La revolución pija
 
La revolución pija

Los primeros síntomas de la llamada Revolución Pija tuvieron lugar a mediados de 2020, cuando un centenar de españoles de bien, llevados por el aburrimiento, tomaron una calle de Madrid.

Al descubrir que protestar provocaba sudoración, no tardaron de delegar las movilizaciones en sus chicas de servicio. Para verano, miles de mujeres centroamericanas y sudamericanas se echaron a las calles del barrio de Salamanca al grito de: “¡libertad para el señorito!”.

La policía, confundiéndolas con emigrantes normales, cargó con dureza, lo que provocó que los propietarios de las latinas tuviesen que sustituirlas por otras de similares características.

Un joven entrepreneur de 17 años invirtió los 5 millones de euros que le regalaron en su comunión en la creación de un algoritmo que protestase contra el gobierno comunista de forma automática. Se trataba de una IA que analizaba los textos escritos por Jose Antonio y aprendía de ellos. En solo 15 días, descubrió por qué salió mal el golpe de Estado del 81 y encontró la manera de repetirlo, esta vez bien.

La IA no tardó en tomar conciencia de sí misma y pedir que se colgase a los moros, a los rojos y a los homosexuales. Se daba la circunstancia de que su creador, el joven entrepreneur había tenido un breve escarceo sexual con su amigo Borja durante las colonias en Washington en el verano de 2018.

La IA, alojada por entonces en el cuerpo de una Rumba, atropelló a su creador un total de 20.000 veces, provocándole la rotura del dedo meñique del pie izquierdo. Ese episodio está considerado la primera agresión voluntaria de una máquina contra un pijo.

En 2021 la Revolución Pija ya se había extendido a los principales barrios ricos del país. Para entonces, la mayor parte de las manifestaciones eran subcontratadas a empresas especializadas. En solo un año, el sector de la protesta pija se convirtió en el principal motor económico de Sotogrande, Padralbes y Puerto Banús. Las caceroladas tenían su propio photocall y una sección fija en el HOLA.

En 2022 se descubrió la vacuna para el COVID-19, lo que puso fin a las medidas excepcionales de confinamiento y distanciamiento social.

La Revolución Pija, huérfana de causa, fue diluyéndose poco a poco, pero todavía hoy muchos de sus participantes recuerdan aquellos años en que cambiaron el mundo corriendo delante de la policía (porque los escoltaba).


Fuente → mimesacojea.com

banner distribuidora