Nunca hubo voluntad de investigar la fortuna de los Franco
 

Mariano Sánchez Soler: “Nunca hubo voluntad de investigar la fortuna de los Franco”  / Adelaida del Campo: 

Ascensión, negocios y privilegios de la saga del último dictador de occidente es el subtítulo del libro La familia Franco S.A. de Mariano Sánchez Soler, editado por Roca Editorial, que relata pormenorizadamente el origen, desarrollo actualidad de la fortuna de sus descendientes y el entramado de empresas, negocios, intereses y relaciones de las familias que medraron, y medran, entonces y ahora.

Un patrimonio que según relata el autor para Confilegal, nunca hubo voluntad de investigar.

Mariano Sánchez Soler es escritor, periodista y doctor por la Universidad de Alicante. Como periodista ha trabajado en los equipos de investigación de reconocidos periódicos y semanarios (El Periódico de Catalunya, Diario 16, Le Monde diplomatique, los semanarios Tiempo, Actual, Primera Plana, Interviú, Madrid Económico, entre otros).

¿Empezó usted a investigar el patrimonio de la familia franco hace 30 años? ¿Por qué?

Con la muerte de Carmen Polo en 1988, el director de Tiempo, José Oneto, me encargó un reportaje a fondo sobre la familia Franco, su fortuna, sus negocios… Yo era entonces el jefe del equipo de investigación de la revista.

Solo aparecían en las revistas del corazón y apenas había documentación publicada, de modo que tuve que empezar desde cero: guía telefónica, registros mercantiles, de la propiedad inmobiliaria, el DICODI, las memorias bancarias…

Habían pasado trece años desde la muerte Franco y sorprendentemente nadie les había molestado, ni siquiera Hacienda.

Al cabo de unos meses, llegué a publicar hasta cinco reportajes sobre el tema. De ahí salió el primer libro en 1990 hasta llegar a “La familia Franco S.A.”.

¿A qué cree que se ha debido lo que usted llama el manto de silencio sobre sus negocios?

Es otro de los precios de la transición política. Se decidió no molestarlos. Quienes capitaneaban la nave hacia la democracia habían formado parte del aparato de Estado franquista: ex ministros, ex directores generales, tecnócratas, falangistas…

Las izquierdas tampoco quisieron entrar en el tema, quizás porque tras la muerte del dictador, Carmen Franco y su marido, Cristóbal Martínez-Bordiú, presidían las concentraciones franquistas de la Plaza de Oriente y se relacionaban con la extrema derecha de Blas Piñar.

Nadie quería echar más leña al fuego. El asunto quedó cubierto por un manto de silencio, como si se tratara de un tema menor. Fue, sin duda, otro de los precios de la transición.

¿Resultó complicado realizar aquella primera investigación, Villaverde, fortuna y caída de la casa Franco, tras morir Carmen Polo?

Más que complicada, laboriosa. Yo tuve que recurrir a las fuentes primarias, a documentos, hacer un seguimiento de las empresas tapadera de la familia, consultar libros de memorias, recabar informaciones judiciales; contextualizar los datos que iba descubriendo con los hechos históricos.

Con mucha paciencia pude desvelar al detalle el sistema, el “modus operandi” con el que construyeron su fortuna bajo la dictadura.

¿Le supuso algún problema profesionalmente hablando? Me refiero a presiones de algún tipo.

Realmente no. Pude trabajar libremente, totalmente apoyado por la dirección de Tiempo y por el Grupo Zeta.

Los Franco me descalificaron varias veces en la COPE, pero nada más.

Hubo, eso sí, una demanda por el honor interpuesta por Francis Franco contra Tiempo en 1990, especialmente contra lo que yo había escrito, por la que pedía diez millones de pesetas.

Perdió y la sentencia dijo que los datos que yo aportaba estaban documentados, que eran ciertos.

Todos los dictadores han amasado grandes fortunas y algunos incluso han terminado ante los tribunales por eso mismo. Pinochet murió antes de dar cuantas ante la justicia de la gran fortuna amasada ¿Por qué ni Franco ni su familia han rendido cuentas?

Porque nadie les ha investigado. Incluso pudieron acogerse a una amnistía fiscal de 1986, con el Partido Socialista en el gobierno, en la que afloraron propiedades inmobiliarias que la familia poseía mediante una sociedad anónima.

Nunca hubo voluntad de investigarlos ni de hacerles que rindieran ninguna cuenta.

