MASACRE franquista en Palencia

MASACRE franquista en Palencia: En Palencia la resistencia Republicana a los militares golpistas fue mínima, no hubo frentes de guerra. El historiador Pablo García Colmenares da una cifra de 1.322 víctimas mortales, de las que 867 fueron ‘paseados’, 348 fusilados y 107 muertos en prisión. Entre los fusilados, el gobernador civil, Enrique Martínez Ruiz-Delgado y el alcalde, Matías Peñalba. La gran mayoría de los civiles asesinados fueron víctimas ‘de una represión directa y planificada’. Preguntado un capitán del ejercito sublevado si no querían “ganar la Gloriosa Cruzada”, respondió: “Queríamos Matarlos”. De ahí el título de la obra de Colmenares, “¡Queremos matarlos!”, donde figuran los nombres de muchas víctimas sepultadas en el antiguo cementerio de Palencia, hoy Parque de la Carcavilla.

Los mineros que lucharon por la República en el frente norte fueron las víctimas más numerosas en Palencia. Más al sur, en Carrión de los Condes, Astudillo y Osorno, se ejerció también una represión feroz. En todas las localidades de la provincia se ejecutó entre el 1,1 al 3,3% de la población. Se anunció que quien no entregara las armas en el plazo de 2 horas sería ejecutado. Quienes obedecieron la orden también acabaron fusilados. Donde había más jornaleros, y por tanto organizaciones sindicales obreras, la violencia fue mayor: Lugares donde había habido lucha sindical, Tierra de Campos y el Cerrato, aunque en Barruelo mataron hasta al sifonero, un hombre que vendía gaseosas.

Bastaba con ser un cargo electo Republicano o funcionario para ser fusilado. Así explica el investigador de la represión franquista, Juan Manuel Monge, la causa que llevó al fusilamiento del jefe de Correos de Palencia Antonio Soto Carazo, acusado de ‘amistad con el Gobierno de Azaña’. El Comisario de policía Salvador Enrique, acusado en juicio sumarísmo de ‘auxilio a la rebelión’ fue fusilado en menos de 24 horas. Los cuerpos de ambos podrían encontrarse en la Carcavilla, donde los técnicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Palencia realizan trabajos de exhumación. Es la segunda intervención que se hace tras la recuperación de unos 40 cuerpos en 2009. El parque esconde bajo su suelo un total de 497 represaliados por la dictadura, procedentes además de Venta de Baños, Baltanás, Dueñas, Villaviudas y Monzón de Campos.

En este enterramiento hay documentadas 250 víctimas de más de 25 municipios palentinos, el 80% vinculados política o administrativamente con el gobierno de la II República o con los ayuntamientos de la zona: Alcaldes, diputados, concejales, secretarios de sindicatos y partidos políticos e incluso presidentes de diputación. Es el caso de los alcaldes de Boadilla del Camino, Aguilar del Campoó, Cervera del Pisuerga o el presidente de la Diputación de Palencia. Entre ellos, el presidente del PSOE palentino, José Sánchez Herrero, fusilado el 20 de julio de 1936.

Allí se encontraba el abuelo de Visitación Blanco, Emilio Porral González, alto cargo del PSOE de Palencia, fusilado en septiembre de 1936 tras pasar un mes en prisión. O Gregorio Valdazo Carrascal, alcalde de Cevico Navero y padre de Rosario a quien llamaban la “hija del comunista”: Tenía 5 años cuando se llevaron a su padre a la prisión de Palencia. Amidio tenía 14 años cuando se llevaron a su padre, Julián Cantera Cantera, de 43, concejal de Villaviudas (Palencia) el 13 de agosto de 1936; esa noche lo fusilaron entre Magaz de Pisuerga y el Monasterio de la Trapa. El secretario de la Casa del Pueblo de Dueñas Teodosio Vega Martín, fue fusilado el 8 de enero de 1937; su hijo Felix cuenta: “Nos expulsaron del pueblo tras fusilar a mi padre, lo mataron por ser de izquierdas, no podías desahogarte y decir ‘soy hijo de fusilado’. Ahora se puede hablar”. Carmen Cortés, tiene a 2 de sus tíos, Germinal y Lumen Cortés, bajo el mismo suelo. Su padre, Jaime Cortés, sindicalista de UGT durante la II República, perdió otros 2 hermanos más y un cuñado, repartidos en fosas comunes de Burgos, Valladolid y Palencia.

En Cevico Navero, de apenas 400 habitantes en 1936, la represión fue muy dura, asesinaron a toda la corporación municipal. En Dueñas fusilaron a 34 vecinos. En la capital palentina, 32 vecinos, con una media de 22 años, se encerraron en el edificio de la Diputación en agosto del 36. Los cargos contra los acusados eran, ‘ir en contra del alzamiento militar’ o ‘auxilio a la rebelión armada’. La mayoría de las víctimas de la ‘fosa de los alcaldes’ fueron fusiladas en los primeros meses tras el golpe militar, aunque también los hay de 1937 y 1938. El goteo llega hasta el 15 de septiembre de 1945, fecha en la que se ha documentado el fusilamiento del alcalde de Villanueva de Henares, cuyos restos ya fueron exhumados con anterioridad.

En 2018 se celebró un homenaje en el parque de la Carcavilla en memoria de fusilados, represaliados y exiliados, recordando también a los más de 30 palentinos enviados a campos de concentración nazis en Mauthausen. Sus nombres, leídos uno por uno, en el completo silencio de los asistentes, brillaron una año más en este día de celebración y memoria. Rosas y flores con los tres colores que abanderaron el corazón de los represaliados, ponían un punto y final al grito de ‘salud, República y memoria’


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