Derechos vs Justicia Española

SANTI ANGULO MARTÍN. Derechos vs Justicia española: Las sentencias que se han dado a conocer últimamente desde la “justicia” española han irritado a la sociedad. Violaciones, Altsasu, Catalunya, Kalera, corrupción… Los “entendidos” andan alterados, alguno incluso ha publicado su opinión. Salvo excepciones, la mayoría se queda corta, pues solo se refieren a las consecuencias y no al origen del problema.

Los lodos que a día de hoy hay en la Justicia no son de ahora, vienen de lejos. Se murió el dictador, pero su régimen político no. A través de una falsa transición, dejó en herencia todo lo que tenía que dejar y además bien atado. Ahora se empieza a hablar del régimen del 78, diciendo que fue una trampa, que nos engañaron/obligaron. Sin embargo, algunos tragaron el anzuelo muy a gusto. Ciertos partidos políticos nos vendieron la ruptura democrática por un plato de lentejas y dejaron sin tocar los elementos principales de la dictadura (monarquía, ejército, justicia…), poniéndole un nuevo envoltorio, pero sin cambiar el contenido.

Por otro lado, en el Estado español los partidos políticos intervienen directamente en los órganos de la justicia (incluido el PNV y en su tiempo CiU). Esto tiene una consecuencia clara. El gobierno con la ayuda de la prensa inventa el delito, la policía inventa las pruebas y los jueces inventan la sentencia. Todos los que no nos sentimos españoles y luchamos por la independencia somos terroristas para ellos y por ello nos castigan; mientras, los políticos corruptos, los abusos policiales, los fascistas… campan a sus anchas.

Ese es el origen del problema. Se murió el dictador y, a pesar de haber pasado casi 45 años, los que dieron el golpe de estado del 36 y sus herederos “democráticos” siguen pensando que los que no tienen sus ideas son enemigos, aún más en el caso de los vascos y los catalanes. Como consecuencia de ello, al ser enemigos de España, nos aplican el derecho penal del enemigo. Pero, esto no es algo nuevo. En Euskal Herria con la ley anti-terrorista (con ayuda del PNV y de CiU) se lo aplicaron desde el principio al sector más combativo, a la anterior izquierda abertzale; y luego con la ley de partidos; y ahora con la ley mordaza. El caso de la ayuda a los presos políticos vascos es evidente. Han penalizado el apoyo a aquellos obligando a los abogados y demás militantes a mentir para que no vayan a la cárcel. Al otro lado tenemos los casos de Altsasu y Catalunya, donde por decir la verdad van a la cárcel. ¡Qué dignidad la de estos! Con el silencio de muchos y la complicidad de otros, aquella bolita se ha transformado en un alud de nieve y la injusticia en el Estado español sigue extendiéndose, afectando a cada vez más sectores.

Mientras tanto, los nuevos curas sin sotanas de ahora (ciertos eticólogos, politólogos, sociólogos, políticos…) le van llenando la cabeza al pueblo con sermones de convivencia, no-violencia, democracia… para que se mantenga en silencio y sumiso. Saben muy bien que el origen de la violencia es la injusticia y la represión y que el pueblo tiene derecho a hacerles frente, pero les resulta más fácil reprender al pueblo que echárselo en cara a los poderes del Estado y a sus servidores. Su silencio cómplice y el de la Europa democrática deja en evidencia la falsedad de su discurso con lo sucedido en Bolivia.

No hay ley, ni constitución democrática que esté por encima del derecho que tiene un pueblo a decidir libremente lo que quiere; todo lo demás conlleva imposición, injusticia y opresión. No se puede sembrar la convivencia bajo estas condiciones, porque ello justifica al opresor y castiga al oprimido. Es más, para los poderes de España (y para muchos ciudadanos españoles) el único modelo de convivencia es que todos seamos españoles; no quieren otra forma de convivencia. El que no acepte eso lo consideran terrorista o incitador al odio y va a la cárcel. El mensaje de sin violencia todo es posible, el de la desobediencia civil, el de las acciones pacíficas se les ha caído, ahora todo eso también es delito. Este es el verdadero rostro de su España, que no será una democracia hasta que deje libres a las naciones que están bajo su dominio. Esto es lo que tenemos que tener bien claro los vascos y los catalanes.


Fuente →  insurgente.org

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