Maquis: los guerrilleros antifranquistas que luchaban en el monte
 

Maquis: los guerrilleros antifranquistas que luchaban en el monte / Laura Rodríguez Fraile:

El 1 de abril de 1939, Fernando Fernández, actor y militar, leía con voz emotiva el último parte en el que se daba por finalizada la Guerra Civil española. Sin embargo, tan solo acabó la contienda en su vertiente más grandilocuente, de grandes batallas y enfrentamientos. La República no había muerto, y prueba de ello, es que la lucha armada contra el franquismo apenas acababa de despegar, pero en un contexto y formato diferente. Hoy nos acercamos a la figura del maquis, del guerrillero que, aún acabada la guerra, continuó hostigando al régimen franquista, desde la sombra de la sierra.

“Escondidos en los bosques,
en los campos y montañas,
mirando hacia los caminos,
vigilando encrucijadas, 
los Maquis y Guerrilleros 
les preparan emboscadas” (1).


¿Por qué se les llamó maquis?

El concepto maquis es de origen francés, que a su vez proviene del concepto italiano, macchia (2). Hace referencia a un tipo de paisaje sembrado de maleza, de matorrales, muy propio de las zonas rurales, de montaña, espacio natural dónde se desenvolvería la lucha guerrillera (3).

La palabra maquis nace en plena Segunda Guerra Mundial. Cuándo la resistencia francesa hostiga al régimen de Vichy en una lucha constante contra el nazismo, que había ocupado gran parte de Francia. Teniendo su centro de lucha en las zonas montañosas, con abundante vegetación, que les servía para ocultarse.

¿Qué fue la guerrilla y por qué se creó?

Como concepto general, guerrilla, según la RAE, hace referencia a “partida de paisanos, por lo general poco numerosa, que al mando de un jefe particular y con poca o ninguna dependencia de los ejércitos, acosa y molesta al enemigo”. O, “partida de tropa ligera, que hace las descubiertas y rompe las primeras escaramuzas”. Es decir, una agrupación poco numerosa que, de manera independiente, ataca al enemigo por sorpresa a través de pequeñas escaramuzas y utilizando el terreno en su favor.

El nacimiento de la guerrilla antifranquista está directamente vinculado con el carácter represivo del propio régimen. Nació como respuesta socio-política al terror y a la extrema violencia desatada tras el 17 de julio de 1936.

“La enorme amplitud de la represión y la escasez de tolerancia estranguló por completo la mayor parte de las prácticas de acción colectiva, empujando a un sector minoritario de la sociedad hacia unas formas de defensa armada primero, y hacia una vertebración guerrillera más adelante. (…) En el caso de la guerrilla antifranquista el miedo a la represión y el instinto de supervivencia fue lo que provocó que decenas de personas huyeran a la sierra” (4).

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Guerrilleros antifranquistas en los Pirineos. Fuente: Naiz

Maquis o la Guerrilla Antifranquista: los orígenes

Como guerrilla antifranquista entendemos la agrupación de hombres, mayoritariamente, que, una vez finalizada la contienda, se negaron a entregar las armas y a aceptar la instauración del régimen franquista. Igualmente, la guerrilla no fue un movimiento homogéneo, más bien todo lo contrario. Dentro del término guerrilla se incluyen variadas ideologías: comunistas, anarquistas, socialistas, o simplemente antifascistas. Igualmente, también habrá diferencias en cuanto a la duración de estas guerrillas, y a la formación de sus mandos (5).

La guerrilla arrancó durante los años de la Guerra Civil, cuándo fueron muchos los huidos que optaron por echarse al monte escapando de la represión. Además de que existió una formación dependiente del gobierno republicano, el XIV Cuerpo del Ejército Guerrillero. Fundado en mayo de 1937 por Juan Negrín, fue una forma de organizar y rentabilizar la guerra de guerrillas como estrategia válida contra el enemigo.

Sin embargo, este movimiento guerrillero arranca, de verdad, cuándo  la derrota de la República es una realidad. En ese momento, un gran número de estigmatizados por sus ideas escapan, huyendo de las represalias. A estos huidos se les unen aquéllos que consiguen evadirse de las prisiones, de campos de concentración, del servicio militar franquistas, etc. (6).

maquis guerrilla sierra
Grupo de guerrilleros. Fuente: Crónica Popular.

