos de la borbona, pero eso a
la picalagartos o picaflor sin recato en distinción le daba igual que lo
mismo. Lanzó pues al viento el sudario entre instituciones y hasta
contra la propia madre iglesia. A sus propias hijas arropó personalmente
entre el mismo refajo para que aprendieran de la regenta con pleitesía.
Con uno de los mancebos tuvo ocho hijos gracias a la “liberación
clandestina” entre pierna y pierna, y ofrendas a María. A cuanto paría
los mandaba a Francia, pues la Bastilla, seguía ensimismada ajena a la
guillotina, y, a los pocos años de regencia a la propia hija Isabel, la
echaron a patadicas y pusieron a un General. Diossss, los generales,
valen para todo antojo real, para imponer la ley en sable del verdugo
sobre todo. Aunque paticoja en educación, resultó descocada la mozuela
por educación de cuna en derroche, pues vidorra de reina vivir vivía. No
se les ocurrió mejor idea que asignarle unos maestrillos de tercera
para su fornicación -perdón formación- y se descarrió desconsolada de
alcoba en alcoba en busca de un maestrillo mejor. El preceptor mayor era
Agustín Arguelles; su profesor general José Vicente Ventosa; su maestro
de música Francisco Frontela, formando parte del tripartito el
preceptor Salustiano Olózaga que destacaba por su preparación jurídica a
favor de Palacio (Educación basada en formación doméstica para más
datos incluida religión y piano). Pero la joven reina escarlata lo que
sí recibió, de tales ilustres pringadillos, fue una esmerada y fragante
enseñanza sexual preñada de acontecimientos dignos de un festival de
Hollywood. José Vicente Ventosa fue expulsado de Palacio por “razones
graves” -¿acaso impotencia?-. Salustiano Olózaga fue el encargado de
despojar su inocencia la muchacha no maduraba ni pa dios, así es como
revivió hasta la saciedad, entre atracones de viandas y desenfreno
carnal los principios amorosos del forniqueo en jaque mate a la reina. A
Francisco Frontela se le conoció también como amante de la
encaprichada, concediéndole por sus buenos atributos, la Cruz de Carlos
III.
De lo que opinaba el conde de Romanones sobre Isabel II
<<A los diez años Isabel resultaba atrasada, apenas si
sabía leer con rapidez, la forma de su letra era la propia de las
mujeres del pueblo, de la aritmética apenas sólo sabía sumar siempre que
los sumandos fueran sencillos, su ortografía pésima. Odiaba la lectura,
sus únicos entretenimientos eran los juguetes y los perritos. Por haber
estado exclusivamente en manos de los camaristas ignoraba las reglas
del buen comer, su comportamiento en la mesa era deplorable, y todas
esas características, de algún modo, la acompañaron toda su
vida>>. Llegó la hora de la unión marital. La casaron a los 16
años, las alianzas monárquicas europeas bien por las arcas o por la
ubicación estratégica de palacio la querían imponer un novio cada cual
más pelele. Después de descartar a los más pobres en grietas, su madre
junto con la iglesia y contados políticos de la banca monetaria, le
impusieron al que más le resbalaba mujer alguna para mejor manejar, por
ser encarnación de borbón por el centro y los cuatro costados, a
Francisco de Asís de Borbón, primo hermano de la mozuela, y la chatica
gritó: “¡¡con paquita no, con la paquita nooo!!”. Por lo que sin demora
desde el primer día de matrimonio, la Isabelica, se dedicó con devoción a
lo que por experiencia sobresalía de ella mejor en sociedad, “jugar”,
jugar a las escondidas, con el que más cerca de su mano se encontrara
fuera gato o ratón, pollo o gallina. Por lo que la vida de Isabel II, se
desarrolló a lo Borbón, de fiesta en fiesta. Se acostaba a las cinco de
la mañana y se levantaba a las tres de la tarde cara al sol todos los
días en camisa nueva.
El primer apasionado fue el general Serrano
A quien Isabel II califica como el “General bonito”
-confundiendo betún con atún- produciendo auténticas risas pues
obsesionada con lo que le gustaba del “bonito” lo perseguía por mar y
tierra entre los cuarteles de Madrid. A tal nivel llegó la algarabía
pública de la chiquilla que el ejército vilipendiado decide trasladar al
cuitado “bonito” indefenso fuera de los madriles en un ¡corre, corre
“bonito” que te pillo en el cuartelillo! Otros apasionados reconocidos
de la mentada fiebre ardiente fueron el cantante José Mirall cuya voz
entusiasmaba a la reina tanto como sus atributos; también lo fue entre
otros menos conocidos y hasta nada conocidos, el conocido compositor
Emiliano Arrieta; el coronel Gándara; Manuel Lorenzo de Acuña marqués de
Bedma… Destacó entre todos el capitán José María Arana para los íntimos
“pollo Arana”, del que diría el propio marido de la Isabelica,
Francisco de Asís de Borbón -riéndose de la fiebre devota de la chatica
¡Cuidado con el “pollo” que te está poniendo los cuernos… ja ja, si lo
sabré yo! Pero su pasión ciega se impuso, como cielo encapotado,
logrando ascender al “pollo”, a coronel, y tras el postre, le otorgó la
Cruz Laureada de San Fernando. No se sabe si la cruz se la trenzó sobre
pelo en pecho o sobre los bajos pues el silencio ético de la Santa
Iglesia y Palacio, cerró cremallera sobre el tributo logrando,
alumbrando con luz divina otra chatica más a la corte de Pigalle, la
infanta Isabel, la “Araneja”, más conocida como la Chata.
