"El preparado" hace tiempo que, si alguna vez lo fue, ha dejado de parecerlo
Felipe VI, el cobarde
Sólo si el principal consejero del Rey es republicano, se puede entender la política de comunicación del actual monarca.
Empezando por el discursito tras el referéndum del 1 de octubre en
Cataluña, dirigido a nutrir las filas independentistas y terminando por
el de esta semana, con una esmerada redacción en pos de soliviantar los
caldeados ánimos de los ciudadanos.
"El preparado" hace tiempo que, si alguna vez lo fue, ha dejado de parecerlo. Claro que, visto lo visto hasta ahora, bien podría ser que la infiltrada republicana en la corte fuera la mísmisima reina. Tal vez, y sólo es un suponer, todo sea una estrategia maquinada por Henar Ortiz, conocida como la tía republicana de Leticia. Me la puedo imaginar, yo soy mucho de esas cosas, enseñando a la reina desde bien pequeñita a cantar el himno de Riego o a interpretar los cuentos clásicos haciendo que el príncipe pareciera un pelele, en vez de un héroe salvador.
Quizá, y sigo en mis suposiciones, la incitó a estudiar periodismo, para que aprendiera a manejar la información, un arma letal si se utiliza con inteligencia. Y refinó sus gustos y maneras haciéndola atractiva a los ojos del joven, por aquellos tiempos, príncipe. Las peleas con la reina madre, la aparente connivencia con el rey emérito, no eran más que parte de la táctica perpretada muchos años atrás, y un simple atisbo del definitivo golpe que ahora está ejecutando con maestría.
De verdad que sólo así puedo entender el anuncio de la renuncia a la sucia herencia de su padre, el mismo día que el Gobierno declaraba el estado de alerta. Cuando todo el país veía, y sigue viendo, con extrema angustia como miles de conciudadanos son víctimas de la pandemia. Con los hospitales al borde del colapso y la economía de millones de personas amenazada como nunca antes lo había estado.
La burda táctica de renunciar a la herencia se ha visto aderezada con un discurso plagado de frases hechas, sin ningún contenido ni una mínima referencia a la corrupción paterna. La vileza y cobardía mostrada por Felipe VI en el momento más trágico que vive España desde la Guerra Civil, sólo puede ser respondida haciendo sonar de nuevo el himno que cantaban las tropas del teniente coronel Riego contra otro Borbón nefasto (todos lo han sido) como Fernando VII, e invitando a su majestad, cuando acabe esta pesadilla, a seguir el camino de su bisabuelo
"El preparado" hace tiempo que, si alguna vez lo fue, ha dejado de parecerlo. Claro que, visto lo visto hasta ahora, bien podría ser que la infiltrada republicana en la corte fuera la mísmisima reina. Tal vez, y sólo es un suponer, todo sea una estrategia maquinada por Henar Ortiz, conocida como la tía republicana de Leticia. Me la puedo imaginar, yo soy mucho de esas cosas, enseñando a la reina desde bien pequeñita a cantar el himno de Riego o a interpretar los cuentos clásicos haciendo que el príncipe pareciera un pelele, en vez de un héroe salvador.
Quizá, y sigo en mis suposiciones, la incitó a estudiar periodismo, para que aprendiera a manejar la información, un arma letal si se utiliza con inteligencia. Y refinó sus gustos y maneras haciéndola atractiva a los ojos del joven, por aquellos tiempos, príncipe. Las peleas con la reina madre, la aparente connivencia con el rey emérito, no eran más que parte de la táctica perpretada muchos años atrás, y un simple atisbo del definitivo golpe que ahora está ejecutando con maestría.
De verdad que sólo así puedo entender el anuncio de la renuncia a la sucia herencia de su padre, el mismo día que el Gobierno declaraba el estado de alerta. Cuando todo el país veía, y sigue viendo, con extrema angustia como miles de conciudadanos son víctimas de la pandemia. Con los hospitales al borde del colapso y la economía de millones de personas amenazada como nunca antes lo había estado.
La burda táctica de renunciar a la herencia se ha visto aderezada con un discurso plagado de frases hechas, sin ningún contenido ni una mínima referencia a la corrupción paterna. La vileza y cobardía mostrada por Felipe VI en el momento más trágico que vive España desde la Guerra Civil, sólo puede ser respondida haciendo sonar de nuevo el himno que cantaban las tropas del teniente coronel Riego contra otro Borbón nefasto (todos lo han sido) como Fernando VII, e invitando a su majestad, cuando acabe esta pesadilla, a seguir el camino de su bisabuelo
Fuente → elplural.com
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