La lucha por recuperar la dignidad de las familias de fusilados
durante el Franquismo continúa su camino. Hoy se ha dado un paso más en
la recuperación de la memoria histórica, ya que se han iniciado las excavaciones para la exhumación de la fosa 111
del cementerio de Paterna, donde se estima que puede haber unos 150
cuerpos enterrados. Esta exhumación es el resultado de un largo proceso
de más de cuatro años de trámites y papeleo para conseguir los permisos
necesarios. Vicen Juan es la secretaria de la Asociación de Familiares de Víctimas del Franquismo de la fosa 111 de Paterna
y su abuelo es uno de los fusilados por el régimen que están enterrados
en dicha fosa. “Para mí, la exhumación que hoy se inicia significa
cerrar una herida que lleva 80 años abierta”, cuenta Vicen, cuyo único
deseo es “poder identificarlo y poder enterrarlo” junto a su abuela y su
madre en el cementerio de Manises. Eso sí, le da lástima que su madre,
fallecida hace dos años, no esté presente en este momento para poder
observar cómo se hace justicia.
Su abuelo fue fusilado por el
régimen el 6 de abril de 1940 acusado de ‘adhesión a la rebelión’. Así
es como se indica en el sumario de la causa, unas adjetivaciones que han
marcado la vida de Vicen y de su familia. “Cuando todo esto ocurrió, mi
familia quedó señalada por el pueblo de Manises y mi abuela se quedó
viuda con cuatro hijos a los que nadie quería ayudar”, relata Vicen con
sufrimiento. Los primeros años fueron duros para la familia, ya que
tuvieron que sobrevivir con lo poco que conseguían y nadie les daba
trabajo: “Mi abuela estuvo a punto de morir por inanición hasta en dos
ocasiones”, recuerda Vicen, quien durante su infancia no podía hablar de
qué familia era. Además de la recuperación del cadáver para poder
enterrarlo dignamente, una de las exigencias que se hace desde la
asociación es cambiar la acusación de ‘adhesión a la rebelión’ que figura en el sumario.
A
pesar de que ya habían realizado algunas investigaciones intermitentes
previamente, el proceso para conseguir la exhumación de la fosa 111 se
inició hace cuatro años. “Ha sido un proceso largo y
duro hasta conseguirlo”, declara la secretaria de la Asociación. Y es
que, para poder realizar la excavación de la fosa, hay que seguir un
procedimiento en el que, primero, se acredite y se justifique que existe
una persona enterrada. A continuación, hay que registrar la Asociación
de familiares afectados en los ayuntamientos implicados, con todo el
papeleo que supone y, finalmente, hay que conseguir el apoyo de la
Diputación y los permisos para realizar la excavación. “Durante el
gobierno del Partido Popular era imposible conseguir información”,
explica Vicen, que también quiere agradecer a los funcionarios del
ayuntamiento de Manises por su colaboración durante todo el proceso para
conseguir los papeles necesarios.
Sin embargo, la exhumación de una fosa no implica en algunos casos la identificación del cadáver,
ya que los cuerpos se encuentran en estado de degradación y hay veces
que no se pueden identificar. En el caso de la fosa 111 será el equipo
de arqueología ArqueAntro el encargado de realizar la búsqueda y el
reagrupamiento de los cuerpos, en una excavación que se prevé que durará
entre tres y cuatro meses. Una vez acabada la exhumación, los cuerpos
se envían en cajas a la Unidad de Medicina Forense de Madrid, donde se
procede a la identificación de los cuerpos. Más tarde, los cadáveres
identificados se devuelven a las familias y son estas quienes deciden
qué hacer con ellos.
El historiador Vicent Gabarda
es uno de los principales responsable de que se haya podido llevar a
cabo este proceso de exhumación en distintas fosas del cementerio de
Paterna. Es el fundador de la Comissió de la Veritat del País Valencià y
sus investigaciones han sido claves para los arqueólogos que están
trabajando en las exhumaciones de paterna, ya que en ellas se indicaban
el número de fusilados enterrados y los nombres de muchos de ellos. “Es
como nuestro guía”, reconoce la secretaria de la Asociación. Gabarda
estima que hay unos 150 cuerpos enterrados en la fosa 111.
Todavía
habrá que esperar unos meses para que Vicen pueda constatar que,
efectivamente, su abuelo fue enterrado en la fosa 111 de Paterna, pero
la exhumación iniciada hoy permite ver la luz al final del túnel.
“Verdad, justicia y reparación, es lo único que pedimos”, concluye la
Vicen.
Fuente → valenciaextra.com
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