

Repaso a España en la ONU sobre libertades y violencia policial: El examen sobre derechos humanos a que se ha tenido que someter esta mañana España ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha dado pie a la advertencia de diferentes países sobre la necesidad de garantizar la libertad de expresión y de reunión en el estado español. La violencia policial ha estado también presente en algunas intervenciones, en las que se ha reclamado que se investiguen estos casos y se depuren responsabilidades. El examen a que se ha tenido que someter España lo han de pasar cada cinco años todos los miembros del Consejo. La violencia de género, el trato a los migrantes —con especiales menciones a la situación en Ceuta y Melilla— y menores no acompañados y el combate contra la xenofobia y la discriminación han sido temas repetidos en la mayor parte de las intervenciones.
Venezuela ha sido el único estado que se ha referido
explícitamente al pulso entre Catalunya y España y ha reclamado "que el
nuevo gobierno inicie un diálogo constructivo con el pueblo catalán y
sus instituciones". El documento del Alto Comisionado que sirve de base al examen
ya contenía referencias al 1-O y se mostraba "sumamente preocupado por
la violencia" que se registró durante el referéndum sobre la cual
reclamaba una investigación independiente.
A la necesidad de garantizar la libertad de expresión y de asociación en España se ha referido el representante de Estados Unidos,
que ha reclamado que se pida cuentas "a los responsables de crímenes y
delitos contra periodistas o todo aquello que socave el disfrute de la
libertad de expresión", y Bélgica, que ha reclamado medidas para "garantizar el derecho de reunión pacífica y la libertad de expresión
y opinión". Pero también han alertado sobre este tema Irán, Italia,
México, Suiza, Egipto, Colombia, Costa Rica, Chipre, Alemania o
Islandia. A menudo estas referencias se han vinculado a la ley de
Seguridad Ciudadana, la llamada Ley Mordaza, sobre la cual se ha
alertado que no puede servir para condicionar la libertad de expresión y
reunión.
Las denuncias por excesos policiales han aparecido en el evaluación de Rusia,
que ha recomendado una "investigación independiente y eficaz sobre
todos los casos de intervenciones ilícitas en manos de las fuerzas de la
orden" y en la de Italia y la de Países Bajos, que han reclamado
explícitamente que se investiguen estos excesos, pero también ha sido
citada por Iraq.
Luxemburgo ha reclamado que se despenalice el delito de difamación y también Maldivas se ha referido a este tema, pero ha sido Canadá quien ha pedido explícitamente que se revise el Código Penal en relación a los delitos de injurias contra la Corona.
Luxemburgo ha reclamado que se despenalice el delito de difamación y también Maldivas se ha referido a este tema, pero ha sido Canadá quien ha pedido explícitamente que se revise el Código Penal en relación a los delitos de injurias contra la Corona.
Suiza ha advertido que "el pasado franquista sigue siendo un reto para España"
y ha reclamado que se garanticen el derecho a verdad, justicia y
reparación y se investiguen los crímenes cometidos durante aquel
periodo de acuerdo con las normas del derecho internacional. Sobre
memoria histórica también han hablado Líbano y Armenia.
Diferentes países, como Austria, han alertado sobre al régimen de
prisión incomunicada, mientras que Liechtenstein, Malta, Países Bajos y
Argentina se han referido a la tortura y desapariciones forzadas.
El secretario de Estado de Exteriores, Fernando Valenzuela, se
ha encargado de defender el posicionamiento español. Ha admitido que la
Ley de Seguridad Ciudadana y su interferencia en la libertad de
expresión y reunión están siendo objeto de análisis, pero ha subrayado
que precisamente el objeto de la ley es "salvaguardar el derecho de
reunión" y regularla para intervenir sólo cuando pierde "el carácter
pacífico", además de garantizar, en la intervención policial, la
proporcionalidad e injerencia mínima y no discriminación por el
contenido de los mensajes. "En cualquier momento un particular puede
denunciar a la policía ante los tribunales que desde su independencia
iniciará un procedimiento con garantías", ha remachado.
Ha asegurado que España no tiene ninguna norma que permita intervenir
en medios de comunicación, que tiene muy pocas normas que regulen la libertad de expresión,
precisamente para garantizarla, y que la Ley de Seguridad Ciudadana no
la restringe. España, según ha asegurado el secretario de Estado, sólo
ha sido condenada en ocho ocasiones por actuaciones contra la libertad
de expresión.
En relación a los delitos de injurias ha explicado
que ya se habían derogado las penas leves y que en el caso del Rey, a
raíz de una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos se ha
modificado, porque se consideró que entraba en el ámbito de la libertad
de expresión. Ha admitido que sí existe el delito de enaltecimiento del
terrorismo, pero ha asegurado que ha habido muy pocas sentencias
condenatorias y sólo se aplica en casos flagrantes.
Ha asegurado que la prisión incomunicada se reformó a
fondo en el 2015, que las excepciones a los derechos de los detenidos
tienen que ser restringidas a casos concretos y que no se puede entender
como un aislamiento total del detenido porque el preso tiene derecho a
comunicarse en todo momento con el juez, el fiscal y el médico forense.
"Se trata de una incomunicación parcial, no total. Limitada a cinco
días, que se puede alargar si es por delito de terrorismo", ha
argumentado.
Valenzuela ha asegurado que cualquier denuncia de tortura a un
detenido se somete a una investigación policial interna, además de poder
abrir un proceso judicial.
Bangladés, República Checa y Nigeria se encargarán de elaborar el informe final.
Fuente → elnacional.cat
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