Manifiesto Al Servicio de la República (1975-2025) ASR
Manifiesto Al Servicio de la República (1975-2025) ASR 
 
Fundado en los días de la abdicación de Juan Carlos Borbón y a la luz y experiencia de cuanto sucedió, el Colectivo AL SERVICIO DE LA REPÚBLICA ha defendido siempre una acción de conjunto que permitiera tanto superar el R78, avanzar por la República y, sobre todo, dar respuesta política en todo momento a las necesidades reales del pueblo confrontando sin dudar con el poder corporativo y oligárquico que tiene a la monarquía por tapadera. Tales esfuerzos, no solo nuestros, no han impedido que se haya llegado a la difícil situación actual tanto en el plano nacional como internacional. Ante tal presente y desde la convicción profunda sobre la total falta de credibilidad de las fuerzas políticas que medran al amparo del R78, el colectivo lanza este MANIFIESTO. Quede claro desde estas palabras introductorias que el objetivo es la articulación política, pedimos apoyo a la línea que se expresa a cuantas personas o grupos coincidan en lo esencial: es necesario construir una alternativa a las actuales fuerzas y partidos que, sencillamente, no nos representan, ni tienen credibilidad y han demostrado sobradamente ser instrumentos sistémicos.
 
Pedro A. García Bilbao Elisa Crespo Muñoz Pedro Antelo

Únete a nosotros. Toda la información la tienes en las páginas de ASR

El Colectivo AL SERVICIO DE LA REPÚBLICA tiene por meta reconstruir el espacio republicano y de izquierda con el objetivo de superar el R78 y recuperar la República Española, tarea ésta indisolublemente unida a la lucha política y social en la actualidad y a dar respuesta hoy a los graves problemas de nuestra realidad más acuciante como son el destrozo ecológico, la precariedad creciente, el belicismo, el neoliberalismo rampante, la perdida de derechos sociales y laborales, la confusión ideológica, la destrucción de lo público, el atlantismo, la destrucción de nuestra estructura social y de nuestros valores e identidad colectiva. Han casi borrado la memoria de nuestras luchas históricas contra el fascismo y en defensa de la República y las de los trabajadores por sus derechos. Debemos tomar la iniciativa y reorganizarnos.

Somos beligerantes ante el neoliberalismo dominante, en todas sus variaciones políticas, económicas y culturales. En el caso español esta lucha implica además la necesidad de acabar con la impunidad del franquismo y con la alianza de las elites corporativas internacionales y fácticas españolas que hegemonizan la situación en España y han pactado para así mejor prevaler, la entrega de nuestra soberanía e independencia nacional con las grandes potencias que ampararon en su día la dictadura.

Recuperar la República implica la ruptura con el modelo dominante en la Europa sometida al atlantismo y a las corporaciones y con la expresión en España de esos poderes plasmada entre nosotros como R78. Defendemos el legado histórico de la Segunda República y muy particularmente el ejemplo de dignidad nacional del Gobierno republicano del Exilio que perduró hasta 1977. La legalidad franquista está en el origen de la actual Monarquía, fueron dos referenda de la dictadura los que trajeron al Rey y consideramos que deben ser declarados nulos y sin efecto, lo que implica en consecuencia que consideramos tocada de forma definitiva la CE78. Reconstruir el sistema democrático implica recuperar la República. Este sistema no tiene reforma. La memoria de donde venimos y de cómo se ha llegado hasta aquí es fundamental.

El R78 ha pervivido porque tiene muchos cómplices. El bipartidismo siempre ha sido cosa de más de dos. Tengámoslo claro.

