Recuperando el hilo histórico del feminismo republicano
8 de marzo: día internacional de la mujer
Recuperando el hilo histórico del feminismo republicano

Recuperando el hilo histórico del feminismo republicano
: El silencio, el olvido y la impunidad, que aún se ejerce sobre la memoria de las víctimas del franquismo, es aún mayor para con las mujeres, a las que se les niega su existencia como portadoras de valores políticos y sociales de cambio político republicano. La clave para entender la ruptura del hilo histórico democrático es la represión específica del Estado y de la Iglesia para con las mujeres.


Las demandas feministas de nuestros días no pueden obviar la memoria de las mujeres republicanas y la experiencia acumulada de la misma lucha por la República al lado de los sectores obreros y populares que exigen plena soberanía.

La lucha por la igualdad entre mujeres y hombres ha sido y es el motor y referencia de muchas generaciones de mujeres, que no encontraron referencia positiva alguna en las leyes y en las costumbres establecidas como leyes contra sus derechos.

Desde el año 1918 se conocen en España los colectivos que demandaban reformas en el Código Civil, sobre el acceso de la mujer a la educación y al libre ejercicio de las profesiones liberales, así como sobre la prostitución. Hablamos, por tanto, de una larga lucha.

La sociedad española ha conocido cambios muy importantes, desde la primera vez en la historia en la que las mujeres pudieron ejercer su derecho al voto en el año 1933 con la Segunda República. La Constitución de 1931 en su art. 36 establecía el sufragio universal: “los ciudadanos de uno u otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes”. La revolución, la guerra y la dictadura establecieron un verdadero carrusel de giros políticos contradictorios. En plena guerra, el Fuero del Trabajo de 1938 se propone ya encerrar a la mujer en las cuatro paredes de su casa: el Estado “libertará a la mujer casada del taller y de la fábrica”.

La incorporación de la mujer joven a la lucha contra el régimen franquista fue un cambio radical de los años 60, haciendo especial hincapié en la lucha por la igualdad, cuestión que más tarde se reflejaría de manera deformada en el constitucionalismo pactado del régimen del 78.

Cambios que, sin embargo, no han acabado con el hecho de que las mujeres sigan en nuestros días discriminadas de hecho y víctimas de la desigualdad, la pobreza y la violencia, por el hecho de ser mujeres.

No cabe duda de la necesidad de rendir el más sentido homenaje a las pioneras del movimiento feminista internacional, y en particular a aquellas, como las españolas, que por defender sus reivindicaciones y aspiraciones fueron incomprendidas, y sufrieron censura y represión. La dictadura franquista llevó a cabo de forma criminal la anulación de derechos políticos para las mujeres. La cárcel, el exilio y la muerte fueron por ello el destino muchos miles de luchadoras. 

 


La investigación histórica acerca de la represión específica de la mujer por el franquismo está muy poco desarrollada y no existen cifras concretas. Y nunca se ha investigado en sede judicial tales crímenes contra la humanidad. Son varios los grupos de “rosas” que viven el ideario de la Memoria Democrática española, es decir, de mujeres que se conocen en diversos puntos de la geografía española como “rosas”, víctimas del ensañamiento represivo. Ese es el caso de las conocidas como las “13 rosas” de Madrid, o de las “17 rosas” de Guillena (Sevilla).
El gran número de viudas cargadas de hijos de la España de la posguerra evidencia, por sí mismo, la situación de penuria en la que quedaron cientos de miles de mujeres que perdieron su pareja, como consecuencia de la extensión de los crímenes franquistas en formas de guerra sin cuartel, crímenes que se prologaron casi una década después de acabada la guerra.

Por ello, la proclamación de la igualdad aparece formalmente como uno de los valores superiores del sistema político vigente. Hablamos de igualdad formal, pero dicha apelación no resuelve el hecho de la desigualdad material, aunque el concepto constitucional de igualdad vaya más allá, al preconizar una igualdad real y efectiva. La igualdad no aparece claramente como un derecho: el derecho a la igualdad. La igualdad ante la ley, que proclama el art. 14 de la CE nada tiene que ver con la realidad. De hecho, la Constitución del 78 no prohíbe toda diferenciación por razón de sexo, sino que prohíbe la discriminación por sexo.

La Iglesia católica, por su parte, ha jugado un papel determinante en la represión contra la mujer, contribuyendo, en particular, a la negación de sus derechos con todo tipo de órdenes religiosas dedicadas al encarcelamiento y explotación de mujeres detenidas. Para evitar que las “rojas” contagiaran sus ideas a los hijos, la Iglesia se encargó de establecer las redes clientelares para negociar con familias ricas la compra-venta de niños. El Estado, mediante leyes dictadas en 1940, y 1941, se otorgaba para sí la patria potestad de los niños para que pudieran ser vendidos por miembros de la Iglesia. Y no habrá avances sociales y democráticos significativos que no integren la lucha contra la impunidad como elemento central del cambio político, que o será republicano o no será cambio.

Existen pruebas suficientes para que se juzguen los crímenes de la dictadura franquista y de la Iglesia, y solo los acuerdos de la Transición concentrados en la Ley de Amnistía lo impiden hasta hoy. Por eso no hay posibilidades de cambio si se mantiene la impunidad.

La lucha por la igualdad de la mujer respecto a los hombres es el referente inmediato, como lo demuestran el mantenimiento de las diferencias salariales y en las pensiones entre hombres y mujeres, además de la constante violencia contra la mujer.

Recuperar la Memoria Histórica de las republicanas y de las rojas españolas, y con ellas y sus enseñanzas hay que ser capaces de recoger el hilo rojo de sus aspiraciones sociales y políticas. Se trata de una necesidad de las nuevas generaciones y, en particular, de las mujeres que están en la vanguardia de la lucha por la igualdad y por las aspiraciones sociales y políticas democráticas.

Afirmar la necesidad de la salida republicana para los trabajadores y pueblos de España es una demanda que incumbe también a los colectivos de mujeres en lucha por la igualdad y por la abolición de toda forma de explotación y de prostitución.

El movimiento feminista por sus demandas y aspiraciones no pude sino ser republicano.


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