Por mucho que un país quiera borrar, o en su caso
distorsionar su historia, ésta está ahí. Muchas historias han sido
escritas con tintas de sangre y plumas de desmemoria y olvido forzoso.
Este es el caso de la terrible historia de la represión franquista. Una
historia que aún sigue escondida en la más injusta desmemoria.
Allá por el 14 de abril de 1931 fue proclamada la II
República pero unos “patriotas” decidieron que no iban a aceptar la decisión de
un pueblo, solo aceptarían la decisión que ellos tomaran, la decisión que ellos
impusieran. A raíz de ese pensamiento dictatorial se sobrevendría un golpe de
estado que teñiría el territorio español de sangre inocente.
Se cometió no solo un golpe de estado maquinado por
un tirano, si no que se cometió un verdadero genocidio por motivos políticos,
un exterminio, una barbarie. Estamos hablando de que en las cunetas y fosas comunes
de todo el territorio español yacen los restos de casi 140.000 personas
asesinadas por sus ideas.
No, queridos lectores, no fue una guerra entre “hermanos”, fue todo
un plan para convertir a España en un país de “pájaros” que se niegan a
volar, de “pájaros” que han olvidado su verdadera naturaleza.
Masacres como la de Badajoz, el bombardeo de
Guernika, el bombardeo del Mercado de Alicante, el experimento Stuka, y un
sinfín de barbaridades cometidas a lo largo de toda la geografía española. Todo
esto es el resultado de un maquiavélico plan para borrar del pueblo español
todo ápice de espíritu revolucionario.
Si nos remitimos a la bibliografía del gran historiador Francisco Espinosa,
natural de uno de los lugares que más sufrieron la barbarie franquista
(Badajoz), podemos entender cuál era el objetivo del dictador Francisco Franco.
Su objetivo no era otro que convertir el territorio español en una gran
“jaula” de pájaros que acepten no volar. Todo “pájaro” que era
consciente de su capacidad para volar, fue perseguido, encarcelado o
asesinado.
Incluso después de acabada la guerra civil, se
siguió persiguiendo, ejecutando, torturando, colonizando. Parece que en
realidad no se trató únicamente de una “guerra” cuerpo a cuerpo entre hermanos.
¿Los paseos y ejecuciones de civiles, responden a una guerra entre hermanos?¿
Los encarcelamientos de civiles también lo son? ¿Y las torturas a civiles o las
violaciones de mujeres?
Todas estas víctimas de un exterminio político, de
un genocidio, siguen esperando memoria, justicia. Un país que no conoce su
historia, está condenado a repetirla.
In memoriam de todos
aquellos “pájaros” que nunca olvidaron que nacieron para volar, así como de
todos sus familiares que luchan porque nunca venza la desmemoria.
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