Ciudadanos de la República
La UPEC (Universitat Progressista d’Estiu de Catalunya- Universidad Progresista de Verano de Cataluña) surgió en el 2004. “Nos declaramos hijos y nietos de las aspiraciones de las clases populares catalanes del siglo XIX, plasmadas en su viejo lema Instruiros y seréis libres, asociaros y seréis fuertes, amaros y seréis felices”, es así como la definieron sus impulsores y sigue viva en estas catorce ediciones. Durante unos días del mes de julio convoca a dirigentes políticos, estudiosos, profesores, sindicalistas, intelectuales, y a quienes quieren escuchar y debatir sobre los problemas propuestos. Porque el objetivo de la Universidad es “Contribuir al desarrollo de la cultura democrática de izquierdas y participar en el análisis de las políticas aplicadas, desde una perspectiva estratégica de izquierdas”. Este año su contenido versó sobre “El futuro del trabajo. Utopía o distopía”. Las jornadas fueron inauguradas por su rector, Jordi Serrano, cuyo discurso reproducimos. SP

Ciudadanos de la república. (Hace muchos años que empiezo así, cada año suena con tonos diferentes).

Estamos contentos estos días porque nos hemos sacado de encima un gran estorbo: un gobierno de extrema derecha corrupta. Además, no saben hacer primarias, la democracia les pone nerviosos. El PP tenía 869.553 militantes, son detallistas incluso cuando mienten. El censo final de las primarias es de 66.384, pueden votar el 7,6%. En el PP todo es mentira "salvo alguna cosa". Se dice poco, pero los catalanes hemos echado a Rajoy. Sí, 36 diputados catalanes contra Rajoy, por 11 del PP y C's. Sin Cataluña España tendría de presidente de gobierno a Mpuntorajoy. La pregunta que nos tendríamos que hacer es, ¿por qué no hubo un gobierno de coalición hace dos años? Inquietante. Cuando lo intentó Pedro Sánchez le hicieron un golpe de estado en cuestión de horas.

Por otro lado, en Cataluña hay, al menos, 78 diputados republicanos. De los que 34 son independentistas de centro derecha y 36 de izquierdas. Pero además hay 44 diputados republicanos de izquierdas y 34 de centro derecha. Habría que reflexionar. También es inquietante. Creo que Torra es un mal presidente, de un nacionalismo esencialista que pensábamos que habíamos dejado atrás. Es seguramente el peor error del catalanismo en una década.

Quiero hacer un comentario sobre los presos. Hay gente que dice que no hay presos políticos presos, dicen que hay políticos presos. Son los mismos que dicen que en la España actual hay separación de poderes. En la España franquista no había presos políticos, estaba prohibido decirlo. El ministro de Justicia de Franco, Antonio Iturmendi, calificaba el estado español como “estado de derecho” y negaba que hubiera “presos políticos” sino personas presas por “actividades delictivas de carácter subversivo, atentatorias al orden social e institucional del país”, unas conductas que se encontraban tipificadas en el Código Penal como delitos contra la seguridad del Estado. Durante la Guerra Civil, a los republicanos les acusaban de rebelión y de auxilio a la rebelión. Después decían que eran presos del TOP (Tribunal de Orden Público). El año 1973 Amnistía Internacional denunciaba que había un número importante de "delincuentes por convicción". Parece que volvemos a las tonterías de hace tantos años.

Ramón Serrano Suñer en 1977 decía: "se estableció que los rebeldes eran los frente- populistas”. En realidad, tildaban de rebeldes a los republicanos y no a los franquistas que se había rebelado contra el poder establecido. Sobre esta base de la justicia a la inversa, sistema insólito en la historia de las convulsiones político-sociales, comenzaron a funcionar los consejos de guerra.

¿Fractura social?

Quiero ahora hacer un comentario sobre la tan cacareada fractura social. Cuando había un 13% de indepes, el 2007, no había fractura. ¿Ahora que hay un 47% sí? A ver, los independentistas se tienen que acostumbrar a pensar que hay una parte muy importante de catalanes que quieren pertenecer a España. Y los que quieren continuar perteneciendo a España se tienen que acostumbrar a que hay muchos catalanes que no quieren pertenecer a España. No lo encuentro tan difícil. Cuando ETA mataba no decían que había fractura social. Durante el franquismo la gente en la clandestinidad vivía en ambientes donde había franquistas que explicaban que estaba bien fusilar gente y torturar. Aquello sí que era fractura. O sea que paciencia que esta situación ha venido para quedarse.

La democracia no es convivir con aquellos que piensan igual, es convivir con aquellos que piensan cosas que te parecen alucinantes. Unos pertenecer a España, otros querer ser independientes. Todo el mundo se tiene que esforzar, esto es la democracia: gente que piensa muy diferente. La fractura se produce cuando hay presos y exiliados, se rompe el fair play de la libertad. ¿Es posible tener relaciones normales con uno que piensa que tendrías que estar en la prisión? No. A una persona así, no le dirás lo que piensas y lo que haces, mentirás y te organizarás de forma discreta, de hecho, por esta razón milité en el PSUC en la clandestinidad.