Se les dejó, tranquilamente, seguir con sus vidas.

¿En la dictadura todos los españoles eran austeros excepto los Franco y sus allegados?

Evidentemente no. Durante la dictadura, los negocios de los Franco implicaron a muchos empresarios y banqueros que participaron en sus actividades, en bancos, siderúrgicas, empresas de sanidad, inmobiliarias, constructoras…

Se creó toda una corte en el palacio de El Pardo marcada por el amor al dinero.

¿Por qué nunca se ha cuestionado judicialmente el entramado económico de la familia?

Sencillamente porque hasta hace muy poco no hubo ninguna denuncia en sede judicial.

Durante la dictadura era impensable y el miedo marcó a dos generaciones.

En democracia, han tenido que actuar los nietos de quienes vivieron bajo el franquismo para que se rompiera este tabú.

¿Qué le parece que la familia haya recurrido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para impugnar el traslado de la tumba del dictador?

Un sarcasmo. Pero tienen todo el derecho del mundo a recurrir a cuantos tribunales deseen.

¿Por qué es imposible conocer al patrimonio actual de la familia?

Porque fue amasado durante la dictadura, a partir sobre todo de los años 50, y las propiedades quedaron encubiertas en una red de sociedades anónimas instrumentales, como Ursaria, Comercial Flores, Valdefuentes, etc., presididas durante años por testaferros como el secretario de Franco, José María Sanchiz.

De aquel patrimonio se deriva la actual fortuna familiar.

También están los negocios emprendidos durante los últimos cuarenta años en España y en el extranjero.

No estamos hablando del testamento de Franco, del dinero que manejaba personalmente, sino del patrimonio y los negocios de la familia del todopoderoso Jefe del Estado durante su dictadura y en democracia.

¿Por qué no interviene Hacienda?

Ya lo hace. Francis Franco se acogió a la amnistía fiscal de Montoro.

El verdadero debate es el origen de la fortuna, la manera en que se fraguó durante el franquismo. De todos modos, muchas grandes fortunas amasadas durante la dictadura también están bajo sospecha. Así es que…

¿De aquellos años de chanchullos e impunidad vienen estos lodos de negocios y corrupción política?

Bajo el franquismo la corrupción se convirtió casi en una costumbre. Estaba el gran estraperlo de los que mandaban y el pequeño estraperlo de los que sobrevivían.

Los primeros se hicieron ricos de forma oscura con total impunidad, en condiciones excepcionales, mientras la población hacía lo que podía para seguir adelante, sobre todo en los veinte años de dura posguerra.

Luego, el desarrollismo dio opción a que en el pastel participaran más.

Todo esto creó una conciencia laxa frente a la corrupción favorecida por la escasa cultura democrática.

¿Las 200 familias del franquismo siguen controlando económicamente nuestro país?

El capitalismo español actual se forjó bajo la dictadura. Es consecuencia directa de ella, incluso en los apellidos.

¿Terminará Sánchez con la Fundación Francisco Franco?

Es una fundación cultural legal. Habrá que cambiar las leyes para hacerlo. Pero no es la única de estas características.

La piedra angular está en que la apología del franquismo y del fascismo sea jurídicamente ilegal, como en otros países europeos.

¿Cree que se hará justicia, tarde o temprano?

Todo depende de la voluntad política y de la jurídica. El paso del tiempo es un gran aliado del olvido y de la manipulación histórica. No lo olvidemos. Pero debe prevalecer siempre la verdad de los hechos.

Mariano Sánchez Soler recibió el Premio de Narrativa Francisco García Pavón 2009 por su novela Nuestra propia sangre, el Premio Internacional de Literatura de No Ficción Rodolfo Walsh en el 2002, el Premio Álvaro Iglesias de poesía 1982 y el Premio Alcudia de Poesía 1978. Recientemente ha recibido el Premio de la Crítica Literaria Valenciana 2012, en su XX edición, en la modalidad de ensayo, por su libro Anatomía del Crimen.

En 2013, su novela El asesinato de los marqueses de Urbina recibió el Premio Internacional de Novela Negra L´H Confidencial.

Entre 2007 y 2015 fue profesor de guion en el Centro de Estudios Ciudad de la Luz, adscrito a la Universidad Miguel Hernández de Elche, dentro de la Licenciatura y Grado de Comunicación Audiovisual.


Fuente →  confilegal.com

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