Hay una asociación pidiendo la beatificación de Franco (en serio): Los lectores más atentos de Strambotic saben desde hace años que en Moscú se reúne desde hace años una secta de adoradores de “San Francisco Franco”. Si Franco es adorado en la lejana Rusia, ¿por qué no en España, donde dejó su “obra pía” por y para la Iglesia Católica?
Beatificar a Franco. Eso es lo que se propone un grupúsculo de nostálgicos (fascistas, para entendernos) agrupados en la Causa de Beatificación de Francisco Franco y que exponen sus delirantes argumentos en una página web con el inequívoco nombre de www.francosanto.es. La petición ha sido firmada por 5.000 franquistas y está firmada por una tal Pilar Gutiérrez Vallejo, a la sazón lideresa del Movimiento por España, que también tiene su propia página web, en este caso con el amenazante nombre de “Volvemos”. Como si se hubieran ido.
El argumentario para pedir al Vaticano la beatificación de Franco merece un lugar de honor en la antología del humor. La Conferencia Episcopal, que es la que lleva los negociados de Dios en España, “recibirá formalmente los documentos que acreditan los “favores y milagros” del dictador”. Aquí van algunas de sus hallazgos:
- – “Su lucha denodada contra la pobreza endémica de España hasta el punto de lograr erradicarla de toda nuestra nación en pocos años, tras la destrucción y el saqueo a que había sido sometida por sus enemigos. Muchos santos han luchado contra la pobreza pero ninguno ha conseguido erradicarla de su Patria como lo hizo Franco.
- – “Su caridad y magnanimidad con sus enemigos, expresada en su Testamento y realizada en la conmutación de miles de penas de muerte tras la guerra, para criminales convictos, y los indultos y amnistías concedidas durante su Régimen”.
- – “Su regeneración de toda una nación, tanto material como moralmente. Como dijera Salvador Dalí: «Tengo enorme admiración por el General Franco, que ha resucitado a España. Él proporcionó al país una enorme prosperidad económica».
- – “La paz social y unidad fraterna y política lograda en sólo 35 años tras una guerra civil calificada por muchos historiadores como la más cruel de la historia y considerando la idiosincrasia indómita de los españoles”.
- – “Haber salvado a la Iglesia católica de España (y posiblemente de toda Europa) del exterminio y de la persecución que sufrió en los territorios comunistas”.
- – “Instaurar el Reino de Cristo en España aplicando la Doctrina Social de la Iglesia como base de todo su sistema legal y social, lo que le haría exclamar al Papa Juan XIII: Da leyes católicas, ayuda a la Iglesia, es un buen católico… ¿Qué más quieren?”
Si los argumentos anteriores pueden resultar, digamos, poco objetivos, la campaña se fundamenta también en un hecho irrebatible: el amor que los españoles tenían por Franco: “La encuesta del Instituto ICSA Gallup a fines de 1975: el 82% de los españoles estaba llorando a Franco y menos de un 10% se alegraban de su muerte, a pesar de las campañas mundiales contra él y su Régimen”.
La petición viene avalada por firmas de personajes tan ecuánimes como Fernando Vizcaíno Casas y un tal Manuel Martínez Cano, que lleva su razonamiento a cotas de humor inalcanzadas desde los Hermanos Marx:
“Franco fue santo. Indiscutiblemente. Escribo en terminología paulina. La canonización de los santos es un atributo exclusivo del sumo pontífice. Francisco Franco Bahamonde fue un niño muy piadoso, un joven fervoroso -a los 18 años era adorador nocturno-, esposo fidelísimo, padre tierno y alegre, abuelo encantador y cariñoso, militar heroico, (la espada más limpia de Europa, como dijo Pétain). Fue un jefe de Estado católico, apostólico y romano. Las leyes promulgadas durante los cuarenta años de su caudillaje fueron siempre católicas, derivadas muchas del magisterio político y social de la Iglesia. Hoy las democracias actuales son antinaturales y anticatólicas. Franco, en su tiempo secundó siempre criterios y deseos de la Iglesia, actitud laudable en un católico. Cuando algunos tratan de descalificar a Franco por esos criterios, a quien descalifican es a la Iglesia misma”.
La delirante petición fue presentada ante el arzobispo de guardia de la Almudena el pasado 20N, pero la noticia quedó eclipsada por la irrupción en top-less de las Femen (“unas mujerzuelas a sueldo”, según el Movimiento por España) en la cercana Plaza de Oriente, genuino centro espiritual de esa España eterna que se resiste a morir.
¿Y quién está detrás de esta propuesta de canonización? La Razon nos saca de dudas: “Las líderes de este Movimiento por España, Pilar Gutiérrez y su hija Sandra, son hija y nieta de Joaquín Gutiérrez Cano, director Ejecutivo del Banco Mundial en el franquismo y ex ministro de Planificación del Desarrollo en 1974, además de fundador de la Fundación Nacional Francisco Franco, nacida “para preservar su memoria de los infundios y calumnias que intuyó habría de sufrir… como así fue”, según su familia.”
Cómo de fachas serán los personajes del Movimiento por España que incluso el cronista de La Razón se atreve a apostillar “ahí es nada” a los argumentos de los ultramontanos.
Con un poco de suerte, se llevan la momia al Vaticano en lugar de a la Almudena.
El Festival del Humor continúa en Franco Santo. Con información de La Razon.
Fuente → strambotic
No hay comentarios
Publicar un comentario