En 1977, plagados a la geopolítica norteamericana de la guerra fría, partidos reconvertidos a ese orden como fue el PSOE de Suresnes, o un PCE carrillista por dinámicas que le eran propias a su campo, más las fuerzas del nacionalismo catalán o vasco, aceptaron finalmente la legalidad de la dictadura y pactar con sus elites un nuevo modelo basado en la impunidad total del franquismo, compraron así un poco de libertad a cambio de renunciar a la República. Al renunciar a la República, renunciaron a la España democrática y antifascista, a la España fraterna y plural que un día de abril marchó por las amplias avenidas y se atrevió a pensar que era dueña de su futuro. Nosotros no hemos renunciado nunca ni a España, ni a la República. Llamamos República a la lucha colectiva del pueblo y a su victoria, plasmada en un régimen que aúne derechos sociales y políticos estructuralmente, desde el corazón de su fibra constitucional.

No hay democracia alguna si no hay dignidad nacional, bases materiales para la libertad, derechos sociales y políticos en armonía en un contexto de predominio de la defensa del bien público. Pero sobre todo no puede haber sistema democrático sin INSTRUCCIÓN PÚBLICA, sin un sistema de educación pública en todos los niveles. Sin educación no hay futuro, es casi la primera prioridad.

Trabajo digno, Educación Pública, Sanidad, Pensiones, la Economía y la riqueza de la Nación al servicio del bienestar público y la supervivencia del pueblo. Respeto a la historia y herencia de lucha y dignidad del pueblo español en defensa de sus libertades. Soberanía e independencia nacional. Son estos objetivos, principios y valores imprescindibles. Igualmente, consideramos que la cuestión nacional en España solo puede y debe resolverse en dialogo tras la recuperación de la República como expresión de un triunfo compartido. Defendemos la República Española como estado integral, compatible con el reconocimiento de su pluralidad. El federalismo necesita de federalistas. Un federalismo sin república es volver a los Austrias y a eso no estamos dispuestos.

Defendemos la República Española como lo que fue y será, la expresión concreta de un triunfo colectivo de los pueblos de España. Una República fraterna, sin privilegios ni excepciones por razón o excusa alguna de raza, religión, idioma o clase, con derechos y obligaciones para todos, expresados equitativamente; solidaria en la escena internacional con todos los pueblos y defensora de la Paz como expresión del predominio del Derecho y la Carta de Naciones Unidas. Derecho Internacional y Carta que son expresión del ideal republicano en la sociedad internacional como siempre defendieron los republicanos españoles.

No puede haber otra política exterior si no hay otra política nacional. La política exterior es siempre manifestación concreta de los intereses de las clases dominantes en un estado. Si España hoy es un estado coincidente en su política exterior con los intereses atlantistas, plegado a las políticas oligárquicas de la Unión Europea, que ha amparado el golpe de estado de 2014 en Ucrania, callado ante la agresión contra los gaseoductos del Báltico, aliado firme en lo militar y económico con el estado de Israel y claudicante ante la intimidad entre la oligarquía española y la de Marruecos, si el Estado español sigue esa línea en política exterior, se debe a que la política nacional interior se lo consiente. Cambiar una implica un cambio de la otra.

El actual gobierno de coalición, como lo fue el anterior, es profundamente atlantista. Lo es en la práctica, en sus palabras y en su proceder, aunque los discursos confusos de algunos de los partidos que lo apoyan o forman parte del gobierno pretendan dar otra impresión. España como estado, y este gobierno, consienten el crimen de Gaza como consienten y hasta fomentan la destrucción y sacrificio de Ucrania en aras del interés geopolítico anglosajón.

Necesitamos otra política y otras organizaciones. La convicción y el número de los que se niegan a claudicar es importante, pero la ausencia de organizaciones alternativas a las que colaboran con el sistema impide que el caudal inmenso de hartazgo precipite y ahogue a los que hacen posible que el sistema prevalezca. Es la extrema derecha la que se beneficia electoralmente de la denuncia de contradicciones que una izquierda falsa ha renunciado a combatir, A una derecha de verdad no se la puede derrotar con una izquierda falsa que renunciado a todo y ha hecho suya la escoria ideológica del Partido Demócrata USA.

