
La orquestación de la fuga de Juan Carlos I es un craso
error que pagarán con sangre quienes lo decidieron, quienes lo
conocieron, quienes participaron, y cómo no, rascándonos el bolsillo, de
nuevo, en resto de los españoles.
La huida del rey emérito ha sido diseñada de una manera parecida a
como fue la de su abuelo Alfonso XIII, y parece también que por causas
parecidas. Resumámoslo así: “Como ya tengo pasta suficiente en el
extranjero, ahí os quedáis hasta que me llaméis, hincados de rodillas,
que para eso os dejo al hereu”. En su caso, “el preparado”, era Franco.
Lógicamente, la Italia fascista no prestó oídos a las reclamaciones
de la República Española de retorno de los personajes y sus bienes, ya
que “el Duce” estaba ayudando en ese momento al “Caudillo”. Tiempos eran en que Alfonso XIII y Don Juan, los fugados, hablaban de una “Cruzada Cristiana” en España y convocaban misas en Roma a las que asistían los representantes del III Reich.
Pero pintaron bastos por la cosa de la Segunda Guerra Mundial, al
equivocarse inicialmente de bando, pero también porque Franco decidió
quedarse al mando de España, ya que, al fin y al cabo, era él el que la
había conquistado.
La familia Real se refugió primero en Suiza y, al acabarse la pasta,
pasaron a Portugal, país perteneciente al bando Aliado, donde residió
el aspirante al trono de España esperando a que el Dictador muriese en
su cama, para reengancharse a un país en el que durante decenios,
reconozcámoslo, la revista más vendida ha sido HOLA!.
El primer síntoma de que las cosas ya no son igual que entonces, lo tenemos en la Intervención de la Diputada alemana del Bundestag Zaklin Nastic (Die Linke)
quien ha pedido que la justicia española actúe con imparcialidad y
emita una euroorden de detención contra el rey Juan Carlos I.
«Ahora veremos si la justicia española es democrática y políticamente imparcial. Esperamos una euroorden de detención contra el antiguo rey, a fin de cuentas, también emitieron una contra Carles Puigdemont por un referéndum, cuando era el presidente electo», ha indicado claramente en un tuit.
Son, en este momento, nuestros propios aliados los que nos están reprochando que así no se deben hacer las cosas.
Como elefante en cacharreria, el Tribunal Supremo ha rechazado la adopción de medidas cautelares que había solicitado Òmnium Cultural
contra el rey emérito. La sala ha argumentado que el sistema procesal
no prevé la adopción de medidas cautelares respecto de quien no tiene la
condición de investigado; es decir, que el Poder Judicial está, en no
permitir esclarecer lo que ha pasado; y como siempre, al servicio de los
que mandan.
Y no solo eso, tenemos un Gobierno que dice públicamente que
no sabe dónde está Juan Carlos I, el ex-jefe del Estado, personaje que
ha ido siempre por el mundo acompañado de séquito, asistentes,
representante de la casa del rey, médicos, chóferes y guardaespaldas
oficiales. El cachondeo internacional está servido. Piensan, y
con razón, desde el Consejo de Ministros, que ya no nos viene de un
ridículo más.
Añadámosle un elemento surrealista, para complicar el tema. Padre e
hijo (por lo menos), en los días anteriores, y con la asistencia de al
menos una ministra se reúnen y deciden que, el primero, el emérito, hará
un “simpa”, porque “solo” de la parte de la comisión
del AVE de la Meca (más de 100.000.000), le tocan pagar más de 60
millones de euros a Hacienda (delito fiscal añadido). Y decide no pagar.
El hijo, que es conocedor de la decisión, no solo lo permite, sino que
impulsa todos los mecanismos del Estado para que sea posible salir de
incógnito de España, servicios policiales y de inteligencia incluidos,
quienes por ley, vienen obligados a conocer la actividad de todos ellos.
Pero la pregunta que, de verdad, nos debemos hacer es si la
voluntariosa diputada alemana, además de pedirlo en las redes, ¿puede
ella impulsar un procedimiento para la persecución del evadido y de
quienes han sido sus cómplices?. Ella, o, por qué no, Òmnium Cultural.
Y aquí es donde el mundo sí ha cambiado realmente; los que han tomado y ejecutado la decisión del “toma el dinero y corre”,
lo han hecho con la misma mentalidad que en 1936. El tema va a ser una
fístula purulenta que va a acompañarnos, desgraciadamente, por décadas.
De inicio, hemos de diferenciar el sainete nacional, que en esto
nadie de fuera se va a meter más que para reírse en nuestras barbas, y
la segunda son los dineros, y sobre eso, ya no somos autárquicos.
Y es que España ha insultado la inteligencia de quien le acabamos de
pedir miles de millones de euros porque no llegamos a fin de mes.
Fuente → diario16.com
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