
Un nuevo reportaje del grupo ‘Memoria
democrática’ nos acerca la realidad sufrida por 13 republicanos
asesinados a manos de mercenarios falangistas en Asturias. Para poder
leer más información al respecto se puede visitar en Facebook el grupo ‘MEMORIA DEMOCRÁTICA’.
El espantoso asesinato de 13 republicanos, entre ellos 3
mujeres, por mercenarios falangistas en el valle de Tiraña (Asturias) en
1938
A las 4 de la tarde del 21 de abril de 1938, en Tiraña fueron asesinados 13 inocentes, 13 vidas segadas en un crimen colectivo por las balas frente a la tapia del cementerio de Tiraña, el sonido hueco de los cuerpos yertos apilados como sacos en la fosa que las propias víctimas habían sido obligados a cavar
y el sabor a sangre y saliva de los gritos secos y profundos de
Libertad y Dignidad, estrellados contra los fusiles que portaban
aquellos asesinos de la tristemente famosa bandera falangista de Lugo
bajo el mando de aquel sicario tuerto, conocido como el capitán Bravo
Portilla.
Pero lo que no pudieron matar fueron sus ideas, ni borrar sus recuerdos, ni silenciar la historia
Pero, ¿por qué aquel crimen colectivo? ¡Por nada! No existió ninguna razón válida,
ninguna causa, ningún argumento demostrado. No habían hecho nada. Eran
Republicanos, leían El Socialista, estaban afiliados al Sindicato Minero
de UGT y no iban a misa los domingos. Ese fue el delito cometido. Fue
por ceguera de los eufóricos vencedores de la todavía no acabada guerra
civil; por ceguera, rencor, saña y odio. Pero lo que no pudieron matar fueron sus ideas, ni borrar sus recuerdos, ni silenciar la historia.
Tal como se describe literalmente en el libro “TIRAÑA, ABRIL 1938”,
escrito y editado por el cuyarapu Albino Suarez: “..se esgrimió, sin
embargo, una patraña para justificar lo que más tarde ocurrió. La muerte de un soldado en un castañedo donde hacía guardia.
La muerte del soldado, nunca esclarecida, al decir de la mayoría, fue
accidental, no obstante que para otros fue suicidio. De lo que el pueblo
estaba seguro es de que él, como tal pueblo, no había sido...”.
¿Quiénes descansan en la fosa común de Tiraña? Los Republicanos asesinados fueron:
– Selina Valles Hevia, de 24 años. Su delito fue
pertenecer a la Asociación Cultura e Higiene de Tiraña que fomentaba la
educación pública y hábitos de higiene. Por eso, la sacaron de la cama
enferma, y la asesinaron en el cementerio de Tiraña.
– Virginia Suárez, 38 años, madre de 5 hijos que presenciaron cómo fue asesinada. Esposa de Celestino García, también asesinado.
– Sara Corte San Martín, 23 años, apodada “La Barria”.
– José Díaz Cuetos, apodado “Casorra”, natural del Pareu, 38 años, casado y con 3 hijas.
– Baldomero Suárez, vecino de Bustió, carretero y dueño de un pequeño comercio en la localidad; tenía varios hijos.
– Benito Martínez, apodado “El Camamu”, de la Hueria Baxo. Minero. Casado y con 6 hijos.
– Alfredo Vigón, minero, natural de Bimenes y vecino de Tiraña.
– Alfredo González, “Reburdián”, de Tiraña, minero de 40 años, padre de varios hijos.
– Pedro Pedrezuela Sanz, vecino de Condueño y natural de Salamanca, 39 años, minero. Casado y con 8 hijos.
– Celestino García Suárez, vecino de L’ Arbeya, 40
años, vigilante de mina. Casado en segundas nupcias con Virginia Suárez,
igualmente asesinada. Tenía 5 hijos, Enesida García Suárez entre ellos:
(Mi infancia en el franquismo).
– Tomás Montes, vecino de El Fabariego, minero de 42
años y padre de 6 hijos. Cuando fue detenido regresaba de vender una
mata de madera. Le robaron todo, incluso la cadena y el reloj. A su
viuda solo le devolvieron una ínfima parte del total. Tampoco le dieron
su reloj y la cadena de oro, que años después lució uno de los caciques
del pueblo.
– Avelino Cepeda, natural de Zamora y vecino de Tiraña, minero de 35 años. Casado en Tiraña, con una hija.
– Juan Iglesias, apodado “Juan El Calvu”, 60 años, vecino de Paniceres, comerciante y maestro de escuela en Bimenes.
Una acción violenta que en pocas horas impactó en 12 familias dejando huérfanos a 35-40 personas.
Tuvo una fuerza ejemplarizante de largo alcance, muy rentable en
términos de control social. La represión hizo muy bien su trabajo,
generó tanto miedo que impuso un silencio atronador durante décadas
afectando al comportamiento individual, y también al colectivo. El bando
vencedor sentó las bases del nuevo régimen franquista mediante
prácticas represivas, amenazas, detenciones, palizas, violaciones,
robos, persecuciones, fusilamientos, etc, generando consecuencias
traumáticas de largo alcance.
Documentos: Blog de Antón Saavedra (imagen de Albino Suárez). Red Latina sin fronteras
Fuente → eldiariocantabria.es
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