Como ya ocurrió en junio, trece personas han sido denunciadas por Vox
por protestar contra mesas informativas del partido. Sostienen que no
hubo agresiones y se preguntan cómo han dado con sus nombres.
Trece vecinas de Vallecas encausadas por Vox seguirán llamándoles "fascistas": “Si eres neutral ante situaciones de injusticia, entonces has elegido el bando del opresor”, cuentan que dijo Desmond Tutu. Del clérigo sudafricano a la abarrotada parroquia vallecana San Carlos Borromeo, esa es la frase con la empieza a hablar Juan Bravo, una de “las 13 encausadas”; denunciadas por Vox por coacciones con el agravante de discriminación ideológica cuando protestaban contra una mesa de propaganda del partido de Abascal en Vallecas.
“El 17 de marzo muchos vecinos y vecinas salimos espontáneamente a protestar con nuestras cacerolas, y cantamos `Fuera fascistas de nuestros barrios´. La policía estaba presente, testigo de que no hubo ninguna agresión” relata Elena Ortega. “Ocurrió lo mismo que otras veces. Vox viene al barrio a provocar con su discurso xenófobo, machista y racista”, señala Víctor Jiménez, otro vecino del barrio de 64 años que, junto a Elena y Juan, debe acudir el 30 de enero a los juzgados de Plaza Castilla.
Hasta en cinco ocasiones el partido ultraderechista ha montado un puesto de propaganda en Vallecas y en todas ellas han acudido vecinos a protestar. De hecho, en junio de 2019 otras trece personas fueron absueltas de la misma acusación por haber realizado una acción similar en Puente de Vallecas en el mes de abril del mismo año. Al igual que en esta ocasión, los vecinos se situaron a una distancia de diez o quince metros y en ningún caso se profirieron amenazas directas u otro tipo de agresiones, por lo que el Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid concluyó que no se produjo violencia o intimidación.
“Hace poco cerraron el campo del Rayo por llamar nazi a un nazi”, cuenta Elena. “No vamos a retractarnos: sus discursos de odio no son bienvenidos” asevera Juan. “No somos ningún grupo coordinado, solo somos vecinos y vecinas del barrio que nos enteramos de esto por el boca a boca. Las respuestas siempre han sido espontáneas, te llamaban por teléfono y te decían: oye que están aquí otra vez los fachas. Aún no conozco muy bien la situación legal del resto de acusados”, añade Jiménez. De hecho, su caso es particular. La carta que ha recibido le acusa de una acción que tuvo lugar en la zona de Pablo Neruda, a la cual él no acudió, aunque sí reconoce haber estado en otras y haber sido identificado.
Erlantz Ibarrondo, el letrado que construirá la defensa, coincide en que también resulta “extraño que el denunciante, un particular que es militante de Vox, tenga los datos personales de las denunciadas. Parece que han utilizado los nombres de gente conocida por su militancia en Vallecas”. Para Jiménez está muy claro que “hay cierto nivel de colaboración entre la policía y los denunciantes y que estamos señalados por nuestro activismo”. No ha sido el único de ser acusado de una acción en la que no ha estado. Fuentes de la defensa han indicado que habrá que estudiar cada caso por separado para valorar esas inconsistencias.
Otros grupos y asociaciones del barrio no han tardado en mostrar su apoyo. La semana pasada más de 200 personas participaron en una fiesta solidaria para costear los gastos asociados a la denuncia. Además hay convocada otra fiesta el sábado 25 de enero y una concentración del 30, día del juicio, frente a los Juzgados de Plaza Castilla.
Conociendo la sentencia de junio de 2019, todo apunta a que finalmente esta denuncia no prosperará y que el partido ultraderechista busca hacer ruido, como ya han demostrado en numerosas ocasiones. “Algunos hemos vivido el franquismo y no vamos a permitir que vuelva de nuevo. Aquí nos han asesinado a gente como Yolanda González, Vicente Cuervo o Carlos Palomino, además de la represión y los palos”, sentencia Jiménez.
Otras encausadas defienden que es difícil que cuaje en el barrio el discurso de de Vox. Sin embargo, las 273 personas (el 0,2% de los habitantes del barrio) que los votaron en Vallecas, crecieron hasta los 16.000, aunque todo apunta a que han sido votos sustraídos a las derechas azul y naranja. “Aquí, desde el franquismo, siempre ha habido un reducto falangista y hasta legionarios”, expone Jiménez. Y reconoce que, sobre todo debido al tema de Cataluña y a la “moda” de Vox, hay más gente abrazando esos discursos y extremando sus posiciones.
Desde el grupo de las trece encausadas afirman que seguirán combatiendo estos discursos estén donde estén y vengan de donde vengan “para construir un barrio más digno”. Mientras los representantes del partido ultraderechista se empeñan en repetir la historia, no solo en el plano teórico, sino también en el práctico. “Es hora de que demócratas dejen de visitar banquillos y de que fascistas dejen de dictar a quién se juzga, termina Juan Bravo.
Fuente → elsaltodiario.com
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