Felipe de Borbón y Grecia se ríe de nosotros



Felipe de Borbón y Grecia se ríe de nosotros
Manuel Rico 

Felipe de Borbón y Grecia pretende que los españoles nos creamos los dos siguientes hechos:

1. Que su padre lo va nombrando alegremente beneficiario de fundaciones en paraísos fiscales sin su conocimiento

2. Que él pensaba que su padre vivía con apenas 200.000 euros al año. Que no era un (presunto) ladrón. Que los elefantes, las Corinas, los jets y las juergas de multimillonario salían de su asignación de los Presupuestos del Estado.

Felipe de Borbón y Grecia ha confesado por medio de un comunicado público: 

1. Que se enteró el 5 de marzo de 2019 de que era el beneficiario de una fundación panameña donde su padre escondía fondos opacos. Es decir, que su padre era un (presunto) delincuente. Pero decidió que lo mejor era ocultarlo. Y sólo lo ha admitido tras la publicación de la noticia en un periódico británico.

2. Que no ha colaborado con la Justicia para el esclarecimiento de los posibles delitos de su padre. Lo que le convierte a él en un encubridor

Esos dos hechos y esas dos confesiones sólo permiten llegar a una conclusión: Felipe de Borbón y Grecia se ríe de nosotros.

Y eso que tendría muy fácil demostrar que de verdad quiere “observar una conducta íntegra, honesta y transparente”, como escribió en su comunicado. Sólo necesita acometer las cinco actuaciones siguientes:

1. Publicar en la web de la Casa del Rey el patrimonio que tienen sus padres, él, su esposa, sus hijas y sus hermanas. No la cifra global, sino la relación exacta del tipo de bienes y del lugar donde se encuentran.

2. Publicar en la web de la Casa del Rey el testamento de su padre, de su madre y, si ya lo hubieran realizado, el suyo, el de su mujer y el de sus hermanas. Y comprometerse a actualizar los datos en caso de que sufran cualquier tipo de modificación.

3. Entregar a la Justicia copia de toda la documentación que exista en palacio sobre (presuntas) actividades ilegales de su padre, de las examantes del emérito o de otros miembros de su familia.

4. Entregar a la Agencia Tributaria copia de toda la documentación que exista en palacio sobre (presuntos) fraudes fiscales cometidos por su padre, por las examantes del emérito o por otros miembros de su familia.

5. Trasladar al Congreso su deseo de que se constituya una comisión de investigación que aclare los posibles actos de corrupción cometidos por su padre. La sede de la soberanía popular no puede ser secuestrada a la hora de analizar hechos tan graves. Y anunciar su máxima colaboración para que dicha investigación parlamentaria sea fructífera.

Ese es el verdadero dilema que afronta Felipe de Borbón y Grecia: seguir insultando la inteligencia de los ciudadanos españoles o dejar de ser el encubridor, cómplice y beneficiario de su padre. Así de sencillo.


Fuente → infolibre.es

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