Las mujeres de las Brigadas Internacionales


Las mujeres de las Brigadas Internacionales:nLa idea de las Brigadas Internacionales fue forjada en 1936 por el Partido Comunista Francés. Francia era el centro de reclutamiento de voluntarios y voluntarias. Su base en España se encontraba en Albacete, cuartel general y centro de entrenamiento bajo el mando del líder comunista francés André Marty.

Hay que puntualizar que muchos y muchas de los combatientes de las Brigadas Internacionales ya vivían en España. Exiliados en la II República huyendo de gobiernos fascistas debido a su militancia socialista, anarquista o comunista. Evidentemente procedentes de Alemania e Italia.

Hay que sumar a quienes ya vivían en España a los voluntarios y voluntarias procedentes de más de 50 países. Igualmente añadir a los deportistas que se encontraban en Barcelona compitiendo en las Olimpiadas Populares organizadas por grupos políticos de izquierdas, deportistas que participaron en las luchas callejeras de 1936.

El número de efectivos de las Brigadas Internacionales  entre hombres y mujeres oscila entre los 35.000 recogidos en el Archivo de la Internacional Comunista-Komintern de Moscú y los 59.000 proporcionados por otras fuentes.


Entre estas cifras se encontraban de 600 a 700 mujeres, casi relegadas al olvido por la historia. Mujeres que no dudaron en jugarse la vida. Mujeres que prestaron servicios como: enfermeras, traductoras, médicos, conductoras, distribuidoras de alimentos y material militar a las tropas republicanas y combatientes.

Un tercio de estas valientes mujeres perderían la vida en contiendas de Madrid, Guadalajara  Brunetes, Teruel y del Ebro. Mujeres que dieron su vida por la lucha antifascista.

Entre estas mujeres cabe destacar, entre tantas, a la única mujer de las Brigadas Internacionales con mando militar durante la Guerra Civil. Mika Feldman «La Capitana«, judía de origen ruso natural de Argentina. Un ejemplo más de que las mujeres no solo fueron acompañantes y enfermeras.

Otra que la historia recuerda, es la miliciana María Ginestá, afiliada a las Juventudes Comunistas que sería inmortalizada el 21 de julio de 1936 por el fotógrafo Juan Guzmán cuando contaba con tan solo 17 en la azotea del hotel Colón de Barcelona. Esta fotografía está recogida en el Archivo Histórico de Efe, que pasaría a ser un icono de las mujeres luchadoras.

El compromiso político de estas mujeres no las diferenciaba de los hombres brigadistas, mujeres que desempeñaron un papel vital en la Guerra Civil española. Las Brigadas Internacionales fueron el mayor ejemplo que jamás ha existido de internacionalismo entre los pueblos y de lucha antifascista. De esta historia las mujeres también formaron parte mujeres a las que la Memoria Histórica coloca en el lugar que merecen.

«Venís desde muy lejos…. Más está lejanía,

¿qué es para vuestra sangre, que canta sin fronteras?

La necesaria muerte os nombra cada día, 

No importa en qué ciudades, campos o carreteras.

De este país, del otro, del grande, del pequeño,

del que apenas sí el mapa da un color desvaído,

con las mismas raíces que tiene un mismo sueño,

sencillamente anónimos y hablando habéis venido.

No conocéis siquiera el color de los muros

que vuestro infranqueable compromiso amuralla.

La tierra que os entierra defendéis, seguros,

a tiros con la muerte vestida de batalla.

Quedad, que así lo quieren los árboles  los llanos,

las mínimas partículas de la luz que reanima

un solo sentimiento que el mar esconde:¡Hermanos!

Madrid con vuestro nombre se agranda e ilumina». A las Brigadas Internacionales. Rafael Alberti.

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Fuente →  elestado.net

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