La referencia al Cid en el himno Riego
 

La referencia al Cid en el himno nacional de España (himno de Riego) / Pedro A. García Bilbao: Cuando se pierde el hilo rojo de la memoria y no se guarda o adquiere conocimiento sobre quienes somos y de donde venimos estaremos a las puertas de ser dominados y avasallados. ¿Porqué el himno de Riego canta a los Hijos del Cid?
Dice:
¡De nuestros acentos
el orbe se admire
y en nosotros mire
los hijos del Cid!


Es sencillo. Hasta entrado el siglo XIX y ya casi en el XX, lo del Cid no era un icono de la reacción. Todo lo contrario. El Cid fue alguien que representaba en la mitología nacional al hombre sencillo que hace valer la ley y el honor sobre la figura del Rey. El Rey estaba limitado por la ley y el honor, no por encima de ello. Y Don Rodrigo Díaz –verdad o no el juramento de Santa Gadea-. era alguien salido del común que obligaba al rey a someterse a la ley. Para el absolutismo del Antiguo Régimen y el muy despreciable Fernando VII, mentar al Cid era insoportable. Era un eco de un tiempo pasado en el que la monarquía era menos poderosa y precisaba de equilibrios, lo que se rompió tras las guerras civiles del siglo XV y luego con la entrada borgoñona y austriaca. Era aquel “Uno a uno tanto como vos, y todos juntos más que vos”, del juramento del rey Don Pedro en el Monasterio de Santo Domingo en las Cortes de Castilla. 

(sobre esta versión del juramento ha de recordarse la de los reyes aragoneses, la misma básicamente: “Nos, que somos y valemos tanto como vos, pero juntos más que vos, os hacemos Principal, Rey y Señor entre los iguales, con tal que guardéis nuestros fueros y libertades; y si no, no”.

Hoy hay un parking en ese Santo Domingo. Y nada recuerda lo que allí se dijo.

Cuando escuchéis la canción o leáis la letra, recordad que es una canción de marcha entonada para darse ánimos y marcar el paso por una fuerza escasa de soldados que defienden la Nación y la libertad acosados sin tregua por el ejército realista.

   


Serenos y alegres,
valientes y osados
¡Cantemos, soldados,
el himno a la lid!
¡De nuestros acentos
el orbe se admire
y en nosotros mire
los hijos del Cid!


Soldados, la patria
nos llama a la lid,
¡Juremos por ella
vencer, vencer o morir!


¡Blandamos el hierro
que el tímido esclavo
del libre, del bravo,
la faz no osa ver!
Sus huestes cual humo
veréis disipadas,
y a nuestras espadas
fugaces correr.


Soldados, la patria
nos llama a la lid,
¡Juremos por ella
vencer, vencer o morir!


¿El mundo vio nunca
más libre osadía?
¿Lució nunca un día
más grande el valor,
que aquel que, inflamados,
nos vimos del fuego
que excitara a Riego
de Patria el amor?


Soldados, la patria
nos llama a la lid,
¡Juremos por ella
vencer, vencer o morir!


Honor al caudillo,
honor al primero
que el cívico acero
osó fulminar.
La patria afligida
oyó sus acentos
y vio sus tormentos
en gozo tornar.


Soldados, la patria
nos llama a la lid,
¡Juremos por ella
vencer, vencer o morir!


Su voz fue seguida,
su voz fue escuchada,
tuvimos en nada
soldados morir.
Y osados quisimos
romper la cadena
que de afrenta llena
del bravo el vivir.


Soldados, la patria
nos llama a la lid,
¡Juremos por ella
vencer, vencer o morir!


Ya la alarma tocan;
las armas tan sólo
el crimen, el dolo,
podrán abatir.
¡Que tiemblen, que tiemblen,
que tiemble el malvado,
al ver al soldado
la lanza esgrimir!


Soldados, la patria
nos llama a la lid,
¡Juremos por ella
vencer, vencer o morir!

 

La trompa guerrera
sus ecos da al viento,
de horrores sediento;
ya ruge el cañón.
Ya Marte, sañudo,
la andana provoca
y el genio se invoca
de nuestra nación.


Soldados, la patria
nos llama a la lid,
¡Juremos por ella
vencer, vencer o morir!


Se muestran: ¡volemos,
volemos, soldados!
¿Los veis aterrados
la frente bajar?
¡Volemos, que el libre
por siempre ha sabido
al siervo rendido
la frente humillar.


Soldados, la patria
nos llama a la lid,
¡Juremos por ella
vencer, vencer o morir!


banner distribuidora