
Esta vez no. Se están viniendo arriba, lo de la
manifestación del sábado 23 fue muy fuerte pero no, esta vez no pueden
ganar señoritos que reclaman más privilegios para sumar a los muchos que ya tienen; que usan la libertad de la que ya disfrutan para gritar libertad; que usufructúan la bandera que es de todos y pegan palizas en nombre de Hitler, cincelan esvásticas en estatuas de Lorca
y se autoreclaman fachas a tumba abierta, sin pudor alguno, soy
fascista, a mucha honra, te dicen, mariquita de mierda, rojo, asesino.
Me llaman amigos de otros países
para que les explique lo que para ellos es un jeroglífico en el que se
pierden. No entienden nada: Si es la bandera de vuestro país, me
preguntan, ¿por qué la usan ellos para agredir al resto? Reclaman
libertad, ¿me lo puedes explicar? ¿sois una democracia o no? Unas veces
le echas paciencia y lo intentas aclarar, otras se te quitan las ganas y
te invade el desaliento y la impotencia de quien no puede creer que
después de tantos años de lucha por las libertades, después de tanta
conquista arrancada con tanta paciencia y dolor, nos encontremos ahora
inmersos de nuevo en esta especie de marcha atrás de pesadilla.
Jueces, policías, guardias civiles, fiscales...
Con esto de la pandemia no ha habido tiempo ni de llenar de democracia
instituciones donde se le echa de menos desde hace tiempo. ¡Uf! Si
quieren poner orden en todo esto, me temo que al Gobierno de coalición
se le va a amontonar la faena. Pero tienen que hacerlo porque esta vez
no, esta vez los fascistas no pueden volver a ganar.
Y de los presuntos periodistas de-profesión-sus-tertulias,
¿qué me decís? Algunos se han pasado ya sin disimulo al activismo a
cara descubierta, a pesar de las mascarillas, y la suficiencia con la
que se comportan permite deducir que no tienen demasiado miedo a perder
sus salarios. Están convencidos de que ganarán. Combaten la democracia
que entre todos nos hemos dado con una actitud que se encuentra en la
naturaleza del fascismo y que, como recuerda Antonio Torrijos, coincide
con los intereses del Ibex-35. Ven la democracia como un juego de cartas y son como el mal perdedor: si ganan, bien; si no, rompen la baraja.
Espero que el ala del PSOE
reticente al Gobierno de coalición, los periódicos y radios hasta hace
poco no del todo desafectos y la tele pública que juega a una
equidistancia torpe y falsa dejen de hacer el tonto de una vez y se den
cuenta que están ayudando a engordar la bestia. Esta vez, no. Más fascismo, no!!!
En el barrio de la Concepción
de Madrid, y en otros muchos enclaves parecidos en toda España, la
gente está empezando a salir a a la calle a plantarle cara a los niñatos fachas de las cacerolas y los cencerros. Como recordaba Marta Ávila en su cuenta de twitter, las colmenas de viviendas de esa zona fueron el escenario elegido por Almodóvar para rodar los exteriores de su película “¿Qué he hecho yo para merecer esto?” ¡Qué bien le sienta el título estos días!
La derecha se intenta apropiar de los símbolos de todos,
pero se ha olvidado de una cosa: hace seis años nació una fuerza
política que prometió terminar con algunas apropiaciones. Queda mucho,
como dice un amigo mío al que quiero y respeto bastante, pero
continuamos pensando que ¡sí se puede! ¡Esta vez, no!; esta vez los fascistas no pueden volver a ganar!!!
Fuente → laultimahora.es
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