 
PP y PSOE, a los que se suman Ciudadanos y Vox, insisten en que Juan 
Carlos I es inviolable a pesar de que numerosos expertos en Derecho 
Constitucional entienden que se podría abrir cuanto menos una 
investigación
El bloque de la Transición impide una comisión de investigación sobre el patrimonio del rey emérito: La revista Forbes atribuye al rey 
emérito un patrimonio oculto de 2.000 millones de euros. Un fiscal suizo
 indaga en la supuesta fortuna del monarca. Los funcionarios de 
Hacienda, a través del sindicato Gestha, exigen una 
investigación tributaria. ¿Qué más necesitan la Administración y la 
Justicia española para abrir al menos un expediente sobre la cuentas de 
Don Juan Carlos, aunque finalmente la causa sea archivada en base a la 
inviolabilidad del Jefe del Estado? La prerrogativa real consagrada en 
la Constitución del 78 impide que el monarca sea procesado y condenado, esa es la verdad jurídica, pero nada se dice en la Carta Magna
 de que no se pueda examinar su dinero −con luz y taquígrafos como en 
cualquier democracia−, y más si ese presunto patrimonio está oculto en 
paraísos fiscales, detrás de cuentas opacas y de oscuros testaferros.
Todos los resortes del Estado fallan cuando se trata de hacerle una 
simple inspección o declaración de la renta al rey emérito, y a todo 
ello se suma la indecorosa actitud de los partidos políticos del bloque 
de la Transición, que siguen bloqueando cualquier 
iniciativa parlamentaria para llegar a la verdad del asunto. El manto de
 silencio continúa más vivo que nunca gracias al Partido Popular y al PSOE, a los que ahora se suman Ciudadanos y Vox, que no dejan de ser hijos ilegítimos del PP. Esas son las cuatro patas que aguantan un trono resquebrajado.
Con su decisión, el bloque de la Transición hace un flaco favor a Zarzuela,
 ya que aquí no se trata ya de cuestionar a la monarquía española en 
favor de la república, sino de si se está amparando un supuesto caso de 
corrupción de dimensiones colosales. Nuestra democracia no puede dar 
cobertura a supuestas prácticas oscuras o pocos transparentes, como la 
denuncia de Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la amiga 
entrañable del rey emérito que asegura haber recibido una donación de 65
 millones de euros a través de un banco suizo y de una fundación 
panameña.
Sin embargo, la Mesa del Congreso, una 
vez más, ha rechazado tramitar las peticiones de los diferentes grupos 
políticos para crear una comisión de investigación sobre las supuestas 
cuentas y donaciones atribuidas a Don Juan Carlos. En la votación se 
dividieron los dos socios del Gobierno de coalición: Unidas Podemos votó a favor de las iniciativas, mientras que el PSOE apoyó su inadmisión junto con PP y Vox.
El órgano que preside Meritxell Batet estudió hasta dos solicitudes que han sido desestimadas. Una de las peticiones fue registrada por ERC y el Grupo Plural que comparten Junts, Compromís, Más País y el BNG.
 Su objetivo era investigar el supuesto patrimonio irregular en Suiza y 
otros paraísos fiscales a nombre de terceros, así como determinar las 
consiguientes responsabilidades “civiles, éticas y políticas” del 
monarca.
La otra fue promovida por Unidas Podemos y en su texto se habla de la
 “presunta comisión de, entre otros, posibles delitos de blanqueo de 
capitales”. Agrega que “no resulta descartable que los mismos se estén 
ejecutando actualmente o se hubieran ejecutado con posterioridad” a la abdicación
 de Don Juan Carlos. Dicha renuncia al trono tuvo lugar en junio de 
2014, momento “en el que dejó de ser inviolable conforme al artículo 56.3 de la Constitución”,
 subrayan las fuentes de la formación morada. Al igual que sucedió en 
iniciativas anteriores, los letrados del Congreso redactaron un informe 
en contra de la admisión a trámite de las peticiones, reiterando los 
antecedentes y la interpretación de la inviolabilidad del Jefe del 
Estado que viene haciendo el Tribunal Constitucional.
La presentación de esta iniciativa ya ahondó las diferencias entre el
 PSOE y Unidas Podemos. Los socialistas se desmarcaron de la solicitud y
 recordaron que los letrados siempre se han opuesto a calificar 
iniciativas de control de la Corona. “Es simplemente leerse la 
Constitución y saber que el rey es inviolable”, resumió la portavoz del 
Grupo Socialista, Adriana Lastra.
Así, esa división se ha materializado en la votación de la Mesa del 
Congreso. El PSOE, junto con el PP y Vox, respaldaron el informe de los 
letrados y acordaron inadmitir los escritos, mientras que Unidas Podemos
 se quedó solo apoyando su tramitación. El líder de Más País, Iñigo Errejón,
 afirmó certeramente que aunque el rey emérito sea “inviolable”, puede 
ser objeto de una investigación. Eso es al menos lo que diría la lógica 
de cualquier demócrata; pero por lo visto la Constitución roza el 
absurdo en ese polémico artículo que permite que alguien esté por encima
 de la ley y por encima del bien y del mal. Y ya van 40 años de 
surrealismo.
Fuente → diario16.com
 


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