¡Resistiré!

El fenómeno de la guerrilla antifranquista podemos dividirlo en tres etapas. En primer lugar, la formación primigenia de la guerrilla con la confluencia de los huidos de la represión, de evadidos de cárceles, etc., de 1939 a 1943. En segundo lugar, la conformación de las agrupaciones guerrilleras, de 1944 a 1946. Y por último, el declive de la lucha guerrillera, de 1946 a 1952 (7).

Los inicios de la lucha guerrillera coinciden con grandes oleadas de violencia y represión. Por lo que estos huidos que ingresan en la guerrilla, no solo lo hacían para combatir a la dictadura. También lo hacían para sobrevivir, debido a las altísimas tasas de detenciones y fusilamientos. Así se forman los primeros grupos de resistentes, en las zonas de sierra, sobreviviendo, aislados y dispersos, lo que les impedían organizarse en condiciones. Por ello, sus acciones no pasaron, en la mayoría de los casos, de pequeños ataques a “Falange, caciques o representantes municipales, etc” (8).

La segunda etapa, de 1944 a 1946, las circunstancias cambiaron y pudieron organizarse las grandes agrupaciones guerrilleras. ¿Por qué esta organización si parecía posible? El viraje de la segunda guerra mundial dio esperanzas, creyendo que con la caída de Hitler y Mussolini, las potencias democráticas ayudarían a derrocar al franquismo. Esto también hizo, que un amplio número de exiliados regresasen a España a engrosar estas agrupaciones (9).

Debemos tener en cuenta, que miles de republicanos que consiguieron exiliarse lucharían al lado de los franceses para derrocar al nazismo, durante la Segunda Guerra mundial. Es aquí dónde nacería el maquis, el guerrillero español. Éstos fueron los primeros en organizarse como resistencia ante el gobierno de Petain, colaboracionista con los nazis.(10).

La última etapa, de 1946 a 1952, comienza cuándo la represión franquista deja de atacar directamente a los guerrilleros y se centra en la búsqueda y desarticulación de los partidos, células y personas que los sostenían (11). En 1952 el PCE desarticula sus últimas unidades.

Los tipos de guerrillas y las Agrupaciones guerrilleras antifranquistas

Distinguimos dos tipos de guerrilla en la España franquista: Por un lado, la guerrilla de montaña, y por otro lado, la guerrilla urbana. La guerrilla de montaña será la más usual y numerosa, extendida por la mayor parte de la geografía española. Por el contrario, la guerrilla urbana será mucho más reducida en número y extensión, localizándose en ciudades como Madrid, Málaga, Granada y sobre todo el cinturón industrial de Barcelona (12).

Igualmente, hubo multitud de agrupaciones y grupúsculos dentro del movimiento maquis, algunas con más predominancia que otras. Entre algunas de estas agrupaciones encontramos a: La Agrupación Guerrillera de Levante-Aragón, La Agrupación Guerrillera de Extremadura-Centro, La Agrupación Guerrillera Málaga-Granada y la Federación Guerrillera de Galicia-León, entre otras.


Mural sobre el maquis en la localidad de Sallent. Fuente: En Castilla la Mancha

La Unión Nacional Española

En 1941 el PCE organiza los primeros planteamientos de lo que sería la Unión Nacional Española (UNE), siendo a partir de 1944 cuándo ésta ganase popularidad. Constituyéndose en este año la Agrupación de Guerrilleros españoles de la UNE (13).

Sería a través del periódico «Reconquista de España» dónde se plasmasen las ideas de unión nacional de españoles contra Franco y de salvación de la patria. Tuvieron un importante impacto que, sin duda, ayudó en la reorganización de los refugiados (14).

La UNE puso en práctica una serie de planteamientos. Por un lado, la unificación de las fuerzas y la organización. Por otro lado, los objetivos en sí. Es decir, llevar a cabo acciones contra falange y la Guardia Civil. También conseguir el material necesario para la lucha y sabotear los medios de transporte. Por último, hicieron un llamamiento para que el pueblo apoyase a los guerrilleros (15).

¿Cómo pretendían aniquilar al régimen? Hubo dos planteamientos. Por un lado, querían realizar incursiones a España a través de los mejores cuadros del Partido. Esto les permitiría conectar con los guerrilleros. Por otro lado, llevar a cabo una invasión que llamase la atención y les permitiese obtener nuevos apoyos (16).

