El Rey visita IFEMA... sin llevar los 65 millones de su padre
 
 La Casa Real y el gobierno intentan aprovechar la crisis para represtigiar, con su visita al IFEMA, a una Monarquía cada vez más cuestionada. Que la fortuna de la familia real, más de 2000 millones, se expropie y se ponga al servicio de paliar esta crisis.

El Rey visita IFEMA... sin llevar los 65 millones de su padre: El rey ha hecho una vista sorpresa al hospital de campaña que se ha instalado en el recinto ferial del IFEMA acompañado del ministro de Sanidad, la ministra de Defensa, el alcalde de Madrid y el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, entre otros.

Se ha paseado portando esa mascarilla que muchos trabajadores expuestos, incluso sanitarios, no tienen. Se agotan las existencias y, a pesar del esfuerzo de muchas personas que desde su casa se ponen a coser con la mejor de las intenciones, el gobierno no ha puesto todas las industrias con posibilidad a producir mascarillas -y no hablemos de otros materiales como respiradores o EPI- a coste cero. Pero de esto no ha hablado Felipe VI en su visita al IFEMA.

Ha dicho, sin embargo, que “Este hospital IFEMA de emergencias realmente nos anima, es un verdadero orgullo para todos. Pasará a la historia”. A la historia sí pasará, pero más bien como la consecuencia de una pandemia que ha desbordado los servicios sanitarios desde el primer momento, agravado por un sistema sanitario que ha sufrido recortes brutales durante años, por la falta de tests masivos y porque, aún hoy, no se han intervenido los recursos de la sanidad privada de manera total y sin compensación económica. Pero de esto tampoco ha hablado.

Ha definido la instalación del IFEMA “como un verdadero ejemplo de esfuerzo, de sacrificio y de superación”. No se referirá a su sacrificio ni al de la Familia Real, que en plena crisis ha sido el centro de un nuevo escándalo de corrupción debido a una fundación a nombre del rey emérito y con Felipe VI como beneficiario, en la que constaba una “donación” de Arabia Saudí de 65 millones de euros. De que ese dinero y el resto de su fortuna se destine a enfrentarnos a esta crisis no ha comentado nada, aunque fuimos miles los que lo exigimos desde nuestro balcón durante su discurso gris del pasado 18 en el que no dijo una palabra sobre este tremendo escándalo.

Toda su retórica patriótica en la que no han faltado la batalla, los héroes y la moral de toda España, no puede esconder la inmundicia de una institución como es la monarquía, enriquecida a nuestra costa durante décadas, impuesta por el franquismo, siempre del lado de los grandes millonarios y las grandes empresas. Como muestran sus negocios oscuros con la dictadura de Arabia Saudí o las habituales reuniones con grandes empresarios nacionales e internacionales.

Sin ir más lejos, durante esta crisis, una de sus primeras reuniones ha sido con los presidentes de las patronales CEOE y Cepyme, las prioridades de la Casa Real están claras. Otro episodio reseñable ha sido el intento de blanqueo que supuso la noticia que apareció en primera plana de todos los diarios de su majestad contando cómo el rey había “conseguido” cincuenta mil tests, negociando con el gran empresario de Alibaba. El chiste se hace solo.

No necesitamos una familia real de parásitos que vive en la opulencia coleccionando joyas de la corona mientras el sistema sanitario se cae a pedazos y los trabajadores se arriesgan o son despedidos en masa. No necesitamos reyes y reinas, necesitamos personal sanitario, respiradores, mascarillas, tests pero de los que funcionan.

No queremos gestos que alteran la actividad en un hospital para que se haga la foto. No queremos que nos dé las gracias por el trabajo que estamos haciendo los trabajadores, ni sus loas a esa España que tanto ha defendido a porrazos, ni que coordine a su guardia real medieval con las fuerzas armadas en esta escalada represiva que se va preparando para cuando salgamos a luchar por todo lo que nos van a querer quitar para pagar el enorme rescate a empresas que el gobierno está desarrollando.

Lo que queremos es expropiar la fortuna a la familia real, más de 2 mil millones, y ponerla a disposición del pueblo trabajador en esta crisis. Y echarles, acabar con esta monarquía corrupta heredera del franquismo y este régimen monárquico para ricos, tomar nuestro futuro en nuestras manos, decidir sobre nuestras vidas, desde el fin de la monarquía, hasta la gestión de la crisis del coronavirus. Así, tal vez, esta crisis no la paguemos los de siempre, y la pague la monarquía.


Fuente → izquierdadiario.es

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