¿Qué tenemos que aprender del 1 de octubre? Ha sido la más gran manifestación republicana en España desde 1939, ¡hace 78 años! Santiago Alba Rico dice que en España se practica “la pedagogía del “millón de muertos”, cada treinta años se mata a casi todo el mundo y después se deja votar a los supervivientes, que, naturalmente, tienen claro cuál es la opción adecuada si quieren evitar que se repita la carnicería.”. Los catalanes hemos dejado de votar lo que toca por miedo. Clara Valverde en el libro "Desenterrar las palabras" explica que cuando no se hace la recuperación de la memoria histórica desde el consciente -con símbolos con personas, con nombres, explícitamente-, se crea confusión. Los abuelos han dicho a los nietos desde el inconsciente: ¡haced justicia ya! Y dos generaciones, los que tienen menos de 58 años, han explorado límites y los han encontrado. Lo han intentado y han recibido, están en estado de choque, confusos y desorientados. Las porras del 1-O, las detenciones y el exilio, son un recordatorio para todos de la teoría de Alba Rico. De hecho, hablo con miedo y escribo con miedo. Probad de escribir sobre Carrero Blanco, un criminal de guerra, y veréis qué sentís.

Todo el mundo está en estado de shock. Milité en el PSUC e hice mítines junto a Antoni Farrés, mítico alcalde de Sabadell, a favor de la Constitución. No era nada consciente de que con el artículo 155 se podía dar un golpe de estado. Una votación de dos horas en el Senado y se cargan una ley orgánica del bloque constitucional. Hay que recordar que se constituyó la Generalitat antes que la Constitución. La Constitución era mil veces mejor que el Fuero de los Españoles o los Principios Fundamentales del Movimiento Nacional.

Afectado por las detenciones

Una reflexión personal. Estoy muy afectado por las detenciones. No hay ningún derecho en democracia de detener a los adversarios políticos. Hace dos años la conferencia final de las jornadas de la UPEC la hizo Oriol Junqueras, hace cuatro años Carme Forcadell participó en una mesa redonda. En Sabadell, de dónde soy, vive Jordi Cuixart. Como escribía Marc Bloch, creo que la historia a veces nos ha engañado. Aquello era un punto de partida, como nos había dicho mil veces Jordi Solé Tura, y se ha convertido en una ley en manos de los que estaban en contra.

Otra pregunta que me hago es: ¿hay independencia judicial? En la mayor parte de casos sí. Es como la Agencia Tributaría, equivocaos un poco en la declaración de renta y en el 99% de casos os caerá una multa importante. Ahora si lo hace la infanta no pasa nada de nada. Había un pacto tácito, las mayorías en el Congreso se transmitían al Tribunal Constitucional con personas de gran nivel como Francisco Tomas y Valiente. Pero vino Aznar y el PP lleva 26 años con mayoría en el TC. Bloquearon la renovación durante los ocho años de Zapatero. Además, controlan el CGPJ que, a su vez, nombra los cargos claves en la Audiencia Nacional, los Tribunales Superiores de Justicia y el Tribunal Supremo. Ponen y sacan jueces. Por ejemplo, en la sentencia del caso Gürtel. Bárcenas amenaza que, si su mujer va a prisión, habla. El día siguiente sacan un juez progresista y ponen uno cercano al PP. ¿El resultado? La mujer de Bárcenas condenada a 15 años no entra en prisión. ¡Brillante!

Pero hay más, los catalanes en prisión o en el exilio están siendo juzgados por una instancia inadecuada. Los tendría que poder juzgar un juez ordinario de Barcelona. Al no hacerlo así se vulneran los principios básicos de la justicia democrática. En el caso del Tribunal Supremo, además, se produce un hecho y es la imposibilidad de recurso. Así pues, el estado busca predeterminar al juez y ha encontrado dos de extrema derecha en la Audiencia Nacional y en el Tribunal Supremo. Tratan a los manifestantes de "muchedumbres", con "secuestro y disparos al aire". Se han pasado de frenada. La manifestación del 20 de septiembre la han convertido en una rebelión, es decir un derecho consagrado en la Constitución como el derecho a manifestación convertido en delito. La pregunta que se haría cualquier observador o historiador es la siguiente: ¿cuántos muertos hubo? Ninguno. ¿Cuántos heridos? Ninguno. Sólo dos coches con la carrocería abollada. A los únicos que tendrían que juzgar son a los irresponsables que dejaron dos coches con armas adentro en medio de una manifestación.

