Felix Sardà i Salvany, antecesor del nacional-catolicismo franquista
 

Felix Sardà i Salvany, antecesor del nacional-catolicismo franquista: Nació en Sabadell (Barcelona), el 21 de mayo de 1844, ciudad que seria conocida a finales del s.XIX como el Manchester español por su gran producción téxtil, pero con graves desigualdades sociales; 3/4 partes del salario de un obrero iba destinado a su alimentación y la de su família, los niños y niñas empezaban a trabajar a los 7 o 8 años, en 1881 casi el 64% de la población masculina era analfabeta, y el analfabetismo femenino llegaba al 85%. Salvany,  ingresó en el Seminario Conciliar de Barcelona en 1855 y al cabo de diez años fue ordenado sacerdote. Se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona. Con el seudónimo “Un oscurantista de buena fe”, escribió desde 1869 miles de artículos y unos doscientos opúsculos -en catalán y castellano- queriendo orientar popularmente sobre problemas sociales y religiosos

Fundó la Academia Católica en 1872, con el fin de evitar la descristianización de los obreros y de incorporar las actividades culturales juveniles bajo el dogma católico. En 1890 se inauguró el edificio de la Academia Católica en la calle San Juan, que en la actualidad tanto el edificio como la Academia continua existiendo. Murió el 2 de enero de 1916 en la casa principal, que había convertido en 1905 en un asilo de ancianos de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, justo delante de la Academia Católica.

Representó el sector más integrista de la Iglesia Católica de la época, fue partidario de devolver a la cristiandad de la Edad media, el restablecimiento de la inquisición. A lo largo de su vida combatió el liberalismo. Fue defensor del “Syllabus Errorum” y enemigo de los principios de la Revolución Francesa, sobre todo a través de su publicación “Revista Popular” (1871-1916), de la cual fue director durante 43 años, donde lanzó campañas, de eco en toda España, contra la francmasonería, el espiritismo , el protestantismo, el anarquismo, el naturalismo o al movimiento autonomista de la Solidaridad Catalana (debido a que no daban suficiente importancia al papel de la iglesia católica), defendiendo la unidad católica, y la primacía espiritual en la acción social, es decir, que la iglesia católica mantuviera el monopolio de la educación y la sanidad de la población; y promoviendo la caridad cristiana frente la solidaridad obrera. Su obra fundamental, y discutida muchos años, fue “El liberalismo es pecado” (1884), la polémica en torno al cual tomó una dimensión europea. Se convirtió en el programa doctrinal del carlismo tradicionalista, ligado con los jesuitas, contra el liberalismo, que era la base de la política de la Restauración. En esta obra, Sardà se posicionó en contra del sufragio, negó la libertad de pensamiento, se mostró contrario a la libertad de prensa y asociación y negó todas aquellas creencias que no estuvieran basadas en el catolicismo. Sardà condenará todo intento de entendimiento entre el liberalismo y el catolicismo. En 1888 apoyó al carlista integrista Ramon Nocedal y su diario “El Siglo Futuro“, que fundaría el Partido Integrista, cuando se enfrentó con los dirigentes del Partido Carlista por considerarlos demasiado tibios con el régimen canovista. Finalmente Sardá y el “Diario Catalán” se alejaron de Nocedal y del Partido Integrista, se separó de ellos debido a diferencias de estrategia política.

Sardà ejercerá una gran influencia sobre los obreros y la opinión pública de la ciudad a favor de los intereses católicos y patronales que le dan apoyo económico, como el cacique local, Joan Sallarès i Pla, industrial proteccionista y miembro del Partido Conservador. El integrismo de Sardà, representa la resistencia de la Iglesia Católica a perder su monopolio sobre la cultura, el pensamiento, la educación y su influencia política. Este pensamiento integrista de Sardà, apoyado por la patronal local, conllevará la respuesta obrera con propuestas de innovación cultural, como la creación del Instituto Libre de Enseñanza (ILE) en 1882 o la creación del semanario obrero librepensador “Los Desheredados”; pero también a intentos desesperados como el atentado del anarquista Mateo Morral durante la boda del rey Alfonso XIII en 1909, que conllevó una dura represión contra el movimiento obrero y movimientos librepensadores, como el de renovación de la enseñanza de la Escuela Moderna. El maestro y fundador de la Escuela Moderna, Francesc Ferrer i Guàrdia después de la “Semana Gloriosa”, llamada “Semana Trágica” por la iglesia y el gobierno, aprovechando para aparte de acusarlo de ser el inductor de la “Semana Trágica”, también de estar detrás del atentado de Mateo Morral (bibliotecario de la Escuela Moderna), acabando siendo ejecutado.

Félix Sardà i Salvany, lideraba el Comité de Defensa Social, fundado en Barcelona en 1903 y apoyado por la patronal, este se oponía a todas las escuelas neutras en materia religiosa, a la constitución de ligas de instrucción pública, al establecimiento de centros protestantes, y denunciaba a las publicaciones neomalthusianas de las que Mateo Morral era un gran difusor.

“El liberalismo es pecado”:

“El liberalismo es herejía. Herejía se toda doctrina que niega con negaciones formal y pertinaz un dogma de la fe cristiana. El liberalismo doctrina los niega primero todos en general Y después cada uno en particular. Los niega todos en general, Cuando afirma o supone la independencia absoluta de la razón individual en el individuo, y de la razón social, o criterio público, en la sociedad “

“Ser liberal es más pecado que ser blasfemo, ladrón, adúltero u homicida, o cualquier otra cosa de las que prohibe la ley de Dios y castiga sume justicia infinita” 
 
En mayo de 1941 se conmemoró el centenario de su nacimiento y el 25º cumpleaños de su muerte. El ayuntamiento de Sabadell con el alcalde Josep Mª Marcet, le organizó una serie de homenajes a su figura. Sus restos mortales fueron trasladados en el pasillo central de la iglesia de San Félix, donde aún se encuentran.

Francisco Franco, en su visita en la ciudad el 27 de enero de 1942, asistió a un homenaje a Salvany en la iglesia de San Félix, reconociéndolo como precursor de la ideología nacional-católica del régimen.

Actualmente en Sabadell existe en memoria de Felix Sardà i Salvany, una estatua en la iglesia del Inmaculado Corazón de Maria, una plaza en su nombre, y un monumento en el Santuario de la Salut.

Estatua de Félix Sardà i Salvany en la iglesia del Inmaculado Corazón de Maria (Sabadell). Pl. Doctor Robert, 3. Obra del escultor Camil Fábregas, inaugurada en 1949. 

Sardà i Salvany, Fèlix. El liberalismo es pecado :<http://www.carlismo.es/librosElectronicos/Elliberalismoespecado.pdf>

Sardà i Salvany, Fèlix. ¿Integristas?, Conferencia leída en la Academia Católica (antes Juventud Católica) de Sabadell por D. Félix Sardá Salvany, presbitero, Consiliario de la misma y Director de la <<Revista Popular>>, 1889.

Masjuan, Eduard. Medios obreros e innovación cultural en Sabadell (1900-1939). La otra aventura de la ciudad industrial, UAB 2006.

Moliner Prada, Antonio. Félix Sardà i Salvany y el integrismo en la Restauración. UAB, 2000.

Fuente →  serhistorico.net

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