Pasión a fuego sellada
Fue la que mantuvo con el capitán de ingenieros Enrique Puig
Moltó, al que pasó a llamar “pollo real”, el que fuera padre de Alfonso
XII alias Puigmolteño, al que su madre Isabel dijo en repente de
franqueza: no alardees demasiado, ni te las des de majadero vayas a
ponerte farruco, pues eres “pollo”, y aunque real, no gallo, lo único de
Borbón que corre por tus venas soy yo no tu padre (Lagrimoso a lo
desconsolado empezó a cantar el pío pío). Otro de los apasionados fue el
general O´Donnell, que había llegado al poder con la Vicalvarada,
iniciándose un periodo histórico conocido como el bienio progresista
dirigido por la Unión Liberal (1854-1856). O´Donnell se sintió atraído
por Isabel II la “apasionada”, por lo que ésta respondió a la investida
cultivando amor de alcoba, la edad no importó, pues que son veintiún
años de diferencia entre sábanas blancas en llamas? Cuentan
historiadores sobre el culebrón que este entendimiento entre ambos
cambió su melodía eucarística a la vuelta de la esquina por la
influencia que ejercía sobre la reina el padre Claret y la monja de las
llagas Sor Patrocinio. Que logran neutralizar las medias de cristal que
liberar pretendieron a través del tacto inocente O´Donnell; el que
topara con la Iglesia al paso allá donde se encontrara lanzándose
mutuamente papas por piedras para no dañar cornamenta ni coronilla ¡Mira
que meterse en una ratonera por amor, fíate del confesor y no corras!!
La batalla apasionada de los encantos resultó pelín frívola para la
iglesia, por abuso en franqueza carnal, logrando sobre la tal Isabelica
humillación pública sobre O´Donnell, lo que provocó su cese… vaya, que
se cansó del juguete y le destronó como general!!! Buscó un
campanillero, más acorde, con la iglesia de Palacio. Le siguieron otros
capitanes, secretarios, cantantes, marqueses, gobernadores y hasta
ministros como el de Ultramar, Carlos Marfori y Calleja, que la
acompañará al exilio por el triunfo de “La Gloriosa” en 1868. La lista
real de amantes auténtica de la reina fue guardada entre el ardor de su
pechuga en borrador por sudadera. Ni ella fue capaz de retener el
múltiplo, del sacrificio carnal a su alcance, elementos reunidos
apasionadamente dentro de su caparazón. Reinar reinó la iglesia, y
cuatro terratenientes a favor, pero… lo bien que se lo pasó sin coger
jamás fregona, escoba, ni escobón, ni se imaginan la de hijos que parió
por` AMOR.
El tatarabuelo del Rey
Nace un 28 de noviembre de 1857, Alfonso príncipe de Asturias y
más tarde Rey de España, hijo del capitán de ingenieros llamado Enrique
Puig Moltó “pollo real”. Los genitales del bulto sobre el vientre
preocupaban a la reina por lo que ansiosa preguntó al médico “Tomasito”,
de nombre Eustaquio del Corral y Oña: -si la criatura sale varón te
nombro marqués del Real Acierto (ja, ja, ja, rió Tomasito la gracia de
la reina). Así es como Alfonso XIII, hijo póstumo del rey nace seis
meses después de fallecer éste convirtiéndose en el heredero al trono de
la tentadora España imperial. Pasándose por el forro de las avellanas a
sus dos hermanos mayores, claro que nacidos de otra mujer, de las
tantas decenas de relaciones extra-conyugales de su padre. Hay quien
permite ir un pelín más lejos su atrevimiento, asegurando que Alfonso
XIII, no fue hijo natural de la propia reina María Cristina, sino que
ésta por ley del arrebato en sus manos logra el “cambio” defenestrando
una nueva chata para palacio por otro recién nacido varón fuera de
Palacio. Así de fácil. Cuántos miles de cambios y desaparecidos cuenta
la España Imperial!! ¿Hijo quizá de la guardabarreras Adela Lucía
Almerich? A la que el rey mandó al marido a la guerra de Cuba para que
no estorbara al alumbramiento varón a la corte de los milagros. Ala, a
Cuba, a morir como un soldado por la patria ¿o se lo cargaron antes de
llegar quién podría asegurar lo contrario? El curriculum presbítero de
el bisabuelo del “campechano” fue como agua para chocolate en carga de
“amantes”, larga lista e hijos bastardos por decenas más que olvidados
ignorados ¡¡A ver si vamos a tener sangre azul alguno de nosotrxs
puagggg, agarren la estaca contra los derechos de pernada zasss,
punnnnn, ya!! Este tipo de ladrones malandros no deberían de irse del
país, habría que expulsarles con derecho al botín, ni son héroes, ni
herederos de dinastía alguna; por representar ni siquiera representan
dignidad, sus intereses lícitos no son lo asegura la evidencia y, a otra
función, que ya años que dura el carnaval.
NOTA
El hijo de Alfonso, Juan de Borbón, no llegó a ser rey, pero
sí, apoyó a Franco en el golpe de estado y colaboró durante la
dictadura. Se dice que tenía mucho dinero en Suiza (“que raro”) y que a
su muerte ese dinero llegó a Juan Carlos y a sus hermanas. Y de pronto,
aparece en el ruedo doña Pilar de Borbón hermana de Juan Carlos I,
destapándose otro caso más de corrupción. El Rey actual, hijo de Juan
Carlos I, y de Sofía, ha callado ante su tía y los negocios turbios de
esa familia, su familia, su institución, de todos los negocios turbios
de usurpación de vienes públicos, y es que… hacen falta muchos Galán y
García, muchos alcaldes de la II República, mucho pueblo como el del
36-39 que salga a tomar calles y plazas.
Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
Fuente → kaosenlared.net
No hay comentarios
Publicar un comentario