

¿Por qué los republicanos no le cantan las cuarenta al Rey?: El Rey de España, en tanto que jefe del Estado, tiene la
obligación de consultar a todas las fuerzas políticas con representación
parlamentaria antes de proponer a un candidato a la investidura. Esta
vez lo tenía que hacer con 22 partidos, pero cuatro han renunciado a ir a
la Zarzuela. Son ERC, EH-Bildu, el Bloque Nacionalista Galego y la CUP.
Y se da la circunstancia de que los cuatro que no han ido se proclaman
republicanos.
Normalmente, los líderes parlamentarios se reúnen primero con el
monarca, les hacen fotos y vídeos y luego el político en cuestión hace
declaraciones procurando arrimar el ascua a su sardina. Por poner dos
ejemplos, el martes los representantes de Foro Asturias y Teruel Existe
aprovecharon para explicar la problemática de sus comunidades. Es
probablemente el momento de máximo protagonismo que tendrán durante la
legislatura, aunque en esta ocasión cualquier diputado puede resultar
decisivo en cualquier momento.
La defensa de la República ante el monarca reflejaría mejor la realidad
del país, pero parece que los republicanos prefieren ahorrarle un rato
incómodo
ERC no asiste a la ronda de consultas desde que Felipe de Borbón tuvo el
desaire con los catalanes ―con todos los catalanes, no sólo los
independentistas― de no querer recibir a la presidenta del Parlament,
Carme Forcadell, cuando le tenía que comunicar que Carles Puigdemont
había sido elegido president de la Generalitat. Es un argumento, pero
también es cierto que tendría mucho más eco que los líderes
parlamentarios de los partidos republicanos, que, a diferencia del
monarca, sí los han votado los ciudadanos, le reprocharan al monarca su
comportamiento partidista en relación con Catalunya, las gestiones que
hizo para que empresas catalanas cambiaran de sede, las presiones de la
Zarzuela a los medios de comunicación, los negocios familiares
relacionados con la venta de armas a países en guerra y tantas y tantas
cosas. Seguro que el Rey pasaría un rato incómodo que,
incomprensiblemente, sus partidarios le han querido ahorrar. Que todos
los grupos que se proclaman republicanos desafiaran públicamente al
monarca a someterse a un referéndum sobre monarquía o república también
tendría su eco, incluso internacional, y sería un reflejo más exacto de
la realidad política del país, donde cada semana se organizan aquí y
allí referendos simbólicos reivindicando la República.
Es incluso comprensible que ERC prefiera no hacer nada que distraiga y
complique las negociaciones de la investidura de Pedro Sánchez, que, tal
vez a la larga tenga más trascendencia. Ahora bien. ¿Y la CUP? Tan
partidarios como son de las performances no acaba de entenderse
que hayan desaprovechado la ocasión de darse a conocer al mundo como
una fuerza republicana y revolucionaria capaz de plantarle cara al Rey.
Tanto que reclaman a todos que desobedezcan las leyes, que no acaten las
sentencias, que se rebelen contra el Estado y que se jueguen el
patrimonio, parece que lo piden sólo para que lo hagan los demás. Basta
con pasar lista de los represaliados para comprobarlo.
Fuente → elnacional.cat
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