Pero hay más, un juez de extrema derecha del juzgado 13 de Barcelona, cuenta con un jefe de la Guardia Civil que hace informes con ideas de extrema derecha. Se trata del Teniente Coronel Daniel Baena, que actuó en Twitter con el nombre de "Tácito" desde donde ponía a caldo a los independentistas. Pero todavía hay más, los jueces del caso "La manada", donde todo el mundo ve una violación espeluznante, ellos ven incluso goce de la chica. La gente protesta y el Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), Joaquín Galve, afirma que son una "turba instigada por movimientos antisistema". La extrema derecha es profundamente misógina.

Republicanismo

¿Dónde está la solución? La solución es el republicanismo. He echado de menos en estos últimos meses banderas republicanas españolas en los balcones de Cataluña. Hay la mitad de catalanes que quieren pertenecer a España, correcto, pero ¿en la España borbónica? ¿De una monarquía heredera del franquismo, nunca revalidada, de quién ni se hacen encuestas y que es corrupta hasta los tuétanos?

Vamos a hacer un alto en el camino y analizar al adversario. Las izquierdas siempre nos cortamos las venas y no nos damos cuenta de lo que pasa en la otra orilla ideológica. Los del Pdecat, los convergentes, están desorientados. Se han vuelto indepes, republicanos y, por lo tanto, antisistema. Y no se dan cuenta. La desorientación que tienen es galáctica.

Hay gente que dice que ahora se ha roto la idea que hay un solo pueblo. Pretenden liquidar uno de los grandes aciertos del antifranquismo y de la acción democrática en Cataluña de los últimos 40 años. ¿Qué hubiera pasado si no hubiera habido inmersión lingüística? No puede existir en Cataluña el derecho a no entender el catalán. Por mucho que se diga, no hay voto étnico. Si hubiera, los indepes no llegarían al 10%. Se han hecho muchas, muchas cosas bien. Hay gente que dice hay adoctrinamiento en la escuela, yo tuve la suerte de conocer a Marta Mata, que también fue concejala de educación en el Ayuntamiento de Barcelona por el PSC y gran ideóloga de la escuela democrática catalana. ¿Nos lo tenemos que cargar todo?

Tenemos un rey de extrema derecha. El bisabuelo del actual, tuvo su 3 de octubre. Desde 1902, con la mayoría de edad de Alfonso XIII, hasta 1917 de 180 ministros ninguno había nacido en Cataluña. El año 1913 Alfonso XIII hace a Cambó una propuesta insólita: "Hagan una mancomunidad dejando fuera de ella a Tarragona y en cambio yo lograría que el Gobierno, en compensación, añadiera la provincia de Huesca". Tabarnia avant la lettre. Felip VI ha hecho como Alfonso XIII en el acto en el Palau de la Generalitat del 24 de mayo de 1924 donde reivindica a Felipe V: "Yo sé que en aquellos momentos era necesario tomar medidas. ¿Por qué? Por Cataluña, para salvar a Cataluña". Se refería al decreto de Nueva Planta de 1714. Al cabo de siete años se proclamaba la república en Barcelona, no es casual. Macià proclamó la república y ¿a quién envía Madrid? ¿a 10.000 piolines? No, envían una delegación con Fernando de los Ríos, Marcel·lí Domingo y Luis Nicolau D'Olwer para arreglarlo.

Es la diferencia entre tener un reino o una república, unos te envían el ejército o los piolines, los otros envían a intelectuales a dialogar.

Hace falta un repliegue temporal, hace falta reflexión serena y larga. Tenemos que aprender de lo que ha pasado y revisitar la transición. Hubo 650 muertos,188 muertos por la violencia institucional. La lucha fue desigual. Por un lado, policía, jueces, ejército y poder económico. Por el otro lado ideas y voluntad popular.

El año pasado en la UPEC organizamos un debate sobre "Los feminismos de ahora", intuíamos que algo estaba moviéndose. Al cabo de pocos meses, el 8 de marzo del 2018, hemos asistido a la más gran manifestación feminista de la historia de Cataluña.

En las jornadas de hace un año publicamos un libro sobre Abdó Terrades, este año Raúl Aguilar nos ha vuelto a preparar un gran libro "Narcís Monturiol y el submarino que pondría fin a todas las guerras". En él Monturiol dice: "La sociedad tiene elementos poderosos de malestar, ¿quién no desea reformarla? Si ser reformista es ser sedicioso, revolucionario, admito la calificación". Escrito hace 150 años, hace estremecer su actualidad.

Yo me siento identificado con Pere Coromines. Coromines fue detenido en 1896 en el llamado proceso de Montjuïc. Fue testigo de las salvajes torturas infringidas a miles de trabajadores en el Castillo, sus escritos dieron la vuelta en el mundo. Fue concejal en el Ayuntamiento de Barcelona. Una vez en el exilio de Buenos Aires, después de la Guerra antifascista, escribió: "Mientras subsista la República Española yo seré fiel a la España republicana, porque siempre lo he pensado así y porque no tengo ni ganas ni posibilidad espiritual de cambiar. Pero yo no tengo ningún compromiso, ni histórico, ni sentimental, ni político, con una España monárquica y fascista".

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