

En estos días hemos visto como el sátrapa Juan Carlos I se marchaba
del país para eludir a la justicia, que le investiga en Suiza por el
cobro de millonarias comisiones por parte de Arabia Saudí, sin que el
Gobierno español hiciera nada por impedir su marcha. Mientras, para
dejar claro la naturaleza reaccionaria del régimen del 78, el rapero
Pablo Hásel se enfrenta a entrar en la cárcel si no paga una fianza de
20.000 euros.
¿Y por qué su entrada a prisión? Por decir en sus canciones y tuits
lo que hemos conocido públicamente en estos últimos años: que el Borbón
robó millones de euros, que es un franquista (fue puesto a dedo por el
dictador), que la policía tortura y dispara contra inmigrantes.
Hace seis años, Pablo Hasel se convirtió en el primer rapero en ser
condenado por delitos de injurias a la Corona y por “enaltecimiento del
terrorismo”, con una sentencia de dos años de cárcel. El 1 de febrero de
2018, la Audiencia Nacional le condenó a otra pena de dos años y nueve
meses de cárcel, más una multa de 40.500. Todo esto hace que su pena sea
un total de cinco años, por cantar canciones y poner tuits contra este
régimen corrupto, franquista, que reprime a los que luchan, que amordaza
a raperos, artistas, sindicalistas, que manda a prisión a los jóvenes
de Altsasu o encarcela a dirigentes independientes catalanes por
organizar un referéndum democrático.
El caso de Hásel no es el único en su campo. En 2014, el rapero
Valtonyc fue condenado a tres años de cárcel y se exilió en Bélgica para
no entrar en prisión. El colectivo la Insurgencia fue condenado a dos
años de cárcel y una multa de 4.500 euros por “enaltecimiento del
terrorismo”. Y hay otros muchos ejemplos más: Cassandra Vera, César
Strarwberry, Willy Toledo, que han pasado por los tribunales por
criticar la Monarquía, por hablar mal de la Religión o hacer chistes
sobre el represor Carrero Blanco.
Según la asociación de derechos humanos danesa Freemuse, en 2017 y
2018 el Estado español fue el país con más raperos en la cárcel, con un
total de 13, por delante de China, Irán, Egipto y Turquía, y era el
tercero con más creadores y artistas enjuiciados, sólo por detrás de
Egipto y Etiopía. Y si hablamos de sindicalistas y luchadores sociales
la cosa se pone más terrible aún: más de 300 han sido llevados a los
tribunales por participar en piquetes informativos, huelgas, etc. Como
el caso de Alfon o Andrés Bódalo. ¡Esta es la magnífica democracia que
nos da el régimen del 78, represiva y corrupta!
De hecho la Ley Mordaza, la ley aprobada por el PP en 2012, ha sido
utilizada para reprimir todo tipo de luchas sociales, movilizaciones,
huelgas, etc. Antes de la aplicación del estado de alarma, se
impusieron 285.919 multas, con una cuantía total de 131.470.206 euros.
Tanto PSOE como Unidas Podemos se comprometieron tanto en campaña
electoral como en el inicio del gobierno de coalición a derogar esta ley
que legaliza la más brutal represión. Sin embargo, en los 75 primeros
días del estado de alarma, se impusieron 1,1 millones de multas, un 42%
más que en los tres primeros años y medio, y más de 9. 000 personas han
sido detenidas. ¿Así es como pretende el gobierno de coalición hacer
caso a las reivindicaciones de los que les votaron?
Desde Izquierda Revolucionaria y el Sindicato de Estudiantes nos
solidarizamos totalmente con Pablo Hásel. Nos parece absolutamente
injusta la pena que le imputan y es una vergüenza que vaya a entrar en
la cárcel. Pedimos su total liberación y la absolución de todos sus
cargos.
No podemos permitir que una justicia franquista encarcele a raperos, a
independentistas catalanes, a sindicalistas, mientras permite que los
corruptos se libren de sus penas, que monarcas huyan de los tribunales a
disfrutar de un retiro de lujo pagado por todos. Así mismo exigimos la
derogación de toda la legislación represiva: La Ley Mordaza, los
artículos del Código Penal relacionados con las injurias a la Corona, a
la religión, etc. No podemos permitir que se silencie lla voz de los que
luchan contra este sistema injusto y corrputo.
¡Libertad para Pablo Hasel!
¡Los borbones son unos ladrones!
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