
Dina Bousselham, politóloga y directora de LUH, ha abordado
la crisis de la monarquía española en el programa de teleSUR ‘En clave
política’ emitido este miércoles. A preguntas del periodista Orlando
Pérez, Bousselham ha destacado que la “huida” del anterior jefe del
Estado, Juan Carlos I, ha reabierto “una crisis institucional que empezó
hace diez años”. “Estamos viviendo una crisis institucional sin
precedentes que lleva abierta desde 2011 con el 15M y que a día de hoy
está siendo mucho más palpable con esta crisis de la monarquía, que está en absoluta descomposición”,
ha insistido la directora de LUH, que ha considerado que los políticos y
periodistas “promonárquicos” que están “defendiendo la figura del rey”,
lo que en realidad están haciendo es “defenderse defendiendo al régimen
del 78”.
Bousselham ha considerado que en este tema hay “dos
claves fundamentales” que decidirán el futuro: una que tiene que ver con
“la voluntad política” y otra que tiene que ver con “la ciudadanía”,
que es “el motor del cambio”. En cuanto a la voluntad política, ha
considerado que “el principal actor va a ser el PSOE”, que –con su
secretario general, Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno de
coalición– es “quien tiene la capacidad de abrir y de continuar” con el
debate sobre la forma de Estado en España. En cuanto a la ciudadanía, ha
considerado que es “quien tiene que estar señalando y empujando para
que ese debate que está habiendo ya en los bares, en las cafeterías o en
las casas se pueda seguir llevando” y esa ciudadanía pueda decidir “qué
modelo de Estado quiere” y “el devenir de su historia”. “Ojalá esas dos
cosas vayan de la mano, ojalá el PSOE vuelva a sus orígenes y a lo que dicen sus propios documentos,
a esos valores republicanos, y que esa defensa de los valores
republicanos se concrete en hechos, en la práctica, y no solamente en
discurso político, y por supuesto que deje de encubrir a una monarquía
que a día de hoy está siendo deslegitimada y que tiene muy poca
credibilidad”, ha añadido Bousselham.
La directora de LUH ha
manifestado que prefiere señalar “a la propia monarquía” que “al rey
huido”, pues “todo lo que se está conociendo en torno a la supuesta
corrupción que envuelve al rey emérito tiene mucho que ver con la
monarquía”, que “está siendo partícipe y ha sido cómplice” de
todo ello y se encuentra “en descomposición”, pues “ha perdido toda
legitimidad y toda credibilidad”. “El ser partícipe ahora mismo
de que el rey emérito esté fugado y que no se quiera poner en
conocimiento de todos los españoles su paradero es sintomático del nivel
de descomposición de la monarquía”, ha insistido, y ha asegurado que
“la cacería de Botsuana en 2012, que dos años después supuso su
abdicación” fue “el principio del fin”, mientras que “su huida, que no
se sabe dónde ha estado ni dónde está” es “la gota que colma el vaso”.
“La cuestión de fondo es que la Jefatura del Estado no tendría que estar
en manos de una persona que a día de hoy no está representando a los
ciudadanos”, ha zanjado.
“El IBEX 35 y Juan Carlos I han mantenido también una relación material”
Bousselham
también se ha referido al papel jugado en este tema por el poder
económico y por el poder mediático. Sobre el poder económico, ha
destacado que “ya se va sabiendo poco a poco” cómo el IBEX 35 y Juan
Carlos I han mantenido no sólo “una estrecha relación de amistad” sino
también “una relación material”. “Hemos visto cómo por ejemplo Botín, del Banco Santander; Alierta, de Telefónica; Fainé, de CaixaBank; Monzón, de PRISA; Villar Mir, de OHL…
y puedo estar citando un montón de nombres más, le han hecho regalos,
prebendas…”, ha manifestado la directora de LUH, que ha citado “los
famosos 100 millones de pesetas que le regalaron por su boda con Sofía,
el yate ‘Bribón’ o los puestos de trabajo tanto de Cristina como de
Elena”, así como las “presuntas comisiones como intermediario” que ha
recibido –según se ha podido conocer y según se está investigando tanto
en la justicia suiza como en la justicia española– por parte de
diferentes países en calidad de rey, que ha ostentado como representante
de todos los españoles, y en calidad de diplomático, en sus cuarenta
años de reinado”.
Sobre el poder mediático, Bousselham ha
denunciado que los principales medios de comunicación españoles han
tratado de “manipular” e “intentar que no se informe objetivamente de
una noticia que es muy importante”, utilizando siempre “eufemismos para
esconder” que Juan Carlos I “había tenido que huir salpicado por los
casos de corrupción”, casos de corrupción que los principales medios de
comunicación españoles no han investigado como sí lo han hecho “medios
de comunicación extranjeros”. “Gracias a ‘The Telegraph’ supimos que el
rey emérito tenía supuestamente cuentas en paraísos fiscales y también
conocimos sus fundaciones, de las que por cierto es beneficiario el actual rey, Felipe VI”,
ha recordado, y ha asegurado que “esto no es más que un síntoma de que
las cosas en España no se están contando, de que los medios de
comunicación, en connivencia con las élites políticas y económicas, se
están reafirmando en su idea de que su destino está absolutamente ligado
a la Corona, a la monarquía, y por ende al régimen del 78, que tan bien
representa la figura del rey emérito”. “Si cae el rey emérito, podría
caer todo el engranaje del 78, representado por grandes empresarios y
directores de grandes medios de comunicación”, ha añadido, y ha
considerado necesario abrir el debate no sólo “sobre el modelo de
Estado”, sino también “sobre el papel que están jugando” los principales
medios de comunicación españoles, que vienen sufriendo un “proceso de
concentración” y ahora están “en manos de bancos, los mismos bancos que
desahucian a familias y que dejan a familias enteras en la calle”.
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