La República (española) en marcha:
Joan Jordi Abentín Senán
En primera instancia decir que estos días están siendo muy complicados. Todos sabemos la razón. No hace falta darle demasiadas vueltas en un artículo de una temática diferente. En todo caso decir que seguro que salimos de esta. A la vez, pero, estos días también he visto (ya sea redes o por conversaciones familiares) un crecimiento increíble de la causa republicana.
No sé si vosotros os habéis fijado, pero un punto de inflexión, al menos para mí, fue la cacerolada. Diferentes puntos de España dijeron basta a una Monarquía corrupta e ineficiente. Miles y miles de ciudadanos se hicieron notar para poner fin a una “cosa” del siglo XII. Y personalmente, mucha gente que conozco, que nunca hablaban del tema antes ahora están empezando a pedir explicaciones.
Además, recuerdo el gráfico de Electomanía realizado entre el 15 y 16 de marzo donde se mostraba que los partidarios de la República eran ya del 48,6% mientras que los de la Monarquía del 46,8%. Corregidme si me equivoco, pero creo que nunca había visto una victoria de los primeros nunca, ni siquiera en un sondeo.
Ahora bien, toca dar el paso. Una vez acabe esta crisis, tenemos que empezar a poner sobre la mesa que es necesario iniciar el debate y que también es importante que el PSOE y hasta partidos de derechas empiecen a dejar los nacional-simbolismos de lado y que piensen en velar el sentido común. En el mismo sondeo señalaba que un 63,2% de los votantes socialistas votaría República y que hasta un 18,9% de los de Ciudadanos también lo haría.
En fin, al punto que quiero llegar es que ahora tenemos dos opciones. Podemos hacer como Puigdemont y Borràs y hacer que la mitad que quiere Monarquía nos odie o podemos actuar seduciendo para ser aún más y así influir en el partido del actual gobierno. Y ahí, cuando se actúa con inteligencia acabar demostrando lo importante. No tenemos que tener el objetivo de ser 51 contra 49, sino más bien el de llegar máximo posible de personas. Y sí, eso puede comportar pequeñas renuncias simbólicas. El ejemplo más claro es con la bandera: Me encantaría tener la tricolor como oficial, pero si hay que dejar la bandera actual (eso sí, quitando la corona) pues se hace. Si tenemos que tener dos himnos oficiales en vez de uno, pues se hace. Si tenemos que adaptarnos unos y otros pues lo hacemos. Hay que tener claro que el objetivo es acabar con una monarquía corrupta y con la desigualdad que supone tenerla y no cambiar una bandera.
También hay que llamar a esas derechas para decirles que el pragmatismo que “gastan en otras cosas” lo tengan acá. Seguro que al mismo PP o C’s no saben argumentar del todo para qué sirve la monarquía. Añadir que eso de decir que Felipe IV está muy preparado o que la infanta hable catalán no me sirve. Si quieren tener un puesto de poder pues que se presenten a las elecciones y las ganen. Pero amigos, lo de la gracia de dios hace tiempo que no se lleva. Otro que todos hemos escuchado es el de “en los países nórdicos hay monarquías”. Eso sí, se olvidan de decir que en esos países no hay corrupción o es mínima entre otras cosas.
Al fin, nunca había visto estos números de los partidarios a una República. Y quería escribir este artículo, después de preguntar por ahí y hablar des de hace un cierto tiempo con diversa gente, que el futuro parece un poco más Republicano. Ahora solo depende de nosotros, no cayendo en el fanatismo, actuando con seriedad y sobre todo utilizando mucho la inteligencia.
Fuente → contrainformacion.es
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