Argumentan que las personas que
quieran aportar a la Iglesia católica o a fines sociales que lo hagan
"de su propio bolsillo, adicional a los impuestos que le corresponda
pagar, pero sin sacarlo de la hucha común de todos"
Europa Laica pide defender lo público y que no se marque ninguna de las casillas del IRPF: ni a la Iglesia, ni a fines sociales: Coincidiendo con el periodo oficial de la Agencia Tributaria para la Declaración de la Renta-IRPF, Europa Laica pone en marcha una campaña para proponer que no se marque ninguna de las casillas del IRPF: ni a la Iglesia, ni a fines sociales.
"Estamos en un momento excepcional para la sociedad, haciendo frente a una epidemia que, además de la crisis sanitaria que ha generado, también abre una crisis social y económica de dimensiones muy profundas", subrayan. Europa Laica reclama al Gobierno español y al poder legislativo que impulse unos presupuestos y una política fiscal que tengan como objetivo los derechos sociales, el reforzamiento de servicios públicos universales, bien financiados y de calidad, la ayuda a las personas y el apoyo al tejido productivo, "como garantía de la solidaridad social". Se oponen así a "planteamientos asistenciales caritativos o marcados por el beneficio privado". "No se pueden desviar impuestos y recursos públicos a organizaciones particulares", señalan.
Consideran que quien marca alguna de estas casillas detrae de los Presupuestos Generales del Estado el 0,7% de sus impuestos (el 1,4% si marca las dos) que subvencionan directamente a organizaciones privadas como son la Iglesia católica y ONG, "por lo que la hucha del Estado queda con menos dinero para atender gastos comunes tan necesarios en sanidad, educación, asistencia social, pensiones, infraestructuras, etcétera".
En 2018, el 34% de las personas contribuyentes no marcaron ninguna de las dos casillas. Recuerdan así que las personas que marcaron la casilla de la Iglesia (32%) "resultaron en 285 millones que los emplea casi en su totalidad para los salarios y seguridad social del clero, con una parte para financiar a Trece TV y las campañas de publicidad engañosa de afirmar que marcando esta casilla se ayuda a la labor asistencial de la Iglesia cuando tan solo unos seis millones dedica a Cáritas".
Por su parte -añaden-, las ONG obtuvieron 330 millones a través de su casilla, de los cuales unos 115 subvencionaron a ONG relacionadas con la Iglesia. "Es decir, 615 millones salieron en total de las arcas públicas para organizaciones privadas, con 400 de ellos fueron por una u otra vía a engrosar las arcas de la Iglesia católica".
Aseguran pues que "no hay razón para este trato de favor, menos aún con las carencias en servicios públicos, como en Sanidad por el coronavirus. Reforzar y garantizar los servicios públicos, lo común, es condición inexcusable", recalcan.
Argumentan también que las personas que quieran aportar a la Iglesia católica o a fines sociales que lo hagan "de su propio bolsillo, adicional a los impuestos que le corresponda pagar, pero sin sacarlo de la hucha común de todos".
Finalmente, Europa Laica exige al Gobierno español la denuncia y derogación de los Acuerdos del Estado con la Santa Sede de 1979, que -a su juicio- son la causa principal de que se mantenga esta situación de privilegio.
"Estamos en un momento excepcional para la sociedad, haciendo frente a una epidemia que, además de la crisis sanitaria que ha generado, también abre una crisis social y económica de dimensiones muy profundas", subrayan. Europa Laica reclama al Gobierno español y al poder legislativo que impulse unos presupuestos y una política fiscal que tengan como objetivo los derechos sociales, el reforzamiento de servicios públicos universales, bien financiados y de calidad, la ayuda a las personas y el apoyo al tejido productivo, "como garantía de la solidaridad social". Se oponen así a "planteamientos asistenciales caritativos o marcados por el beneficio privado". "No se pueden desviar impuestos y recursos públicos a organizaciones particulares", señalan.
Consideran que quien marca alguna de estas casillas detrae de los Presupuestos Generales del Estado el 0,7% de sus impuestos (el 1,4% si marca las dos) que subvencionan directamente a organizaciones privadas como son la Iglesia católica y ONG, "por lo que la hucha del Estado queda con menos dinero para atender gastos comunes tan necesarios en sanidad, educación, asistencia social, pensiones, infraestructuras, etcétera".
En 2018, el 34% de las personas contribuyentes no marcaron ninguna de las dos casillas. Recuerdan así que las personas que marcaron la casilla de la Iglesia (32%) "resultaron en 285 millones que los emplea casi en su totalidad para los salarios y seguridad social del clero, con una parte para financiar a Trece TV y las campañas de publicidad engañosa de afirmar que marcando esta casilla se ayuda a la labor asistencial de la Iglesia cuando tan solo unos seis millones dedica a Cáritas".
Por su parte -añaden-, las ONG obtuvieron 330 millones a través de su casilla, de los cuales unos 115 subvencionaron a ONG relacionadas con la Iglesia. "Es decir, 615 millones salieron en total de las arcas públicas para organizaciones privadas, con 400 de ellos fueron por una u otra vía a engrosar las arcas de la Iglesia católica".
Aseguran pues que "no hay razón para este trato de favor, menos aún con las carencias en servicios públicos, como en Sanidad por el coronavirus. Reforzar y garantizar los servicios públicos, lo común, es condición inexcusable", recalcan.
Argumentan también que las personas que quieran aportar a la Iglesia católica o a fines sociales que lo hagan "de su propio bolsillo, adicional a los impuestos que le corresponda pagar, pero sin sacarlo de la hucha común de todos".
Finalmente, Europa Laica exige al Gobierno español la denuncia y derogación de los Acuerdos del Estado con la Santa Sede de 1979, que -a su juicio- son la causa principal de que se mantenga esta situación de privilegio.
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