
Primero de Mayo: El escarmiento aparejado a la expansión del miedo para paralizar la protesta obrera: Un desgarrador y descarnado análisis de los acontecimientos que dieron origen al Día Internacional de los Trabajadores, compartió Patricio Quiroga, profesor de Historia y panelista del programa “Memoria Viva” de Radio Recabarren que no solo se detiene en los “Mártires de Chicago de 1886”, también hace un recorrido por otros pasajes de la historia que reflejan, como enfatiza: “…formas de disciplinamiento de la mano de obra, bajo las modernas condiciones de la transición al capital monopólico.
PRIMERO DE MAYO
Las luchas del movimiento obrero mundial, por la jornada laboral de
ocho horas, fue dura…sangrienta. Uno de sus momentos más representativos
fue la protesta de los “Mártires de Chicago en 1886”,
enfrentada por los aparatos represivos de Estado con un saldo de 38
muertos y 200 heridos. Acto seguido, como telón de fondo de la tragedia
humana, se inició el drama de los dirigentes, los que luego de ser
apaleados, reducidos, arrestados y juzgados, fueron condenados a
trabajos forzados, penados a perpetuidad y a la ejecución. La matanza
conmocionó al mundo de los productores y pronto, como homenaje a su
memoria y apoyo al sentido de sus luchas, la Segunda Internacional
instituyó desde el 1° de Mayo de 1889 el Día Internacional de los
Trabajadores: la gran conmemoración anual del movimiento obrero mundial.
La represión, la matanza y el escarmiento se produjeron en un
momento en que el capital de la libre competencia iniciaba la
transición al estadio del capital monopólico con la consiguiente
centralización y concentración del capital, razón del aumento de la
ganancia; contexto de graves enfrentamientos entre los propios
propietarios como incendios sospechosos y atentados explosivos contra
instalaciones del competidor.
Por otra parte, aumentó el número de trabajadores y la resistencia de
estos ante la falta de protección, bajos salarios y exclusión política.
Eran días en que el salario no alcanzaba para solventar los precios de
la comida, vestimenta, alquileres y el necesario carbón para
contrarrestar el frío. Bajo estas condiciones la transición hacia el
capital monopólico impulsó en los centros industriales un rápido
crecimiento de la organización de la clase obrera que ahora enfiló sus
esfuerzos por el mejoramiento de las condiciones de vida y por la
transformación de las sociedades en perspectiva socialista.

Las instituciones estatales y la burguesía industrial
acometieron. No eran afanes de venganza lo que los guiaba o la
imposición de leyes (que no se cumplían) El objetivo era mucho más
profundo. Tenía que ver con disciplinamiento de la mano de obra.
Es decir, utilizar el escarmiento aparejado a la expansión del miedo
para paralizar la protesta obrera. Los trabajadores quedaban notificados
que fuera de ser expulsados de la fuente laboral, perderían partes de
sus vidas en prisión o que jamás volverían a recobrar su libertad, y que
sus familias quedarían condenadas. Pero no era todo. Quedaba rondando
en el aire la legitimación de la condena a muerte al insumiso.
El “revoltoso” quedaba atrapado así entre dos fuegos: el de los aparatos
ideológicos de Estado que expandían la idea del respeto/sumisión y el de los aparatos represivos que los reprimía/condenaba.
El disciplinamiento de la mano de obra es tan vieja como la historia.
Durante la invasión española, los Mapuches “levantiscos” eran
desgobernados, es decir, les cortaban la mitad del pie y luego los
metían en un caldero hirviendo para que no se desangraran y pudieran
seguir sacando de los lavadores de oro el preciado metal. Si saltamos
sobre la sombra del tiempo, los coolies chinos “levantiscos” eran
condenados al cepo en las orillas del mar, sentados en la arena y
aterrorizados, al subir la marea en el contorno de las playas de Iquique
eran acometidos por cientos de miles de cangrejos. Más adelante en el
tiempo, los obreros “levantiscos” de las oficinas salitreras sufrían el
martirio del “pulguero”: luego de azotarlos y echar azúcar en las llagas
se les introducía en una pequeña casucha y obligados a sentarse en un
trapo lleno de pulgas. Estas fueron algunas formas del disciplinamiento
de la mano de obra.
El martirio de los Mártires de Chicago, entonces, fue una
forma de disciplinamiento de la mano de obra bajo las modernas
condiciones de la transición al capital monopólico.
Patricio Quiroga Z.
Profesor de Historia
Fuente → cut.cl
No hay comentarios
Publicar un comentario