Si por un lado la exizquierda en el parlamento o el más descarnado oportunismo, parasitan las luchas y la voluntad de resistir de millones de personas, toda la maquinaria del poder empuja para que surjan partidos y fuerzas reaccionarias de todo tipo en medio de una gran confusión. No se puede ceder.

Hay formas para saber con quien hablamos. Si se cuestiona la lucha de clases, ya sabemos. Si se desprecia y se ataca a la Segunda República, ya sabemos, Si se acepta que ser mujer es una opinión, ya sabemos. Si se dice que eso de la República no es prioritario y que divide, que el atlantismo es un tema de segundo nivel, si se calla sobre el papel del capital y el neoliberalismo en las migraciones y en el belicismo, si no se toca la impunidad franquista, si no se ponen en cuestión la estructura de poder e influencia y corrupción de los Bancos y los fondos de inversión, si no se tiene claro que no se resolverá la vivienda sin confrontar con el capital, ya sabemos. Saber es posible si hay voluntad de confrontar la realidad. Pero como puede ocurrir que muchos tengan que descubrir que los suyos no son ya los suyos, no faltan los que prefieran no saber nada. Este manifiesto no es para ellos.

No se trata de referir nada a nebulosos futuros. Hablamos de medidas concretas en orden laboral, monetario, derechos, salud, educación, medios de comunicación, bancos, sectores estratégicos. Se trata de confrontar. Son todo acciones que exigen cambiar la relación de fuerzas, algo que exige pedagogía, lucha ideológica, movilización, crear tejido social de lucha y resistencia pero sobre todo exige claridad, firmeza y voluntad de victoria. La lucha por los cambios sociales y políticos que se necesitan es la lucha por la República. Tengámoslo claro. No faltan llegados a este punto los que dicen que de nada sirve la lucha parlamentaria o la representación, que da igual. No es cierto. Lo que ocurre es que llevamos décadas con un sistema político trucado y con una representación vendida o incapaz, con una ausencia total de cuestionamiento serio del sistema, hemos vivido bajo el imperio del «mal menor» y con un sistema político y de partidos troquelado por el franquismo primero y por el sistema neoliberal después. Los republicanos españoles estamos fuera del sistema y el sistema desea a toda costa que no tengamos representación porque tienen miedo a la palabra y a la República. Y le tienen miedo porque temen al pueblo.

La unidad con los que han creado los problemas o los han vuelto irresolubles no sirve de nada. No nos sentimos representados por los que se han hartado de despreciar la lucha por la República o apoyan sin más a gobiernos atlantistas y antisociales. Se trata de lograr coordinar en la realidad de una lucha organizada a quienes vemos la situación con claridad y consideramos que el R78 y quienes medran a su amparo son parte del problema.

Si compartes estas cuestiones que aquí expresamos, te llamamos a contactar. Es preciso superar todo desanimo. Es mucho lo que puede hacerse desde la unidad de acción basada en la claridad, los principios y la firmeza. Estamos formando comités republicanos ASR, hay mucha tarea. No confiamos en los partidos existentes, pero si en la organización clara, abierta y decidida para la intervención política. Somos republicanos, Creemos en el valor de la palabra y la acción. Si nos extendemos, si nos organizamos, si obtenemos representación y eso va unido a movilización e influencia social, la República será imparable.

Necesitamos el apoyo de quienes se vean reflejados en este manifiesto. Si es así y estás dispuesto a ayudar de alguna forma, contacta con nosotros. Puedes acudir a un acto, ayudar a organizarlo, avalar una candidatura, unirte al grupo, ayudar a formar un comité de apoyo. Ten por seguro que si un Manifiesto republicano como este, que llama a la acción y es claro, contase con decenas o cientos de miles de apoyos, el impacto sería enorme. En esas estamos.

Al Servicio de la República.



banner distribuidora