Maquis y la “Operación Reconquista de España”

La acción más ambiciosa de la UNE fue la invasión del Valle de Arán, en octubre de 1944, cuándo varios miles hombres cruzaron la frontera francesa, y fueron reconquistando diversos pueblos catalanes. Sin embargo, los guerrilleros no encontraron el espíritu que esperaban por parte de los vecinos, más bien recelo.

“Un suceso insólito fue cuando los maquis contemplaron como un destacamento de trabajo compuesto de presos políticos, huían cuando los guerrilleros llegaban a liberarlos” (17).

invasion republicana guerrillera del valle de aran en 1944 por los maquis
Recorrido establecido para la invasión del Valle de Arán. Fuente: Pax Augusta.

A los pocos días, el Ejército franquista comenzó la tarea de reconquista de los pueblos que habían caído en poder de los guerrilleros. Nuevamente, entre tiroteos, se desvanecía la ilusión de la reinstauración democrática.

El ejército franquista era muy superior, a lo que se sumaba el desconcierto de los guerrilleros ante la situación que se habían encontrado. También, el temor a que les cerrasen las fronteras y les dejasen atrapados en España, ante una posible retirada. (18).

Los enlaces, ayuda a los maquis en la sombra

Los del monte nunca actuaron solos. En cada pueblo contaban con una importante red humana que les ayudaba a cobijarse, les entregaba comida, información, propaganda, cartas, etc. Aquí cobra especial posición la mujer, que será el enlace por excelencia con las gentes de la sierra, formando parte de La Guerrilla del Llano. Ellas eran los puntos de apoyo de los maquis, en la retaguardia, la ayuda clandestina (19).

Cómo ya era habitual, la violencia no tardó en desatarse contra estas mujeres. Las acusaron de colaboración con la guerrilla, o de estar emparentadas con miembros de la misma. La represión hacia estas mujeres no dejó de repetir los mecanismos específicos ya propios para ellas durante la Guerra Civil (20).

La represión sobre el guerrillero

La lucha del maquis fue un verdadero quebradero de cabeza para las autoridades franquistas. Era tal la desesperación por acabar con un enemigo “invisible”, que prohibieron que se les denominase guerrilleros. La utilización de los términos de “bandoleros” y “forajidos”, dejaba clara la intención del régimen por desprestigiar la figura del maquis y degradarla a simples actos de delincuentes.

Cuando un guerrillero era capturado, se le sometía a duros interrogatorios, en los que se usaba la tortura cómo método para que hablase. También se utilizaba la baza de la violencia emocional, dándole falsas noticias sobre muertes, chivatazos o capturas que minasen su moral para que diese algún nombre o localización. Esta violencia emocional también se ve reflejada en la angustia de no saber nada sobre su familia, el que pudiese haber sido blanco de persecuciones o fusilamientos. Los familiares de huidos también se habían convertido en objetivos de la represión. (21).

Pintura de Ernest Descals. Fuente: Ernest Descals blog.

El fin de la lucha

La imagen del guerrillero antifranquista ha pasado a la memoria con dos únicas visiones: una demonizada, otra mitificada. Para el régimen franquista, estos guerrilleros, tildados de “bandoleros”, no eran más que delincuentes que aprovechaban para robar, secuestrar y atemorizar a las gentes de los pueblos. Para la izquierda, eran héroes de la clase trabajadora, campesinos u obreros politizados y concienciados, que dieron los mejores años de su vida por la libertad de su tierra.  Aún queda mucho por saber acerca de estos guerrilleros. Por ello, sigue siendo un tema que requiere mayor investigación y estudio.

Tras más de más de una década de lucha, a partir de 1950, asistimos a un claro declive de la guerrilla antifranquista:

“Acosados en el interior por una represión terrible, que desde 1947 no dudó en poner en práctica todos los mecanismos de la «guerra sucia» (sobornos, delaciones, torturas, ejecuciones sumarias y «paseos») contra guerrilleros y contra enlaces, y olvidados en el exterior por las democracias europeas, los maquis asisten, al filo de 1950, a su propio funeral, viéndose caer uno tras otro de manera irremediable» (22).




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